Boot, Adrian. La Haya (Países Bajos), u. t. s. XVI – Ciudad de México (México), c. 1648. Ingeniero militar e hidráulico.
Era hijo de Enrique Boot y de Merencia Nicolás. Considerado como experto en obras hidráulicas, trabajó en Nueva España durante el primer tercio del siglo XVII. Marchó a México en el año 1614 en la flota mandada por don Juan de la Cueva Mendoza.
La razón de ello se debió a la necesidad de hacer una inspección en las obras del desagüe del valle de México, dirigidas entonces por el cosmógrafo real Enrico Martínez. Su nombramiento fue hecho por Real Cédula de 1 de junio de 1613. La elección de este técnico la hizo el embajador español en París, don Iñigo de Cárdenas, a quien Felipe IV escribió el 2 de mayo de 1612, encargándole buscara para la dirección de las obras del desagüe, un “artífice o ingeniero que sea geómetra y sepa medir las alturas y pesar las aguas”. Los servicios de Boot se ajustaban el 1 de abril de 1613 por una Real Cédula a su favor, para que reconociera la obra del desagüe del valle de México, con sueldo de 100 ducados al mes.
En el citado año de 1612 realizaba un diseño de la Ciudad de México y del Virreinato de la Nueva España, desde el Mar del Norte al Sur, para instrucción del desagüe de la Laguna de México. Fechado en París, fue remitido por don Iñigo de Cárdenas con carta de 29 de julio del mismo año. Boot debió realizarlo a la vista de los antecedentes que le fueron presentados al proponerle que se encargase de dichas obras.
Boot llegaba a la capital del virreinato el 3 de octubre de 1614. Reunido el Real Acuerdo, se le comisionaba para que hiciera un reconocimiento de las obras de La Laguna. El 17 de noviembre de ese año iniciaba el reconocimiento de las obras del desagüe, dirigidas a la sazón, como se ha señalado por Enrico Martínez. El informe de Boot fue desfavorable para Martínez, proponiendo nuevos sistemas para liberar a la ciudad de las inundaciones, plan que no era aceptado. Se hizo una propuesta para que los proyectos y diseños de ambos se estudiaran desapasionadamente, aunque no se logró un acuerdo entre los técnicos ni entre sus respectivos representantes. En consecuencia, en ese año se le mandaba asistir a Enrico Martínez en las obras de desagüe del valle de México. La posición de Adrian Boot al respecto era que la obra emprendida tendría poco efecto porque no estaban bien realizadas las mediciones de alturas, a lo que había que sumar el resultado constante de los azolves provocados por el río Cuautitlán, que implicaba la disminución constante en las cantidades de salida de agua. Boot proponía, en contraste, buscar el control sobre las avenidas de aguas a través de un sistema de diques y compuertas que presuntamente había experimentado, de manera que se mantuviera el nivel de las aguas sin proceder directamente al desagüe de las mismas.
Independientemente de su trabajo en el desagüe de México capital, en el año 1615 Boot trabajaba en Acapulco, siendo el autor de la planta de la primera fortaleza erigida en aquel puerto y el ingeniero director de sus obras. La obra de la fortaleza quedó concluida el 15 de abril de 1617 y su coste se valoró en 113.400 ducados. No obstante, en su entrada y en la parte superior del frontispicio están las armas reales y debajo un letrero del tenor siguiente: “Reynando en las Españas Y mlias Orientales y Occidentales la Magd. del Imbictissimo y Catolico Rey Don Felipe Nuestro Señor, Terzero deste nombre, siendo su ViRey Lugar Theniente y Capitán General en los Reynos de la Nueba España Don Diego Fernandez de Cordoba, Marqués de Guadalcazar, se hizo esta fortificación. Año de 1616. Yngeniero Adrian Boot”. Es probable que en las obras exteriores y complementarias se emplearan los primeros meses del año siguiente.
Boot es el autor de dos planos de los puertos de Veracruz y Acapulco (Vista del Puerto de Acapulco en el Reino de la Nueva España en el Mar del Sur), que más bien se pueden considerar como “vistas panorámicas”. En el correspondiente al puerto de Veracruz, dibuja la fortaleza de San Juan de Ulúa. En 1617 era nombrado ingeniero mayor de la Real Fuerza de Acapulco, manifestando sobre su muelle que tenía poca profundidad y debía hacerse nueva plataforma, realizando, además, un proyecto para una fundición. Desde 1615 estaban llevándose a cabo obras en el puerto, y así decían documentos de la época que “S.M. aprueba la aplicación de arbitrios y pide que el Yngeniero D. Adrián Boot forme planta y presupuesto de la obra que debía ejecutarse”. Este ingeniero presentaba en efecto plano de las obras, pues según el virrey: “que han servido las plantas del Puerto y sus fortificaciones que están mui buenas”. Y sobre el puerto pedía ensancharlo cinco varas más de lo “que viene designado” dejando suficiente plataforma. Estaba íntimamente ligada la fortificación a la construcción del muelle, cuestión lógica dada su importancia.
