Sampiro. ¿Sorribas (León)?, ú. t. s. X – ?, c. 1041. Obispo, notario real, cronista.
No se sabe ciertamente su patria, pero todos los autores apuestan por el Bierzo, concretamente la localidad de Sorribas, limítrofe con Carracedo; aquí estaba el Palacio Real convertido después en monasterio, donde creció Bermudo II, con quien Sampiro tenía íntima relación. La primera aparición documental de Sampiro es en el acta de fundación del Monasterio de Carracedo, el año 992. Lo fundó el Rey para acoger a monjes huidos de la invasión árabe.
Mientras unos autores, especialmente Pérez de Urbel, lo hacen monje en Sahagún antes de subir a la sede de Astorga, Quintana Prieto se inclina por San Miguel de Camarzana, apoyándose en palabras escritas por el propio Sampiro. Dice que huyeron de los ataques musulmanes —hay que pensar en Almanzor— hacia Zamora, después León y finalmente se refugiaron en el Bierzo, donde el mismo Sampiro cedió toda su hacienda de Sorribas (Subripa) para manutención de los huidos; entre estos, a los que llama hermanos, estaba Emeterio, el célebre ilustrador de beatos quien, con seguridad, procedía de Camarzana, o de Tábara.
Durante los reinados de Bermudo II (982-999) y Alfonso V (999-1027), Sampiro desempeñó los más altos cargos en la Corte real; fue sayón, mayordomo y notario, siempre consejero fiel de sus Reyes, para retirarse de la vida pública hacia 1023. Cuando Sancho el Mayor, Rey de Navarra conquistó las tierras de León y Astorga arrebatándoselas a Bermudo III, sorprendentemente designó como obispo de Astorga a Sampiro en 1034. Éste se mantuvo en la sede al recuperar, en 1035, Bermudo III la ciudad de Astorga y su territorio. Fernando I lo removió de la silla episcopal, destituyéndolo en 1040.
La mayor notoriedad de Sampiro no se debe a sus altos cargos, ni a su obispado, sino a que dejó escrita una Crónica, relato de los acontecimientos más sobresalientes acaecidos en los reinados de Alfonso III a Bermudo II, que es cuando él accedió a la Corte. Aunque deslavazado, inconexo en ocasiones, torpe a veces, otras inexacto, es un escrito excepcional para saber de aquella época lejana. En el siglo XII el Silense lo incorporó a su Crónica y más tarde hizo lo propio el obispo ovetense Pelayo, quien la adaptó con interpolaciones de su cosecha a las aspiraciones que él tenía y beneficio de su obispado.
Bibl.: P. de Sandoval, Cinco obispos, Pamplona, 1634; E. Flórez, España Sagrada, vols. XIV y XVI, Madrid, Oficina de A. Martín-Imprenta de José Rodríguez, 1762, págs. 419- 427 y págs. 168 y 173, respect.; M. Contreras, Historia del célebre santuario de Nuestra Señora de las Hermitas, Salamanca, Francisco de Toxar, 1798, págs. 130-131; P. Rodríguez, Episcopologio Asturicense, Astorga, Porfirio López, 1907, págs. 91-97; A. Blázquez, “El reinado de Bermudo II en los manuscritos de don Pelayo”, en Cultura Española, 3 (1908), págs. 647-663; M. Rodríguez, Historia de la muy Noble, Leal y Benemérita ciudad de Astorga, Astorga, Francisco de Toxar, 1909, pág. 333; J. Pérez de Urbel, Historia del condado de Castilla, vol. II, Madrid, CSIC, Escuela de Estudios Medievales, 1945; Sampiro, su Crónica y la monarquía leonesa, Madrid, Diana Artes Gráficas, 1950; A. Ubieto, Crónica de Alfonso III, Madrid, Anuber Ediciones, 1971; J. Pérez de Urbel, “Sampiro”, en Q. Aldea Vaquero, J. Vives Gatell y T. Marín Martínez (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. IV, Madrid, Centro Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1975, pág. 2152; A. Quintana, El obispado de Astorga en el siglo xi, Astorga, Archivo Diocesano, 1977, págs. 57-160; “Sampiro, Alón y Arnaldo, tres obispos de Astorga cronistas del Reino de León”, en León medieval doce estudios: ponencias presentadas al Coloquio “El Reino de León en la Edad Media” / XXXII Congreso de la Asociación Luso-Española para el Progreso de las Ciencias, León, Colegio Universitario, 1978, págs. 59-68.
Martín Martínez Martínez