Reinaga, Juan de la. Bilbao (Vizcaya), 1509 – Perú, ú. t. s. XVI. Capitán y encomendero.
Juan de la Reinaga, hidalgo, fue hijo de Ochoa Sáez de la Reinaga, señor de la casa de Larrinaga, y de María Urribarri, ambos oriundos de Bilbao. Realizó dos informaciones de méritos y servicios: una fechada el 13 de mayo de 1559 y realizada por él mismo, y la segunda presentada por su hijo Luis, en 1613.
Pasó a Perú en 1535, después de que Francisco Pizarro hubiera conquistado el Cuzco. Tras la fundación de la ciudad de Los Reyes, el 18 de enero de 1535, Pizarro procedió al reparto de solares entre sus fundadores, concediendo a Juan de la Reinaga un solar, en el mes de octubre. La gran actividad del momento le llevó a unirse al adelantado Diego de Almagro, participando en la expedición descubridora de Chile. El adelantado había elegido la ruta que iba por el Alto Perú y el noroeste de la actual Argentina, atravesando la gran cordillera por el paso de San Francisco, para llegar al valle de Copiapó, donde comenzaba la región fértil. La expedición regresó a Arequipa en el mes de abril de 1537, cuando se encontraba cercado el Cuzco. Manco Inca se había revelado contra los españoles en 1536, y con más de cien mil hombres había cercado la ciudad, matando a Juan Pizarro y a otros capitanes. El capitán de la Reinaga participó activamente en el levantamiento del cerco y poco después en la fundación de la ciudad de San Juan de la frontera, en la provincia de Huamanga.
El capitán omite en su información el período que abarca desde el final de la primera guerra civil hasta la llegada al Perú del licenciado Pedro de La Gasca en 1546, hecho bastante comprensible, ya que había participado en los bandos rebeldes durante este período.
La noticia de la llegada de La Gasca fue conocida por el capitán bilbaíno cuando se encontraba en Panamá, ya militante en el bando realista, y partió hacia el puerto de Nombre de Dios para recibirle y prestarle sus servicios. Desde este puerto partieron a Lima por tierra. Para conseguir la paz hubo que librar una importante batalla, Jaquijahuana, en 1548, donde el capitán gastó mucho dinero en armas, caballos y esclavos.
Por sus servicios fue recompensado con “100 pesos ensayados por dejación de Andueza”; también obtuvo indios en Huamanga, un repartimiento tan pobre que no le daba para sustentarse. En el bando realista participó en la pacificación de la revuelta protagonizada por Sebastián de Castilla.
Se sabe que Juan de la Reinaga participó en grandes empresas comerciales, pues se tiene noticia de que llevó siete camellos al Perú, donde eran desconocidos, y los vendió por 8400 ducados a Pedro de Portocarrero.
En 1561 se dirige a Chile, radicándose en Osorno, con el oficio de corregidor y justicia mayor, y donde tuvo encomienda de indios. Unos años más tarde, en 1564 regresa a Perú, y se le designa corregidor de Jauja. El 2 de enero de 1570 se le designa alcalde ordinario de Lima, y el 14 de enero de 1571 procurador mayor, cargo que abandona por ser nombrado corregidor de Chachapoyas; a su regreso de nuevo es nombrado alcalde, el 1 de enero de 1576, y procurador mayor el 4 de mayo de 1577.
El virrey Toledo, en 1575, le nombró gentilhombre y ese año se le asignó una pensión en el repartimiento de Characato, en los términos de Arequipa.
El capitán Juan de la Reinaga se casó en 1555 con Francisca Medel de la Mina, natural de Huelva, que fue sepultada en Lima, el 19 de noviembre de 1607, en el convento de la Encarnación. Tuvieron como hijos al doctor Leandro de la Reinaga Salazar y a Luis de la Reinaga Salazar.
Bibl.: Á. Pereda López, “El Capitán Juan de La Reinaga y las Guerras Civiles del Perú”, en Euskal Herria y el Nuevo Mundo. La Contribución de los Vascos a la Formación de las Américas, Vitoria- Gasteiz, Universidad del País Vasco, 1996, págs. 29-45.
Ángela Pereda López
