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Felipe María de la Corte y Ruano Calderón

Biografía

Corte y Ruano Calderón, Felipe María de la. Cabra (Córdoba), 21.IV.1819 – Madrid, 1.VIII.1892. Brigadier de Ingenieros, abogado.

Hijo del teniente coronel de Ingenieros D. Felipe de la Corte, realizó sus primeros estudios en Granada y Madrid. Posteriormente, estudiaba la licenciatura y doctorado en Derecho Civil en la Universidad de Granada.

Ingresó en la Academia de Ingenieros de Guada­lajara en agosto de 1838, siendo promovido a teniente el 12 de agosto de 1842, después de terminar los estudios reglamentarios. En marzo del siguiente año fue destina­do a las islas Filipinas con el empleo de capitán en ultramar. Cum­pliendo órdenes recibidas del ingeniero general, se detuvo en Singapur para estudiar la plaza, donde no hacía mucho que se habían establecido los ingleses. Ya en Filipinas, su primer destino fue el de comandante de Ingenieros de la isla de Cebú y, posteriormente, del archipiélago de las Bisayas. En 1844 estaba en Mindanao, donde realizó importantes trabajos, entre ellos la construcción del fuerte de Santa María. En 1845 pasó al detall de la Comandan­cia de Manila y, ascendido a capitán del Cuerpo y comandante de la Es­cala de Ultramar, desempeñó desde 1847 hasta 1853 la secretaría de la misma Comandancia. Pidió regresar a la península en 1853, pero la enfermedad de su esposa impidió el traslado. En este último año, se graduaba en Cánones, por la Universidad de Santo Tomás de Manila.

En 1855 fue nombrado go­bernador político y militar de las islas Marianas, llegando a ser gobernador de las islas desde el 16 de mayo de 1855 al 28 de enero de 1866. Mien­tras ejerció el cargo de gobernador de las Marianas, realizó uno o dos viajes a los Estados Unidos en barcos balleneros, llevado de su afán de ver mun­do y ensanchar la esfera de su cultura. Como gobernador, se esforzó por mejorar la economía de aquel territorio, a fin de que sus habitantes tuviesen una mejor calidad de vida: construyó silos para guardar las cosechas, evitando así las hambrunas que se producían en los años de sequía o de fuertes tifones, e intentó sin éxito introducir el cultivo comercial de la caña de azúcar. De igual manera, luchó contra las epidemias de viruela y otras enfermedades que diezmaban repetidamente la población. Felipe de la Corte describía la situación de estas islas en 1865 de la siguiente manera: “solo se halla la pobreza y la miseria rebosando por todas partes”.

Sin embargo, no embarcó para la península una vez solucionada la enfermedad de su esposa, ya que sus servicios fueron reputados como indispensables en Manila, por sus superiores, lográndolo, al fin, en 1864.      

Volvía a España en 1865, año en el que era promovido a coronel del Cuerpo, y en enero de 1868, el gobierno le nombraba caballero de la Orden de Santiago y comendador de la de Isabel la Católica, por sus méritos contraídos en las islas Filipinas y las Marianas. En julio de ese mismo 1868 era destinado a la Dirección de Castilla la Vieja, encargado de la Comandancia de Ingenieros de Burgos. En 1869 mandaba el Regimiento de Ingenieros nº 1 y en febrero de 1873 pasaba a la situación de retirado en Cabra, pero poco después, en abril del siguiente año, volvía al servicio, reintegrándose en el ejército en 1874. En ese año tomó parte en la toma de Valencia y Cullera durante la Guerra Cantonal y, posteriormente, en el desarrollo de la Tercera Guerra carlista, era designado como segundo comandante general de Ingenieros del ejército de Cataluña, participando, entre otras acciones, en el sitio de Seo de Urgel, sitio en el que iba como comandante general de las fuerzas gubernamentales. Tras la campaña catalana, era nombrado jefe de Ingenieros del Ejército del Norte, con el que combatió en las provincias de Vitoria y Bilbao, acciones por las que fue ascendido a brigadier del ejército. En 1876 estaba destinado en Canarias y, con fecha 11 de junio de 1880, nuevamente marchaba a las islas Filipinas como subinspector del Arma, donde permanecía durante cinco años, al cabo de los cuales retornó definitivamente a la Metrópoli. Por un Real Decreto de 2 de abril de 1885 pasaba a la escala de reserva del Estado Mayor General del Ejército.

