Núnez, Pedro. ?, p. m. s. XI – San Pedro de Montes (León), 1082. Obispo de Astorga (1066-1082).
Sería el tercer prelado de Astorga con el nombre de Pedro. De nobles familias asturianas —posiblemente pariente de Jimena Muñiz—, fue consagrado obispo de forma casi inmediata al fallecimiento del futuro san Ordoño. El 1 de junio de 1066 se muestra el último documento de su antecesor y el 25 firma Pedro Núñez el primero como obispo.
En los años de su pontificado la Iglesia de Astorga recibe cuantiosas donaciones, como si diversas familias intentaran devolver bienes que habían arrebatado a sus antecesores aprovechando la crisis, de la que aún no había salido totalmente. Pedro, al tercer año de regir la diócesis, dio remate a trabajos de obispos anteriores. Por un documento del Tumbo Negro de la catedral se sabe que vecinos del pueblo de Barrientos entregaron a su obispo la iglesia de San Miguel y sus heredades: donación “hecha en el día de la consagración de dicha iglesia de Astorga, que celebró dicho obispo don Pedro en día de domingo, festividad de Nuestra Señora”. Era el 20 de diciembre de 1069 y se consagraba la nueva catedral asturicense.
Que era seguidor fiel de Alfonso VI, junto con los obispos de León y Palencia, se comprueba por los documentos suscritos, en la diócesis, durante el destierro de Alfonso en Toledo, en muchos de los cuales se manifiesta al mismo como rey de León. Relaciones que se fueron enfriando, sin que la documentación desvele las causas ciertas, entre el Monarca y el Obispo hasta un desenlace doloroso. Pedro en 1078 se retiró por largo tiempo a la vecina Asturias, donde tenía propiedades; fue entonces cuando adquirió una gran propiedad, la villa de Ataulío, en Gijón, con casas, molinos, y hasta salinas, de la cual hizo entrega a la Iglesia de Oviedo el 18 de marzo de 1080. Estos dos años los pasó Pedro en Asturias, en lo que se puede calificar como exilio voluntario; no aparece al lado del Rey en ningún documento y, sin embargo, a pesar de la distancia, se sabe que seguía gobernando la diócesis.
En abril de 1078 abandonó Asturias para acudir a la asamblea de Burgos, junto a otros doce obispos del reino. Presidían el rey Alfonso y el legado papal, el cardenal Ricardo. Entre los acuerdos adoptados figuraba eliminar el rito mozárabe para implantar el romano y destituir al abad de Sahagún, Roberto, por su vida licenciosa. A raíz de la asamblea se desencadenó el distanciamiento real del obispo hasta el punto de ser condenado Pedro Nuñez a dejar la sede astorgana y retirarse, desterrado, al Monasterio de San Pedro de Montes; la reforma del rito, la presencia de Jimena Muñiz en la corte y, sobre todo, la reforma cluniacense pudieron ser los desencadenantes de la situación; dos años vivió en un monasterio cuya comunidad sufrió las consecuencias de esa reforma, pues parte de la misma no la aceptó, se escindió y el monasterio contaba con dos abades.
En Montes murió en el verano de 1082; en estos dos años la Iglesia astorgana estaba gobernada por el obispo de Palencia, Bernardo, a quien un clérigo berciano en una donación a San Pedro, el 26 de mayo de este año 1082, calificaba de “cuasiobispo de Astorga y avaricioso”.
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Martín Martínez Martínez
