Torre Gutiérrez, Matilde de la. Cabezón de la Sal (Cantabria), 14.III.1884 – Ciudad de México (México), 19.III.1946. Diputada republicana socialista e intelectual.
Nació en el seno de una familia de notables hidalgos cántabros de las clases medias ilustradas, hija del notario Eduardo de la Torre y de Ana Gutiérrez Cueto, cuyo padre Castor Gutiérrez fue fundador del periódico La Abeja Montañesa (1856) y cuyo hermano fue promotor y director de El Atlántico (1886). Estos orígenes burgueses la vincularon rápidamente con ambientes intelectuales y estimularon sus numerosas inquietudes culturales. Se desconocen datos precisos acerca de su educación, pero está documentado su conocimiento autodidacta y su amplia preparación idiomática, artística, literaria o musical, así como algunos rasgos de su personalidad entre los que sobresalen su dinamismo e ingenio.
Huérfana desde muy joven, a los veintinueve años se casó con su primo Sixto Gutiérrez, en Arequipa (Perú). No obstante, se trató de un matrimonio fugaz de apenas quince días de duración al cabo de los cuales su marido la abandonó. Pero este fracaso sentimental no lastró el activismo y compromiso de Matilde hacia diferentes causas tal y como expresan sus escritos e iniciativas de esta época.
En 1917 publicó su primera obra literaria en forma de novela epistolar titulada Jardín de las Damas Curiosas, a la que siguieron otras de mayor significado socio-político: los ensayos Don Quijote, Rey de España (1928), y El Ágora (1929). Asimismo fundó en estos años un centro de estudios particulares de bachillerato, la Academia Torre, donde aplicó la pedagogía de la Institución Libre de Enseñanza. Muy interesada por el mundo de la música y el folclore, también dirigió y puso en funcionamiento en 1924 el Orfeón de Voces Cántabras y el Grupo de Danzas de Cabezón de la Sal.
En abril de 1931 participó en las elecciones en apoyo de la coalición republicano-socialista, conectó con las directrices del congreso extraordinario celebrado por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en julio de ese mismo año y se afilió a las filas del partido a los pocos meses. Inició de esta manera una fructífera andadura en el mundo de la política activa, aunque sin descuidar su faceta intelectual. Son destacables en esta etapa sus colaboraciones en los periódicos El Socialista y La Región, donde publicó sus escritos junto a la madre de Hildegart, Aurora Rodríguez. En 1932 editó El banquete de Saturno y multiplicó además sus actividades culturales. Fue la responsable de la organización de diferentes actos de carácter populista en Santander y participó con un discurso sobre feminismo y pacifismo en las Primeras Jornadas Eugénicas Españolas organizadas por la Liga Española de Reforma Social.
A partir de 1933 se intensificó su participación en la política activa y aumentó su peso dentro del partido, gracias a la amistad que compartió con personalidades relevantes de la talla de Indalecio Prieto, Negrín, María Lejárraga, Ramón González Peña o Ramón Lamoneda, entre otros. En este año solicitó el voto de las mujeres de cara a las elecciones en un acto organizado por las juventudes socialistas de Tolosa; precisamente para los mismos comicios en los que formó parte de las listas del PSOE para el Congreso de los Diputados, y en los cuales fue elegida diputada por Asturias.
Pero el devenir de los acontecimientos no fue favorable para las izquierdas, que resultaron perdedoras de las elecciones, en un contexto político convulsionado por el progresivo avance de los fascismos. Ante este panorama adverso Matilde ingresó en la Asociación de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo, organización feminista de ideología comunista fundada en 1933 a la que también se adhirieron en ese momento otras socialistas destacadas como Matilde Cantos o Matilde Huici. El triunfo del Frente Popular en las elecciones de 1936 volvió a situarla en el primer plano de la política como diputada por Asturias. Pero el levantamiento militar puso fin en pocos meses a las aspiraciones de los republicanos.
Tras la formación del Gobierno de Largo Caballero en agosto de 1936 fue designada directora general de Comercio y Política Arancelaria, lo que la obligó a trasladarse sucesivamente a Madrid, Valencia y Barcelona siguiendo el devenir del Gobierno de la República.
No obstante, cuando la realidad en España se volvió insostenible decidió viajar a Marsella para continuar con sus actividades intelectuales desde el exilio.
En Francia colaboró en la revista Norte desde julio de 1939. Allí publicó en 1940 su obra titulada Mares en la sombra, y allí permaneció hasta que se exilió nuevamente a México, siguiendo la estela de otras muchas intelectuales españolas. Sin embargo, su deficiente estado de salud a partir de 1944 y sus continuos ingresos hospitalarios limitaron sus actividades hasta el momento de su fallecimiento en el sanatorio Barsky a la edad de setenta y dos años.
Obras de ~: Jardín de las Damas Curiosas, 1917; Don Quijote, Rey de España, Santander, Editorial Montañesa, 1928 (Santander, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cantabria, 2000); El Ágora, 1929 (Santander, Aldús, 1930; Santander, Consejería de Cultura y Deporte, 2001); El banquete de Saturno, Barcelona, Imp. Clarasó, 1932; Mares en la sombra, París, 1940 (A Coruña, Ediciós do Castro, 2007).
Bibl.: M.ª C. Calderón, Matilde de la Torre y su época, Santander, Tantín, 1984; Torre, Matilde de la (1884-1946), Madrid, Fundación Friedich Ebert, 1984; VV. AA., Gran Enciclopedia de Cantabria, Santander, Editorial Cantabria, 1985; S. Tavera (coord.), Mujeres en la historia de España. Enciclopedia biográfica, Barcelona, Planeta, 2000, págs. 696-700.
Beatriz Caballero Mesonero
