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Emilio Lamo de Espinosa Enríquez de Navarra

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Biografía

Lamo de Espinosa Enríquez de Navarra, Emilio. Marqués de Mirasol (XII) y Barón de Frignani y Frignestani. Valencia, 3.I.1914 – Madrid, 11.V.1985. Jurista y político.

Abogado, jurista, agrarista y político activo en el régimen del general Franco y en la primera etapa de la transición a la democracia. Nacido y criado en Valencia (1914), falleció en Madrid en 1985. Ligado a una familia valenciana de propietarios de fincas en Alcira y Requena, su padre había sido cónsul por oposición en San Francisco y Nápoles. Antes de licenciarse en Derecho, estudió en los Jesuitas de Valencia.

En 1935 se afilió a la Falange Española de las JONS en su tierra natal. Como “camisa vieja”, al estallar la Guerra Civil, se refugió sucesivamente en una pensión y en la Legación de Noruega en Madrid, que cobijaba la tercera colonia de asilados más importante de la capital. Allí permaneció hasta febrero de 1937 y entabló una relación fundamental con José Luis Arrese, más tarde ministro secretario general del Movimiento. Meses después, en la Embajada de Checoslovaquia contrajo matrimonio con María Luisa Michels de Champourcin, hermana de la poetisa Ernestina de Champourcin. El 29 de abril del mismo año abandonó la embajada camino de Valencia con ayuda de la Cruz Roja. De ahí pasó en un largo viaje a Barcelona, Marsella, Checoslovaquia, Polonia, Alemania e Italia (donde visitó a Alfonso XIII y a su hijo, Juan de Borbón). Regresó a España, vía Gibraltar, en julio de 1937 y se incorporó al ejército nacional en Sevilla como alférez provisional. Luchó en los frentes de Córdoba y Jaén y acabó la Guerra Civil con el grado de teniente.

Finalizada la contienda, y con sólo 27 años, sustituyó a José Luis Arrese como Gobernador Civil de Málaga, cargo que ocuparía durante cuatro años (1941-1945) y en el que se enfrentó a una de peores hambrunas que ha conocido la provincia, mientras formaba una familia en la que nacerían seis hijos: Amelia, Jaime, Mª Victoria, Emilio, María Luisa y José María.

Dejó su puesto en Málaga en agosto de 1945, al ser nombrado subsecretario de Agricultura con el ministro malagueño Carlos Rein, que se mantuvo en el cargo hasta 1951. Pocos meses después, siendo ministro Rafael Cavestany, salió del Ministerio y fundó el Instituto de Estudios Agrosociales, del que se convirtió en presidente. Además, el mismo año se colegió como abogado en Madrid y abrió un despacho junto con Mariano Navarro Rubio, quien sería ministro de Hacienda entre 1957 y 1965.

En 1956, Raimundo Fernández-Cuesta salió de la Secretaría General del Movimiento por culpa de la agitación universitaria en Madrid. Su sustituto, Arrese, nombró a Lamo de Espinosa director del Instituto de Estudios Políticos, relevando a Francisco Javier Conde. Aquella etapa fue la más importante de su carrera política dando lugar a un fracasado intento constituyente del franquismo. Efectivamente, Arrese le encargó coordinar la elaboración de leyes que consolidaran el régimen del 18 de Julio tras la muerte de Franco, porque reunía “conocimiento de las leyes y, sobre todo, frío cerebralismo dialéctico”. Con la colaboración de Jesús Fueyo y de Carlos Ollero, más un numeroso grupo de intelectuales y académicos fichados por el Instituto (muchos de ellos serían después eminentes catedráticos), Lamo de Espinosa se propuso “dar a España un ordenamiento constitucional, en el empeño de elevar el Estado franquista a un estado de derecho e inventar o instaurar un orden institucional en la vía intermedia entre el totalitarismo y la democracia liberal”.

Basándose en una democracia orgánica sin partidos, articulada a través de la Familia, el Municipio y el Sindicato, que entonces se entendían entidades “naturales” de representación política, preveía sustituir el caudillaje de Franco por un singular Estado de Derecho en el que un rey ejercería la Jefatura del Estado, pero no la del Movimiento ni la del Gobierno. Se pretendía de ese modo que un futuro monarca no pudiese optar por regresar al liberalismo político, tal y como había hecho en 1943 Víctor Manuel III recuperando el Estatuto Albertino. En todo caso, el proyecto se situaba lejos de los totalitarismos fascista o nazi, que Arrese rechazaba por su condición de católico.

Lamo de Espinosa participó en la confección de un anteproyecto de Ley Orgánica del Movimiento Nacional, otro de Ley de Ordenación del Gobierno, y de Ley de Principios del Movimiento. Los textos legales fueron llevados a debate en el Consejo Nacional del Movimiento. Su aprobación legal fracasó, sin embargo, por la oposición de los democristianos, los monárquicos y los obispos españoles presentes en aquella cámara. Como dejó escrito Lamo de Espinosa en sus Memorias (inéditas, depositadas, como todo su archivo político, en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas), fue en ese momento -veinte años antes de la aprobación de la Ley para la Reforma Política- cuando “el franquismo se jugó y perdió la continuidad sin Franco”. A su juicio, un futuro rey “juraría los principios del Movimiento y las Leyes Fundamentales franquistas para, a continuación, desmontar el sistema desde dentro”. Como así ocurrió, pues la exitosa desinstitucionalización del régimen franquista halló en su indefinición la mejor baza para la posterior Transición.

