Medina, Lope. ?, s. m. s. xvi – p. t. s. xvii. Ceramista.
Alfarero, muy probablemente originario de Muel (Zaragoza), que se instaló en Huesca en el último cuarto del siglo xvi. Debía ser descendiente de Mahoma el Mediní, “cantarero” de Zaragoza, al que, en 1449, se le encargaron azulejos para la capilla del palacio arzobispal y el suelo del coro de la Seo de Zaragoza, y familia directa de Gabriel Medina, “maleguero” (el que hace obra a la manera de Málaga) de Muel, documentado en el tercer cuarto del siglo xvi (1557, 1559, 1561, 1577 y 1579).
Se conoce su presencia en Huesca a partir de 1595, año en el que se le cita como “maestro de azulejos” de la catedral, al anotar en sus Libros de Fábrica el pago de “4 libras y 16 sueldos por el importe de los 400 azulejos obrados a 24 sueldos el ciento”, lo que suponía unos 2,8 dineros la pieza. Este encargo podría tener que ver con los azulejos de cartabón verdes y blancos, y las “cintillas” en policromía que todavía se conservan en la capilla de San Joaquín.
Este primer contacto con la capital altoaragonesa y las posibilidades de trabajo que se le ofrecían en una ciudad en la que faltaban alfareros expertos, pudo determinar que en 1596 presentase al Concejo oscense una propuesta de “provisión de ollas”, acompañada de un memorial en el que razonaba detalladamente esta situación, solicitando un préstamo de 3000 sueldos para construir los hornos —que se comprometía a devolver a lo largo de los seis años siguientes—, a cambio de obtener el monopolio de la “producción de ollas, cazuelos y cazuelas y otros vasos” para la ciudad.
El 3 de enero de 1597 se firmaba el correspondiente acuerdo entre el Concejo y Lope Medina, por el que se comprometía a abastecer todas las necesidades de los mercados oscenses, a dar una determinada cantidad de ollas para el servicio de los presos de la cárcel y a vender su obra de ollería (pormenorizada pieza a pieza en el documento) a unos precios fijados, favorables a sus vecinos. En 1605 continuaba con su actividad en la ciudad, firmando un nuevo acuerdo de “arrendamiento de las ollas y obra de fuego” con el Concejo municipal, en parecidos términos al anterior, añadiendo ahora que, en caso de no producir lo necesario para cubrir la demanda, él mismo debería traer ollas desde Cataluña, vendiéndolas en las cantidades pactadas, que debían figurar en una “tarifa de precios” en la entrada de su botiga. Lope Medina firmó él mismo los documentos. Llevó a Huesca a otros miembros de su familia del mismo oficio, para que le ayudaran en su trabajo: su hermano Joan Medina y su hijo Gerónimo Medina.
A la vez, Lope Medina continuó con su oficio de azulejero, por el que en 1600 se le encargaba una partida de azulejos para una casa particular, explicitando en el documento que los hiciera iguales a los que algo antes había producido para la capilla del Rosario de la iglesia de Santo Domingo y para la “sala de la Retreta” de la ciudad. Es decir, la azulejería de arista obrada por Medina en Huesca fue muy similar a la producida por estas mismas fechas en el alfar de Muel, del que debía proceder.
Finalmente, se puede precisar el lugar en el que estuvo instalado el obrador de Lope Medina, en el barrio de San Lorenzo, donde habrían de seguir trabajando algunos miembros de su familia después de la expulsión de los moriscos en 1610, año en que, como cristiano nuevo, debió abandonar la ciudad de Huesca hacia el exilio.
Obras de ~: Azulejos para la catedral, Huesca, 1595; Azulejos para la capilla del Rosario de la iglesia de Santo Domingo, Huesca, c. 1599; Azulejos para la “sala de la Retreta”, Huesca, c. 1599; Azulejos para una casa particular, Huesca, 1600.
Bibl.: R. del Arco Garay, La Catedral de Huesca, Huesca, V. Campo, 1924, pág. 193; M.ª I. Álvaro Zamora, “El trabajo en los alfares mudéjares aragoneses. Aportación documental acerca de su obra, controles de su producción y formas de comercialización y venta”, en Revista Zurita (Zaragoza, Institución Fernando el Católico), 65-66 (1992), págs. 97-137; “La cerámica mudéjar de aplicación arquitectónica en Aragón (España)”, en VV. AA., Actes du vie Congrès de la céramique médiévale en Méditerranée. Aix-en-Provence (France), 1995, Aix-en-Provence, Narration Éditions, 1997, págs. 641-654 (pl. XI-XII); “La cerámica aragonesa”, en T. Sánchez Pacheco (coord.), Cerámica española, en J. Pijoán (dir.), Summa artis: historia general del Arte, vol. XLII, Madrid, Espasa Calpe, 1997, págs. 221-288; Mª. I. Álvaro Zamora, “Técnicas y tipologías cerámicas aplicadas a la arquitectura aragonesa de los siglos xiii al xvii (1610). Relaciones con el resto de las producciones peninsulares”, en VV. AA., Actas del V Congreso de Arqueología Medieval Española. Valladolid, 1999, Valladolid, Junta de Castilla y León, 2000, págs. 823- 849; Cerámica aragonesa, vols. I y II, Zaragoza, Ibercaja, 2002, págs. 60-62, 121-122, 145, 190-194 y pág. 252, respect.
María Isabel Álvaro Zamora
