Enna y Sas, Manuel de. Loarre (Huesca), 1.I.1804 – Cuba, 17.VIII.1851. Teniente general y caballero de la Real y Militar Orden de San Fernando.
Abandonó en 1820 la carrera de Leyes para ingresar en el Ejército con el empleo de sargento de la Milicia Nacional de Zaragoza, obteniendo en diciembre de 1823 la gracia de cadete en el batallón n.º 10 del Ejército Real de Cataluña, del que en abril de 1825 sería trasladado al Regimiento de Infantería de San Fernando.
En julio de 1828 obtuvo el empleo de subteniente, tras lo cual pasó a servir en el Regimiento de Soria. Entre 1823 y 1833 guarneció Barcelona y las Islas Baleares.
Formando parte del ejército del Norte entró en operaciones contra los carlistas en enero de 1834, luchando en la provincia de Navarra en las acciones de Lumbier, Muez y Erice, y recibiendo en premio por su valeroso comportamiento en la segunda de ellas, la Cruz de San Fernando de primera clase.
En junio de ese mismo año pasó con el empleo de alférez al segundo Regimiento de Granaderos de la Guardia Real de Infantería, en cuyas filas haría toda la primera guerra civil, durante la que obtendría cinco ascensos por méritos de guerra debido a sus cualidades y valor.
Siguió en campaña durante 1835 sin intervenir en acciones de guerra; en septiembre de 1836 obtuvo el empleo de teniente por antigüedad y en ese mismo año pasó a Vizcaya, donde se halló en la acción de Castrejana, en la retirada a Portugalete (Vizcaya) y en los combates que durante el mes de diciembre tuvieron lugar en Sondica, monte de Aspe, Burceña y alturas de las Cruces para el levantamiento del segundo sitio de Bilbao.
En 1837 combatió bravamente en la provincia de Vizcaya en las acciones de Santa Marina, Galdácano y Zornoza, y en la retirada de Elorrio a Bilbao, y en la provincia de Guipúzcoa en el ataque a las líneas de Oriamendi y Hernani, en la toma de este pueblo y el de Urnieta, y en otras muchas acciones, siendo agraciado con el empleo de capitán sobre el campo de batalla en la de Lecumberri. Tras perseguir a la expedición del Pretendiente, intervino en la acción de Orihuela (Murcia), contribuyó al levantamiento del sitio de Guadalajara y estuvo presente en el mes de septiembre en las acciones libradas contra la Expedición Real en Aranzueque, Pozo y Santorcaz, por las que le fue concedida una segunda Cruz de San Fernando de primera clase; por último luchó en octubre en Retuerta y Huerta del Rey, obligando a don Carlos a repasar el Ebro.
En enero de 1838 ganó el empleo de segundo comandante sobre el campo de batalla en Medianas y Bortedo (Burgos), y el de comandante primero en abril en Piedrahíta (Teruel) luchando contra la expedición de Negri. Volvió a continuación a la provincia de Álava para intervenir en junio en el sitio y toma de Peñacerrada y del castillo de Ulizarra, y en la batalla de Baroja, donde resultó herido de bala de fusil y por la que fue premiado con la Cruz de Isabel la Católica.
Desde el 27 de abril al 12 de mayo del año siguiente se halló en todas las operaciones realizadas para la toma de los fuertes de Ramales y Guardamino (Santander), fue ascendido a teniente coronel en julio y al mes siguiente se distinguió en la acción sobre las alturas de Villarreal de Álava, por lo que fue recompensado con el grado de coronel.
Una vez firmado el Convenio de Vergara persiguió al Pretendiente, al que se enfrentó en el mes de septiembre en Urdax; una vez pacificadas las provincias vascongadas pasó a Aragón para combatir a las tropas de Cabrera.
Se halló en febrero de 1840 en la provincia de Teruel en la toma del fuerte de Segura y en marzo en la del de Castellote, donde ganó el empleo de coronel. Puesto al frente del Regimiento de la Princesa, en mayo intervino en la toma de la plaza de Morella y en julio en la de Berga.
Reunido todo el Regimiento en el mes de enero de 1841 en Madrid, tras guarnecer Toledo durante unos meses regresó a la capital, donde se encontraba cuando durante la noche del 7 al 8 de octubre se produjo el asalto al Palacio Real, apoyando al Gobierno durante estos sucesos, por lo que recibió el ascenso a brigadier. Tras estos hechos continuó al frente de su Regimiento, con el que partió en ese mismo mes hacia las provincias vascongadas bajo las órdenes del general Francisco Serrano.
Permaneció durante 1842 y 1843 con su regimiento en Vascongadas y Navarra, y en el mes de junio de este último año recibió orden de dirigirse a marchas forzadas al Distrito de Aragón, con el fin de reprimir el alzamiento que se había iniciado un mes antes contra el general Espartero y que se iba extendiendo por toda la Península. Desde Zaragoza se trasladó con dos batallones para bloquear Teruel, saliendo posteriormente el tercero, que en el camino se adhirió al alzamiento junto con fuerzas de otros cuerpos, obligando a Enna a levantar el sitio de la citada plaza. En recuerdo de esta defensa, la ciudad de Teruel incorporó a su escudo dos cañones cruzados con sus proyectiles y una granada.
Una vez reunidas sus tropas se trasladó a Madrid, donde a la entrada del general Narváez se dispuso que cesase en el mando del Regimiento de la Princesa y que pasase a Cuenca en situación de cuartel, privándole el Gobierno Provisional del empleo de mariscal de campo que le había sido concedido por Espartero.
En agosto de 1844 pudo volver al servicio, siendo entonces nombrado comandante general de la provincia de Cáceres, destino que ocuparía hasta que en noviembre de 1846 obtuvo el ascenso a mariscal de campo.
En febrero de 1847 fue destinado a las órdenes del capitán general de Cataluña y en marzo nombrado gobernador militar de la plaza de Gerona y comandante militar de su provincia, pasando en septiembre a desempeñar el mismo cargo en Tarragona. Desde este último puesto luchó contra las partidas carlistas que actuaban en la provincia, recibiendo por ello la Gran Cruz de Isabel la Católica.
Volvió en marzo de 1849 a ser gobernador militar de Gerona y cesó en este cargo en noviembre al ser ascendido a teniente general. En ese mismo año fue recompensado con la Gran Cruz de Carlos III.
Tras un breve paso por la Comandancia Militar del Campo de Gibraltar, en junio de 1850 recibió el nombramiento de segundo cabo de la Isla de Cuba.
Ya en la isla, habiendo tenido noticias de que en la costa occidental se había visto un barco sospechoso, embarcó el 12 de agosto de 1851 con tropas en el Pizarro, tomó tierra en Bahía Honda y estableció posiciones en Pozas. Ese mismo día desembarcaba en Playitas el ex general Narciso López, aliado de los insurrectos, que se dirigió seguidamente a Pozas, donde se enfrentó a Enna, viéndose obligado a huir.
Comenzada la persecución, fue sorprendido el enemigo el 17 frente al cafetal de Frías, viéndose obligado a huir al monte. Adelantándose el general Enna para cortarle la retirada, tuvo que detenerse la persecución al recibir éste una herida en el vientre, que le ocasionó la muerte.
En octubre de 1851 se ordenó que su cuerpo fuese trasladado a la Península y conducido a su pueblo natal a expensas del Estado, rindiéndosele los honores correspondientes. Al mismo tiempo, se concedió a su viuda, Narcisa Pastors, una pensión de 20.000 reales anuales sobre la viudedad de capitán general.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. E-326.
J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. II, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.
José Luis Isabel Sánchez