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Joan Maria Codina i Torner

Biografía

Codina i Torner, Joan Maria. Miravet (Tarragona), 1870 – Barcelona, 1936. Director y distribuidor cinematográfico.

Comenzó su carrera cinematográfica en Barcelona como representante de películas, entre las que se encontraban las de la productora valenciana Cuesta para la que dirigió también los dos primeros títulos suyos de que se tiene constancia: El ciego de la aldea (1906), cuyo argumento también era suyo, y El pastorcillo del torrente (1908).

Sus siguientes trabajos se centraron en la dirección artística de la productora Films Barcelona, para la que trabajó gracias a la mediación de su amigo Josep Maria Bosch, quien estaba encargándose de la dirección de la empresa debido a las imposibilidades físicas de su socio Narcís Bordàs. Así, en 1908, dirigió María Rosa, a partir de la obra teatral homónima del dramaturgo Àngel Guimerà y de cuya dirección técnica se encargó Fructuós Gelabert. Después volvió a trabajar con la productora Cuesta que le contrató para afianzarse en su producción de películas de ficción; de esta manera dirigió en Valencia Los siete niños de Écija o los bandidos de Sierra Morena (1911- 1912), La barrera número 13 (1912) y El lobo de la sierra (1913).

En 1914 fue uno de los más destacados impulsores del trust distribuidor Catalonia Films, cuya finalidad era defender los intereses de pequeñas productoras, como Films Cuesta, Films Barcelona, Solà y Peña y Tibidabo Films. Para esta última dirigió también Codina La herencia de la culpa (1914), película considerada durante muchos años como una segunda versión de Amor que mata (1909), de Fructuós Gelabert.

En 1915 dirigió para la productora catalana Condal Films los melodramas Pacto de lágrimas y Pasionaria, en los que la bailarina Tórtola Valencia dio su paso al mundo de la interpretación cinematográfica. A continuación dirigió, en tres episodios, El signo de la tribu (1915), una serie con bandoleros como protagonistas que es considerada el primer serial de aventuras de la producción barcelonesa, género que gozó de un importante desarrollo durante el segundo quinquenio de la década de 1910. Fue incorporado, más tarde, al más célebre serial del momento, Barcelona y sus misterios o Los misterios de Barcelona (1916), por su director Albert Marro, en el que se seguían los modelos internacionales de las series francesas Mystères de Paris (1911) de Albert Capellani y la francoamericana Les Mystères de New York o The Exploits of Elaine (1914- 1915), de Louis Gasnier.

En 1917 abandonó temporalmente la dirección para dedicarse de nuevo a la distribución de películas, entre las que se encontraban las producidas por la Boreal Films de Fructuós Gelabert.

Gracias a su experiencia como director de series, la productora Studio Films, que se encontraba en un momento de crisis, le contrató para reactivar su producción.

Lo consiguió con los dos primeras, Codicia (1918), compuesta de catorce episodios, y Mefisto (1918), de doce episodios, a los que siguieron El protegido de Satán y La dama duende. No tuvieron tanto éxito los dos seriales de aventuras realizados en 1919, Botón de fuego, de diez episodios, y Las máscaras negras, de seis, lo que unido a los problemas de distribución de El otro (1919) marcó la segunda crisis de la Studio Films. En un intento de volver a reflotar la empresa se contrató al director y actor inglés Aurelio Sidney que gozaba de gran popularidad en España por su interpretación en la serie Ultus (1916-1917) de George Pearson. Junto a Sidney codirigió, en 1920, ¡Mátame! y El león, con las que concluyó definitivamente su carrera como director cinematográfico, aunque continuó siendo representante de películas hasta 1934.

La carrera profesional de Codina destaca en el terreno de la distribución por su tenacidad y apuesta por el cine producido en España, y en el campo de la dirección, por la realización de unas solventes películas populares en las que utilizó con inteligencia los recursos expresivos del arte cinematográfico con cierto gusto realista.

 

Obras de ~: Fimografía: dir. en El ciego de la aldea (1906); El pastorcillo del torrente (1908); María Rosa (1908); La lucha por la divisa (1910); Los siete niños de Écija o Los bandidos de Sierra Morena (1910); La barrera número 13 (1912); El lobo de la sierra (1912); Amor de bestia (1912); El tonto de la huerta (1913); Lucha de corazones (1913); Corrida de toros con Joselito y Belmonte (1914); La herencia de la culpa (1914); El Caín moderno (1914); El signo de la cruz (1914); Pacto de lágrimas (1915); Pasionaria (1915); El signo de la tribu (serie), 1915; Barcelona y sus misterios o Los misterios de Barcelona (serie) (1915-1916); Codicia (serie) (1918); Mefisto (serie) (1918); El protegido de Satán (serie) (1918); La dama duende (serie) (1919); El otro (1919); El botón de fuego (serie) (1919); Las máscaras negras (serie) (1919); ¡Mátame! (1920); El león (1920).

 

Bibl.: P. González López, Els anys daurats del cinema clàssic a Barcelona (1906-1923), Barcelona, Edicions 62, 1987, págs. 267-271; J. F. de Lasa, El món de Fructuós Gelabert, Barcelona, Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya, 1988, págs. 131-147; M. Porter i Moix, Història del cinema a Catalunya, Barcelona, Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya, 1992, págs. 96-149; E. Riambau, El paisatge abans de la batalla, el cinema a Catalunya (1896- 1939), Barcelona, Llibres de l’Índex, 1994, pág. 36; J. Pérez Perucha, “Narración de un aciago destino (1896-1939), en Historia del cine español, Madrid, Cátedra, 1995, págs. 71-72; P. González López, “Lucha de corazones”, en Secuencias, n.º 7 (1997), págs. 15-17; J. Pérez Perucha, “Codina, Joan Maria”, en J. L. Borau (dir.), Diccionario del cine español, Madrid, Alianza Editorial-Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, 1998, págs. 235-236; I. Ribas, “Joan Maria Codina, la genialitat amagada”, en Serra d’Or (Barcelona), n.º 591 (marzo de 2009), págs. 49-54.

 

Javier Muñoz Felipe