Jiménez del Guazo, Manuel. Cardela (Granada), 15.X.1775 – ?, p. m. s. xix. Diputado, oficial de la Secretaría de Gracia y Justicia.
Sus padres fueron José Jiménez Fernández, oriundo de Cardela, y Teresa Guazo Sereno, nacida en Salvatierra de Santiago (Cáceres). Fueron sus abuelos paternos José Jiménez y María Fernández, y los maternos Diego Guazo y María Sereno.
Obtuvo el título de bachiller en Leyes por la Universidad de Granada en 1787.
Funcionario de la Junta Central, a finales de 1809 había formado con asentimiento de ésta una partida a cuyo frente combatió a los franceses, pasando después a capitanear otra que operó con bastante fortuna por la vega de Antequera. Vestía a la antigua usanza española, con larga espada y grandes mostachos, lo que inevitablemente le daba cierto aire quijotesco que, entre la población gaditana, causaba gran comicidad.
Diputado por la provincia de Granada en la Cortes Generales y Extraordinarias (1810-1813), fue elegido el 2 de marzo de 1813 en el Ayuntamiento de Granada, según la Instrucción del 1 de enero de 1810.
Se le otorgó su poder el 4 de marzo, jurando su cargo el día 28. De pensamiento absolutista, perteneció a la comisión de Guerra, y contó con diversas intervenciones en debates tales como los de la libertad de imprenta, abolición de rentas provinciales, infractores de la Constitución, diputación permanente de las Cortes y tributo indio, sobre el que pidió su desaparición, alegando que “nada demostraría más a los indios la santidad de nuestra religión que el ver que hasta ellos se extiende la caridad cristiana”. Defensor de la Iglesia, a la que consideraba la máxima potestad en lo espiritual, llegó a afirmar que en lo espiritual, “la soberanía eclesiástica no podía ser competencia de otros poderes”. Asimismo, se mostró firme partidario de la Inquisición, abogando, de paso, por la rehabilitación de las órdenes religiosas, a las que consideraba “un ejercicio permanente de caridad y justicia política”. Muy enfrentado con los elementos más liberales, llegó a quejarse de que sus discursos fueran manipulados, ya que, al cotejar los originales con el Diario de sesiones, “no había coincidencia alguna”.
Posteriormente, con la reacción absolutista de 1814, su lealtad y servicios a la Corona le valieron ser nombrado por Fernando VII oficial de la Secretaría de Estado y del Despacho de Gracia y Justicia y consejero de Capa y Espada del Consejo de Indias el 23 de abril de 1818.
Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, legislatura 1810-1813, leg. 2, exp. 1.
P. R. Vélez, Apología del Atar y del Trono, vol. II, Madrid, Imprenta de Cano, 1818, pág. 326; Congreso de los Diputados, Diario de sesiones de las Cortes Generales y Extraordinarias, Madrid, Imprenta de J. A. García, 1870; M. Gómez Imaz, Los periódicos durante la Guerra de la Independencia española, Madrid, 1910, pág. 113; A. Gil Novales, Diccionario Biográfico del Trienio Liberal, Madrid, El Museo Universal, 1991, pág. 343; J. M.ª García León, Los diputados doceañistas, vol. I, Cádiz, Ayuntamiento, 2006, págs. 385-386; M. Urquijo Goitia (dir.), Diccionario biográfico de parlamentarios españoles. Cortes de Cádiz. 1810-1814, Madrid, Cortes Generales, 2010 (CD-Rom); A. Gil Novales, Diccionario biográfico de España (1808-1833). De los orígenes del liberalismo a la reacción absolutista, vol. 2, Madrid, Fundación Mapfre, 2010, pág. 1582.
José María García León
