Riego y Flórez, Miguel Antonio del. Tuña (Asturias), 12.VI.1781 – Londres (Reino Unido), 27.XI.1846. Eclesiástico, canónigo, traductor.
Nacido en una familia de hidalgos ilustrados, era hermano del general Rafael del Riego. Cursó sus estudios en la universidad de Oviedo y en 1803 se convirtió en canónigo de la catedral de la capital asturiana. Al igual que su hermano Rafael, abrazó la causa de los patriotas durante la Guerra de la Independencia y fue elegido vocal de la Junta asturiana en 1810, en representación del concejo de Tineo. La Junta acordó en marzo enviarlo a La Coruña, en donde pretendía obtener ayuda tanto de la Junta gallega como de los británicos, y allí estuvo la mayor parte de ese año. En 1813 se opuso al escrito en favor de la Inquisición que aprobó el cabildo de la catedral de Oviedo y durante todo el primer periodo de régimen constitucional fue uno de los pocos canónigos que se resistió a la reaccionaria actitud de la mayoría de los capitulares. En 1814 sería nombrado fiscal eclesiástico.
En abril de 1821 el cabildo lo eligió fiscal de la diócesis tras la deportación del obispo Gregorio Ceruelo, diputado “persa” en 1814, y le encargó que redactase un escrito explicando la situación de la diócesis. Cuando en 1822 el gobernador del obispado y provisor Domingo Somoza, que había sido elegido diputado a Cortes por Galicia, lo nombró sucesor en el cargo eclesiástico, sería rechazado por el cabildo, mayoritariamente conservador, lo que provocó una fuerte polémica en Asturias. En septiembre de 1822 recibió autorización del cabildo para trasladarse a Granada, donde acudió, como a otras ciudades andaluzas, acompañando a su hermano el general y a su esposa. En Andalucía permaneció varios meses al cuidado de su sobrina y cuñada, que se encontraba enferma.
Ante el avance de las tropas francesas, se refugió en Gibraltar en 1823 con la que pronto se convertiría en viuda de Rafael del Riego y desde allí se trasladó a Londres, donde permanecería en un largo exilio. Para sobrevivir, además de contar con alguna ayuda del comité ciudadano que auxiliaba a los refugiados españoles, se dedicó al comercio de libros. Su casa se convirtió en centro de reunión para exiliados españoles, como Álvaro Flórez Estrada o Ramón María López Acevedo, o británicos como William Parker Carroll, que había representado a su gobierno en Asturias durante la Guerra de la Independencia y a quien había tratado en La Coruña, simpatizantes con la causa de los exiliados, como el mayor John Cartwright, o miembros del comité ciudadano de apoyo, como John Bowring. También trató a lord Holland y a Richard Ford. Entabló amistad con el poeta italiano Ugo Fóscolo y se hizo cargo de su hija cuando éste falleció en 1827. Tras la prematura muerte de la hija del poeta, guardó sus documentos hasta que se los entregó a Pellegrino Rosselli en 1836, en 1844 serían puestos a disposición del público en la biblioteca Labrónica. Aunque no debió tener un papel dirigente en las conspiraciones liberales, sí estuvo en contacto y colaboró con las organizaciones opuestas al absolutismo.
Tras la muerte de Fernando VII hizo un breve viaje a España, en 1835, para exhumar los restos de su hermano, pero decidió no quedarse en un país que no había restablecido un verdadero sistema constitucional. En Londres publicó varias obras de autores españoles, como Los doce triunfos de los doce apóstoles, de Juan de Padilla “El Cartujano”, cuyo manuscrito encontró en la biblioteca del Museo Británico y logró sacar a la luz en 1841, o Retablo de la vida de Cristo, del mismo autor, que editó al año siguiente. En 1843 dio a la luz una Colecciona de obras poéticas españolas, que incluía poemas de su padre, Eugenio del Riego, e incluso suyos. También publicaría obras reivindicando la figura de su hermano y tradujo textos ingleses al castellano.
Bibl.: E. Astur (Enriqueta G. Infanzón), Riego, Oviedo, Escuela tipográfica de la Residencia Provincial de Niños, 1933; C. Suárez, Escritores y artistas asturianos. Índice bio-bibliográfico, Madrid, 1936; M. A. González Muñiz, El clero liberal asturiano, Salinas, Ayalga, 1976; V. Lloréns, Liberales y románticos, Valencia, Castalia, 1979; F. Carantoña Álvarez, Revolución liberal y crisis de las instituciones tradicionales asturianas, Gijón, Silverio Cañada Editor, 1989; A. Gil Novales, Diccionario Biográfico del Trienio Liberal, Madrid, Ediciones El Museo Universal, 1991; G. Sanz Testón, Liberales asturianos exiliados en Inglaterra 1814-1846, Gijón, Sociedad Cultural Gijonesa, 1996; G. Santullano, Del hierro y del fuego, Gijón, Ateneo Obrero, 2001; A. Gil Novales, Diccionario biográfico de España (1808-1833), Madrid, Fundación Mapfre, 2010.
Francisco Carantoña Álvarez