En febrero de 1957 Carrero Blanco constituyó un nuevo Gobierno de Franco y dió por hecha la salida de Arrese, pero el jefe del Estado le corrigió: “No conviene que salga ahora con la bandera de sus leyes”. En consecuencia, creó para él el Ministerio de la Vivienda.

Lamo de Espinosa, cuyo nombre se había barajado para ocupar el Ministerio de Agricultura, continuaría al frente del Instituto de Estudios Políticos hasta 1961 cuando le sucedió Manuel Fraga, que ya era subdirector del mismo. Participó en los estudios preparatorios de la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento Nacional que finalmente se aprobó en mayo de 1958 sin sus aportaciones. Desde entonces, su carrera política se circunscribió a su tarea como presidente del Sindicato de Banca y Bolsa, consejero del Banco de España y del Instituto Nacional de Industria (INI), además de procurador en Cortes.

Como procurador en Cortes en todas las legislaturas franquistas (desde 1943 hasta 1976), desarrolló una intensa labor presidiendo la Comisión de Agricultura y participando en la elaboración de un sinnúmero de leyes agrarias, tales como la Ley de Colonización de Grandes Zonas, la de Concentración Parcelaria, la ley de Caza o la ley del Fondo de Ordenación y Regulación de Producciones y Precios Agrarios (FORPPA), publicando numerosos artículos en la Revista de Estudios Agro-Sociales y como presidente de la Asociación Española de Derecho Agrario.

También como procurador, en noviembre de 1976 tomó parte en el debate y votación de la Ley para la Reforma Política que abrió las puertas a la democracia. Presentó entonces brillantemente numerosas enmiendas técnicas a diferentes artículos, que fueron interpretadas por Torcuato Fernández-Miranda como obstruccionistas. No obstante, acabó votando a favor de la Ley. Un año antes, había figurado como candidato simbólico en la terna para designar al presidente de las Cortes, junto a Licinio de la Fuente y el citado Fernández-Miranda (el elegido finalmente por deseo de Juan Carlos I). Este último decidió removerle de inmediato, como al resto de los presidentes más conservadores, de las comisiones de aquellas Cortes.

En 1977 presentó su dimisión como presidente del Instituto de Estudios Agrosociales a su propio hijo Jaime, entonces Subsecretario de Agricultura en el Gobierno de Adolfo Suárez.

Por sus méritos y trabajos recibió las Grandes Cruces de Isabel la Católica, Mérito Civil, Mérito Agrícola, Cisneros y encomienda de Alfonso X el Sabio, así como la Medalla al Mérito del Trabajo y Orden del Quetzal de Guatemala (país para el que redactó un proyecto de ley de Reforma Agraria en 1959). También la medalla de Oro de la ciudad de Requena. Y por méritos durante la Guerra Civil recibió la Cruz de Guerra, Cruz al Mérito Militar y Medalla de la Campaña. Fue asimismo Medalla de la Vieja Guardia de Falange Española. Además, en 1964 y a la muerte de su tía Sol Palavicino y Lara, le sucedió en los títulos (que jamás utilizó) de Marqués de Mirasol y Barón de Frignani y Frignestani. En 1970 ingresó en la Real Maestranza de Caballería de Valencia siguiendo una tradición familiar.

Falleció en Madrid el 11 de mayo de 1985, siendo enterrado en el panteón familiar de Valencia. Su esposa le sobreviviría poco tiempo pues fallecerá el 27 de noviembre de 1987.

 

Obras de ~: “Fomento y defensa de la propiedad agrícola familiar”, en Revista de Estudios Agrosociales (REA), núm. 5, (1953), págs. 7-20; “Aspectos de la agricultura española y su industrialización”, en REA, núm. 7, (1954), págs. 7-43; “La expropiación forzosa de fincas rústicas por causa de interés social, a través de la jurisprudencia”, en REA, núm. 10, (1955), págs. 7-63; “La agricultura dentro de un proceso nacional”, en REA, núm. 13, (1955), págs. 35-59; “El informe del banco mundial y la agricultura española”, en REA, núm. 41, (1962), págs. 7-60; “La administración local y la política agraria”, en REA, núm. 44, (1963), págs. 7-35; “La agricultura y el plan de desarrollo”, en REA, núm. 45, (1963), págs. 7-33; “La agricultura, problema social”, en REA, núm. 48, (1964), págs. 7-34; “Problemática de la agricultura en el momento actual”, en REA, núm. 65, (1968), págs. 7-24; “Proceso formativo de la Ley de Reforma y desarrollo agrario”, en REA, núm. 91, (1975), págs. 7-66.

 

Bibl.: J. L. Arrese, Una etapa constituyente, Barcelona, Planeta, 1982; Á. De Diego, “La tardía definición programática del Régimen de Franco: la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento Nacional (1958)”, en Aportes: Revista de historia contemporánea, año núm. 20, núm. 57, (2005), págs. 94-109; El franquismo se suicidó, Málaga, Sepha, 2009; P. y A. Fernández-Miranda, Lo que el Rey me ha pedido: Torcuato Fernández-Miranda y la Reforma Política, Barcelona, Plaza&Janés, 1996, págs. 401 y 436.

 

Álvaro de Diego González