En 1619, debido a que no se le daba la dirección de las obras del desagüe, pedía regresar a España, pero el virrey no lo autorizó.
Al virrey, marqués de Guadalcázar, le sucedió el conde de Priego en el virreinato de Nueva España (septiembre de 1621), quien apartaba de la dirección de las obras del desagüe a Enrico Martínez, sometido a duras críticas, debidas principalmente a derrumbamientos en la excavación y tajo abierto, además de problemas económicos sobre costes y mano de obra, encargando de ellas a Boot. Modificado el sistema primitivo con arreglo a las directivas de este último ingeniero, no tardaron en crecer nuevamente las aguas de La Laguna. Desde 1624 hasta 1627 se hicieron una serie de experiencias, se celebraron juntas, etc., cuyas consecuencias fueron funestas. La cuestión iba poniéndose cada vez peor, hasta que el 21 de septiembre de 1629 se produjo, como consecuencia de una gran tormenta, la inundación de la mayor parte de las calles de México. Enrico Martínez, encarcelado poco antes, era repuesto en la dirección de los trabajos del desagüe y cesado Boot.
En 1621 el virrey le ordenaba ir a Veracruz para realizar un reconocimiento de la fortificación de San Juan de Ulúa, al tiempo que se le nombraba ingeniero director de las obras, de las que, el 9 de octubre de ese año remitía una Relación de San Juan de Ulúa y, al siguiente año, una Relación sobre el gasto y costo del abrigo y fortificación de dicho castillo. Adrián Boot, en su relación sobre San Juan de Ulua, decía sobre el proyecto de Antonelli de 1590 que no servía para abrigo de las flotas, sino solamente como fortificación.
También se le encargó el proyecto de fortificaciones del poblamiento del septentrión, principalmente en Nueva Vizcaya.
En 1637, un enviado del virrey informaba a la Inquisición de la sospecha de que Adrián Boot actuaba como espía. El propósito del virrey era que se procediera de forma inmediata con dos tipos de acciones: el secuestro de todos sus papeles, para poder descubrir la verdad sobre aquella sospecha, y su encierro en una cárcel secreta, donde permanecería incomunicado, para evitar la posible injerencia de cómplices.
Para hacer frente al proceso, durante el mes de octubre se procedió a la almoneda y venta de una parte de estos bienes, cuya recaudación ascendió a la suma de 329 pesos y medio. Adrian Boot permaneció encerrado cerca de siete meses, pero parece que desde el mes de febrero de 1638 se interrumpió el proceso seguido en su contra y a mediados de abril del mismo año obtuvo la licencia para regresar a su casa y para recuperar los bienes que le habían embargado y no se habían vendido.
En la relación de bienes realizado en 1637 por la Inquisición figura una biblioteca propiedad de Boot, que constaba de 240 títulos, número de libros notable para su época. Una primera revisión muestra la gran diversidad de lenguas bajo las que fueron impresos: 88 en lengua flamenca, 42 en la francesa, 23 en lengua italiana, 20 en romance, 15 en lengua castellana, 16 en la latina, cuatro en alemán, dos en lengua inglesa, uno en la florentina y queda un conjunto de 29 casos sin especificar, muchas veces por tratarse de cuadernos de estampas o referencias incompletas del listado.
Adrian Boot testaba el 4 de julio de 1630 en Ciudad de México, falleciendo en esa misma ciudad, aproximadamente en 1648.
Bibl.: J. A. Calderón Quijano, “Ingenieros militares en Nueva España”, en Anuario de Estudios Americanos, 6 (1949), págs. 1-72; J. O. Moncada Maya, Ingenieros Militares en Nueva España. Inventario de su labor científica y espacial. Siglos XVI-XVIII, México D.F., Universidad Autónoma de México, 1993; J. A. Calderón Quijano, Las fortificaciones españolas en América y Filipinas, Madrid, Editorial Mapfre, 1996; C. Laorden Ramos, Obra Civil en Ultramar del Real Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Ministerio de Defensa, 2008, 2 vols.; J. I. Urquiola Permisán, “La biblioteca de un ingeniero militar, hidráulico y portuario del siglo XVII. Adrián Boot y su estancia en México y Puerto de Veracruz”, en F. Morales Padrón (coord.), XVIII Coloquio Historia canario-americana, Las Palmas de Gran Canaria, Cabildo Insular de Gran Canaria, 2010, págs. 969-982.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño
