Gil Barrios, Juan Antonio. Casarejos (Soria), 14.IV.1767 – Murcia, II.1812. Organero.
Nacido en el lugar soriano de Casarejos, en la diócesis de Osma, como fruto del matrimonio entre Miguel Gil y Ana Barrios, nada sabemos de él hasta el 1 de enero de 1795 en que Fernando Molero, yerno de Julián de la Orden y jefe del taller familiar conquense tras la marcha de su famoso suegro a Málaga para trabajar en su catedral, suscribía con él un contrato de aprendizaje, hallándose ya viviendo en su casa desde hacía varios años “para aprender dicha facultad de organero”, por otros tres más, comprometiéndose “a darle el vestido y alimento necesario y más sesenta reales cada mes para que, con ellos o parte, asista a el dicho su padre”.
Como oficial trabajó en la construcción de los dos nuevos grandes órganos de coro para la catedral de Murcia, contratados en Cuenca entre Molero y el canónigo fabriquero Francisco Rubín de Celis el 23 de julio de 1793, y concluidos con éxito en diciembre de 1799.
Al regreso del constructor a Cuenca, Gil permaneció provisionalmente en Murcia como responsable del mantenimiento de las nuevas máquinas y cuando, en marzo de 1801, falleció el maestro y el taller quedó, en la práctica, extinguido, no halló otra salida de subsistencia que solicitar al Cabildo murciano la plaza de afinador, vacante desde que en 1790 había hecho su renuncia Francisco Martínez Rosales. Finalmente, en 5 de diciembre de 1801 sería preferido para el cargo frente a las manifiestas aspiraciones del oriolano Miguel Alcarria.
A finales del año siguiente se comprometía por escrito en la hechura de una obra de nueva planta, de un solo teclado, para la parroquia de San Juan Bautista de Murcia por 9.000 reales, 22 arrobas de estaño, 8 de plomo y el viejo órgano inservible.
En 1809 otorgaba testamento. Por él sabemos que el convento de los mercedarios de la capital le debía, sin especificarse el origen aunque la razón está muy clara, 22.000 reales; que a la parroquia de San Miguel de Mula (Murcia) le ocurría otra tanto, en este caso por 14.000; y que asimismo le seguían endeudadas las iglesias de Torreagüera y Pliego, ambas también en Murcia.
Ese mismo año, el 22 de agosto, certificaba haber recibido del mayordomo fabriquero de la parroquia de Santiago de Jumilla la cantidad de 44.515 reales que, añadidos a los 7.735 en que se valoraba la parte aprovechable del viejo instrumento, presumiblemente obra de Fulgencio Llop, ya en su poder, importaban los 52.000 en que se tasó el nuevo y último trabajo, de dos teclados, del que tenemos noticia. Tres años después, en febrero, fallecía en la capital murciana.
Obras de ~: Órgano nuevo, parroquia de San Juan Bautista, Murcia, 1803 (parcialmente conservado); órgano nuevo, parroquia de Santiago, Jumilla, 1810 (parcialmente conservado).
Bibl.: E. Máximo García, El órgano Merklin-Schütze de la catedral de Murcia, Murcia, Cajamurcia, 1994, pág. 32.
Enrique Máximo García