Alpin, Joan. ?, s. m. s. xvi – p. t. s. xvii. Ceramista.
Joan Alpin aparece documentado en Muel (Zaragoza) desde 1575. En ese año es uno de los veinticuatro “oficiales de hacer vajilla de barro” o “malegueros” —es decir, maestros ceramistas que dominaban la producción de loza a la manera de Málaga— que pactaban con el mercader zaragozano Joan Ortín de Villanueva el abastecimiento de todo el plomo y estaño que precisasen a lo largo de los nueve años siguientes. Ambos materiales eran los imprescindibles para la producción del esmalte blanco estannífero con el que impermeabilizaban la vajilla y azulejería, de modo que el contrato les garantizaba su suministro continuado a unos precios estables (el plomo a cuatro ducados el quintal y el estaño a dos sueldos y siete dineros la libra), a la par que suponía la segura comercialización de su obra a través del citado mercader, tasada a unos precios igualmente pactados, que variaban según se tratase de: “vajilla común” (a siete sueldos y seis dineros la gruesa), “vajilla delgada” (a quince sueldos la gruesa), “cerrado mayor” (a siete sueldos y seis dineros la docena), “cerrado menor” (dos docenas por el valor de una docena de cerrado mayor), “platos grandes” (a diez sueldos la docena), “platos medianos, cuencos de pie y naberas” (a cuatro sueldos la docena), “jarros de vino y aceiteras” (a un real la docena) y “cucharas y coberteras” (a siete sueldos y seis dineros la gruesa). Este acuerdo se firmaba con la aprobación previa de su señor temporal —el marqués de Camarasa, a quien pertenecía la localidad—, tratándose de una fórmula reiteradamente usada por los alfareros de Muel para asegurarse el suministro de las principales materias primas, caras y a veces difíciles de obtener, y la comercialización de la mayor parte de su producción, dirigida a los principales mercados de dentro y fuera de Aragón a través de comerciantes especializados que contaban con una extensa red de botigas de venta.
La loza muelana se decoró con azul, obtenido del óxido de cobalto, y dorado, logrado por medio de la compleja fórmula del reflejo metálico, inventada en el siglo ix en los alfares islámicos de Irán e Irak, introducida muy pronto en los obradores de al-Andalus y continuada después en los talleres mudéjares. De ella se conserva un magnífico ejemplo firmado por este “maleguero”, Joan Alpin, un terrizo propiedad de la Walters Art Gallery de Baltimore (Estados Unidos), fechado en 1603, en el que se dejó constancia de su decorador y tracista de la inscripción (“autor Juan Alpin, escribano Juan de Noos”), así como del nombre de su propietaria, detallado en una larga leyenda que recorre el borde interior de la pieza (“Esperança de Tierça, muger de Migel Nabarro, tesorera de las tripas de la billa de Muel. Año 1603”). Se trata de un barreño de matacía bastante excepcional, debido a su cuidada técnica y ornamentación vegetal, trazada en dorado y azul sobre un campo decorativo fragmentado en varios espacios en simetría, enteramente rellenos de flores menudas. Su calidad es la habitual en toda la cerámica de reflejo metálico de Muel del Quinientos, tal como puede apreciarse también en las muchas piezas llegadas hasta hoy y tal como ya lo expresó, en 1585, el contable de Felipe II, Henrique Cock a su paso por la localidad, al describirnos con detalle las técnicas de trabajo de sus “olleros moros”. Uno de ellos era precisamente este Joan Alpin, pintor de loza dorada.
Obras de ~: Terrizo, Walters Art Gallery (Baltimore), 1603.
Bibl.: A. W. Frothingham, Lustreware of Spain, New York, The Hispanic Society of America, 1951, pág. 230; M. Almagro y L. M.ª Llubiá, C.E.R.Á.M.I.C.A. (Aragón-Muel), Barcelona, 1952, fig. 18; M.ª I. Álvaro Zamora, “El trabajo en los alfares mudéjares aragoneses. Aportación documental acerca de su obra, controles de su producción y formas de comercialización y venta”, en Revista Zurita (Zaragoza, Institución Fernando el Católico), 65-66 (1992), págs. 97-137; “La cerámica aragonesa”, en T. Sánchez Pacheco (coord.), Cerámica española. Summa Artis. Historia General del Arte, vol. XLII, Madrid, Espasa Calpe, 1997, págs. 221-288; M.ª I. Álvaro Zamora, Cerámica aragonesa, vols. I y II, Zaragoza, Ibercaja, 2002, págs. 143 y 180 y págs. 71-72, 160 y 184 (fig. 291), respect.; “Las artes decorativas en Aragón: la cerámica”, en M. C. Lacarra (coord.), Actas del curso: Arte mudéjar en Aragón, León, Castilla, Extremadura y Andalucía. Zaragoza, 2005, Zaragoza, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Institución Fernando el Católico, 2006, págs. 315-348.
María Isabel Álvaro Zamora
