Sainz Alcaine, Víctor. Tudela (Navarra), 6.V.1893 – Marruecos, 29.V.1926. Militar y caballero Laureado de San Fernando.
Fueron sus padres Mateo Sainz Borra y María Alcaine Cizaurre. Ingresó en el Ejército a los veintiún años en clase de soldado del Regimiento de África, en Melilla, del que muy pronto pasó al Grupo de Fuerzas Regulares de Melilla.
Con el empleo de cabo combatió en 1916 en Segangan y en las inmediaciones de Ceuta, consiguiendo en el mes de febrero del año siguiente el ascenso a sargento por méritos de guerra. Se comportó seguidamente con gran valor en las acciones libradas en Beni Hassan y Beni Salah, resultando herido en ambas piernas y negándose a ser evacuado. Poco después sería citado como distinguido por su actuación en Harcha. En mayo de 1925 fue ascendido al empleo de alférez de la Escala de Reserva y destinado al Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Alhucemas, con el que intervino en el desembarco de Alhucemas. El 8 de mayo de 1926 volvió a distinguirse en Timerzga, el 27 tomó al frente de su Sección las casas de Abdelkrim, apoderándose de la enseña de la llamada República del Rif. Dos días después intervino en el combate del río Guix, en el que, recibida la orden de su capitán de tomar una loma donde un enemigo atrincherado hacía violento fuego sobre el resto de la compañía, avanzó con notable decisión, consiguiendo ocupar el objetivo indicado y arrojar de él al enemigo, que se retiró a una casa que se encontraba a una altura inmediata, desde donde rompió fuego contra la compañía.
Ordenado por el capitán que avanzase sobre la citada casa, para llegar a la cual tenía que cruzar un espacio descubierto que era imposible evitar, se lanzó al frente de su Sección, dando pruebas de ánimo es forzado y levantando con su ejemplo la moral de su tropa, que le seguía enardecida, resultando durante el avance herido en una pierna, continuando al frente de su sección hasta que fue nuevamente herido, sin que por ello cesase de alentar a su fuerza ni interrumpir el avance hacia la casa, a la que llegó después de recibir tres heridas más, dos de ellas tan graves que le ocasionaron la muerte.
Sometida su destacada intervención a juicio contradictorio, por orden de 20 de junio de 1932 se le concedería la Cruz Laureada de San Fernando en premio a su valor heroico. En esta misma acción recibiría igual recompensa el sargento de Infantería Perfecto Rey Castiñeira, perteneciente también a Regulares de Alhucemas. Los restos del héroe recibieron sepultura en el Panteón de Regulares de Alhucemas, en el cementerio de Melilla.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. S-198.
J. M.ª Gárate Córdoba (dir.), España en sus héroes: historia bélica del siglo xx, Madrid, Ornigraf, 1969; J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. I, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.
José Luis Isabel Sánchez
