Olivares, Sebastián de. Curiel (Valladolid), c. 1535 – Burgos, 1580. Platero.
Debió de formarse en el taller de Francisco de Soria y, en torno a 1560, se casó con María de Soria, hija de su maestro. En 1567 contrajo segundas nupcias con Francisca de Carranza, cuñada del platero de oro Martín de Churruca.
El taller de Sebastián de Olivares fue uno de los más activos, a juzgar por el número de aprendices que se le conocen. Marcaba sus obras con un punzón muy pequeño en el que una “S” y una “N” flanquean un arbolito u olivo. Se encuentra en la cruz de Iglesias (Burgos), una de las mejores que se hayan hecho en Burgos. También se estampó su punzón en una cruz procesional de la iglesia de Jaramillo Quemado (Burgos), marcada en torno a 1572, en un hostiario de Rioseras (Burgos), marcado entre 1568 y 1578, y en un hostiario-custodia de la iglesia de Treviana (La Rioja).
La cruz de Iglesias es una cruz latina de brazos abalaustrados muy anchos, especialmente el inferior, que están enteramente repujados con una fantasía admirable. Excelentemente repujada, presenta una disposición original y un recargamiento decorativo que no impide que el efecto del conjunto resulte deslumbrante, acertado y sorprendente. Se inspira en las cruces de brazos abalaustrados de la década de 1530, pero la fantasía con la que se reinterpreta el modelo lo hace irreconocible. El retorcimiento, volumen y sentido natural de los cueros no fueron superados en adelante por los plateros de Burgos. Máscaras de rostros demoníacos, máscaras con velos, centauros, ángeles tenantes, figuras femeninas bajo pabellón, festones, guirnaldas, aletas o contracurvas en ese, hermes que contravienen todo principio de sujeción, etc., forman el repertorio decorativo más rico de los usados en Burgos. La manzana, muy original, es esbelta y de hermosa forma ajarronada. En lo iconográfico es igualmente original. El Crucificado es estilizado y elegante. Junto a los evangelistas y los doctores de la Iglesia se incorporan imágenes de la Pasión inspiradas en Durero: la Pequeña Pasión y las planchas con el mismo tema que Durero grabó en el año 1512. Los modelos de Durero se reconocen mejor en la Flagelación, la Oración en el Huerto y la Resurrección.
Si se compara la cruz de Iglesias con el resto de su obra, se observa que el artista retrocedió, se sometió al gusto del cliente y se acomodó al bajo precio que se pagaba por las obras de arte. Otras cruces de Olivares que se han conservado son las de Jaramillo Quemado y Mecerreyes (Burgos), labradas conforme al modelo de cruz que había creado Bernardino de Nápoles a partir de la que hiciera Juan de Horna para la Catedral de Burgos. Jaramillo Quemado es una pequeña población vecina de Jaramillo de la Fuente y de Vizcaínos de la Sierra (Burgos), que conservan sendas cruces de plata realizadas por Bernardino de Nápoles y es fácil imaginar que en el contrato le pidieron una cruz como la de la población vecina. En torno a 1572, a juzgar por los punzones, hizo la cruz para la iglesia de Jaramillo Quemado. En el contrato de la cruz de Mecerreyes, el 11 de julio de 1579, se indicó que la hiciera como la de Jaramillo Quemado excepto en el pie, que recuerda un poco el de la cruz de Iglesias. Obra suya ha de ser otra cruz semejante que se conserva en la Catedral de Burgos y se han perdido las que contrató para las iglesias burgalesas de Quintanilla de Cabesoto, Ameyugo, Galbarros y Montorio.
Obras de ~: Cruz, Iglesias (Burgos); Cruz procesional, Jaramillo Quemado (Burgos), c. 1572; Hostiario, Rioseras (Burgos), 1568 y 1578; Hostiario-custodia, Treviana (La Rioja).
Bibl.: A. A. Barrón García, “Sebastián de Olivares, platero burgalés del siglo xvi”, en Boletín del Seminario de Arte y Arqueología, LX (1994), págs. 377-392; La época dorada de la platería burgalesa. 1400-1600, t. II, Burgos-Valladolid, Diputación Provincial, Junta de Castilla y León, 1998, págs. 164- 170; “Archidiócesis de Burgos”, en A. Casaseca Casaseca (com.), La platería en la época de los Austrias Mayores en Castilla y León, Valladolid, Junta de Castilla y León, 1999, págs. 127- 151; J. M. Cruz Valdovinos, “Platería”, en A. Bartolomé Arraiza (coord.), Las artes decorativas en España, en J. Pijoán (dir.), Summa artis: historia general del Arte, t. XLV, Madrid, Espasa Calpe, 1999, pág. 544; A. C. Ibáñez Pérez, “Arquitectura, escultura, pintura y artes menores del siglo xvi”, en Historia de Burgos. III. Edad Moderna (3), Burgos, Caja de Burgos, 1999, pág. 172.
Aurelio A. Barrón García