Escritor de gran actividad, el 1 de diciembre de 1846, fundaba en Ma­nila el periódico diario La Esperanza, y durante los años 1860 y 1861 colaboró en La ilustración filipina. Al igual que su padre, fue autor de numerosos trabajos relacionados con las islas, como los numerosos planos que realizó personalmente de las Filipinas.

Murió en Madrid el 1 de agosto de 1892. Además de las condecoraciones ya citadas, era Gran Cruz de San Hermenegildo, había sido armado maes­trante de Ronda en 1836 y Caballero de la Orden de Santiago en 1848. Presi­dió la Asociación Hispano-Filipina de Madrid, ciudad en la que ingresó como miembro del Ateneo y desempeñó el puesto de catedrático de Lógica y Ética en el Instituto Provincial de Teruel. Colaborador del Semanario Pintoresco Español, escribió numerosos artículos en el mismo.

 

Obras de ~: Memoria descriptiva de la isla de Mindanao en general y particu­larmente del puerto de Santa María en ella, y de los acontecimientos que allí tuvieron lugar al tiempo de su ocupación, Puerto de Santa María, 20 de julio de 1844; Reseña del nuevo Establecimiento de los ingleses en Singapore, 25 de junio de 1845; Memoria sobre el plan y medios que convendrá adoptar para tener en el menor tiempo posible y con el menor' gravamen la carta militar de la isla de Luzón, 11 de febrero de 1846; Memoria sobre la utilidad que presta a la plaza de Zamboanga y al Estado la ocupación del puerto de la Caldem, y qué puede esperarse de él en lo futuro, 10 de septiembre de 1847; Memoria sobre qué punto o puntos convendría ocupar con un ejérci­to protector de la ciudad de Manila para oponerse a las miras de otro ejér­cito establecido en Bulacán que intentase ocupar la provincia de Tondo, 20 mayo, 1849; Plano del cuartel del presidio de Cavite, 1849; Memoria sobre la valoración del número y especie de tropas y arti­llería necesarias para la guarnición de Manila en el caso de ser atacada en regla, 23 abril 1850; Memoria descriptiva e histórica de las islas Marianas y otras que las rodean, en relación con ellas y su organización actual, con estudios analíticos de todos sus elementos físicos, morales y políticos y propuesta de su reforma en todos sus ramos para elevarlos al grado de prosperidad que le corresponden, Madrid, Imprenta Nacional, 1875; “La isla de Mindanao y lo que contiene”, en Boletín de la Sociedad Geográfica de Madrid, t. XX (1887); La isla de Mindanao, su suelo y sus habitantes, s.l., 1887; “La isla de Mindanao. Nuestra marcha militar y política en ella y sus resultados”, en Memorial de Ingenieros, 4, 20 (octubre 1887), págs. 233-236.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia, Expedientes pers.

Estados (escalillas) del Cuerpo de Ingenieros, 1842-1885; W. E. Retana, Breve Diccionario Biográfico de los Ingenieros Militares que han estado en las Islas Filipinas, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1923; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993, 2 vols.; E. Miralles García y E. Gutiérrez Díaz-Bernardo, Viajeros españoles. Bibliografía. Siglo XIX, Alicante, Biblioteca virtual Miguel de Cervantes, 2011; D. Manzano Cosano, “España y la legitimación de sus colonias decimonónicas en el Pacífico a través de los mapas de Francisco Coello”, en IV Simposio iberoamericano de Historia de la Cartografía, Lisboa, 11-14 septiembre, Escuela de Estudios Hispano-Americanos - CSIC, 2012.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño

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