Cucalón y Aparicio, José María. Cartagena de Indias (Colombia), 8.IX.1786 – Panamá, 18.VII.1839. Ingeniero militar, marino.
Hijo del coronel Bartolomé Cucalón Villamayor Vera y Garcés, natural de Ayerve, en Aragón, y Vicenta Martínez de Aparicio y Tatis, de Cartagena de Indias.
Aprendió las primeras letras en su ciudad natal; muy joven perdió a su madre y, con doce años, pasó a España e ingresó en las Milicias. En 1800 era cadete del Regimiento de Infantería de Línea de Nápoles con sede en Cádiz y actuó de guarnición en Sanlúcar de 357 Cucalón y Vilama yor, Felipe Bartolomé Barrameda durante la epidemia de tifus que asoló a las provincias andaluzas.
Ascendido a subteniente, regresó a Cartagena de Indias bajo las órdenes de su padre, nombrado gobernador de Guayaquil. Entre 1803 y 1804 desempeñó comisiones de mar, fue capitán del puerto de Guayaquil y tuvo un heroico comportamiento en el incendio del Hospital y Convento de San Juan de Dios. fue agraciado, junto a tres compañeros, con una Cédula Real librada el 15 de agosto de ese año.
En 1805 fue ayudante del comandante de Ingenieros en el levantamiento de planos y otros trabajos técnicos.
En ese mismo año permaneció siete meses embarcado en la fragata Astrea. El 20 de abril de l807, al mando de dos lanchas cañoneras, salió en persecución de la goleta angloamericana Topacio, que armada en guerra hacía el contrabando. La enfrentó e hizo huir, tomando prisioneros. Enseguida persiguió al navío de guerra Courtwalles que, a la altura de la isla de Santa Clara, bloqueaba la entrada del golfo de Guayaquil.
En julio de 1809, con el grado de sargento mayor, viajó como ayudante del anciano presidente de la Audiencia de Quito, pero a los pocos días, en la madrugada del 10 de agosto, estalló la revolución.
Fue apresado y tras una conversación con Juan Pío Montúfar, marqués de Selva Alegre, presidente de la Junta de Gobierno, salió en libertad el día 12, para que enviase a su padre un comunicado en el que le pedía que se plegase al movimiento insurgente, pero enterado de todos los movimientos revolucionarios logró comunicarlos a su padre. Apresado nuevamente por sospechas, tras varias negociaciones lo enviaron a Guayaquil. Meses después, y por bajas intrigas de malquerientes, su padre fue relevado del cargo de gobernador.
Al no tener nada que hacer en la Audiencia de Quito, José María Cucalón se reintegró a sus funciones de cuartel en Cartagena de Indias y participó en los disturbios que se promovieron con ocasión del reconocimiento de las Cortes de la isla de León y en la asonada realista para volver dicha región al antiguo estado de cosas.
Entre 1812 y 1815 realizó las campañas militares de las costas de Santa Marta y al arribo de los veintemil hombres de tropa de la expedición del pacificador Pablo Morillo, fue disuelto su batallón pero ascendió a capitán en el nuevo Regimiento llamado del Infante Don Carlos. En 1818 falleció su padre en la pobreza, mientras litigaba en la Corte.
Para defender el honor familiar viajó a España y, estando en Cádiz, unos ladrones le despojaron de todos sus biene pero fue ayudado por el comerciante Ildefonso Ruiz del Río. Finalmente obtuvo la rehabilitación de la memoria de su padre y pudo solicitar la Contaduría de las Reales Cajas de Manila o la Contaduría Mayor del Tribunal de Cuentas de Quito. En enero de 1821 le nombraron contador de las Cajas Nacionales de Panamá y, dada su pobreza solicitó un adelanto de dos mesadas y que un barco le trasladase gratis a su destino. Actuó solo un año, pues advino la independencia en 1822. El 24 de agosto del año siguiente contrajo en Panamá ventajoso matrimonio con Manuela de Arce y Delgado, enlace del que hubo extensa sucesión. Falleció en esta ciudad el 18 de julio de 1839. Se conserva su retrato, en el que se le ve apuesto y varonil.
Bibl.: R. Pérez Pimentel, Diccionario Biográfico del Ecuador, t. VII, Guayaquil, Imprenta de la Universidad de Guayaquil, 2002 (2.ª ed.).
Rodolfo Pérez Pimentel
