Seral y Casas, Tomás. Altazor. Zaragoza, 1908 – Madrid, 2.VII.1975. Escritor, editor, librero y galerista.
Hijo de Francisco Seral Gutiérrez y de Trinidad Casas Arruga, Tomás Seral y Casas fue referente de la vanguardia literaria y artística en Aragón. Fundó en 1926 su primera revista: Vida alagonesa y dos años después apareció su novela corta Héctor y yo (novela) y comenzó a colaborar en el diario La Voz de Aragón. En 1929 publicó Sensualidad y futurismo, con cubierta de Félix Gazo y retrato del autor dibujado por González Bernal; fue su primera incursión en el ámbito de los “ismos”, donde aparecen dos constantes de su obra futura: el humor y la sensibilidad social, como ha señalado Serrano Asenjo. En 1930, con Fernández Aldana, A. Ruiz Castillo y J. M. Serrano Valerio, promovió el Cine Club Zaragozano que comenzó sus actividades en el cine Alhambra con la proyección de Un perro andaluz. Ese año Seral aparece como jefe de redacción del quincenario republicano y prosocialista Cierzo (Letras, Arte, Política) dirigido por Valero Muñoz-Ayarza.
En 1931 presentó su primer poemario: Mascando goma de estrellas (poemas bobos) que ilustró con varios fotocollages de su autoría, firmados con el seudónimo de Altazor. Con Antonio Cano e Ildefonso Manuel Gil fundó, en 1932, los “Carteles líricos” de Noreste, revista que en sus catorce números, hasta 1936, reunió a los más destacados creadores y organizó diferentes actividades culturales como el homenaje que el n.º 10 dedicó, en exclusiva, a las escritoras y artistas “heroínas españolas modernas”. El pintor Javier Ciria ilustró su libro Poemas del amor violento (1933). En 1935 la colección Cuadernos de Poesía de la Editorial Cierzo, vinculada a Noreste, publicó el primero de sus nueve números: el poemario de Seral Cadera del insomnio, con viñeta de Maruja Mallo y retrato del autor por Federico Comps. Ese año se editaron sus Chilindrinas con prólogo de Jarnés.
Su dramática experiencia vivida durante la Guerra Civil encontró eco en dos poemas: el surrealista “Estar cansado tiene plumas” que, escrito en 1936, la revista Dau al Set publicó en 1951; y la elegía a Federico Comps, amigo asesinado en el verano de 1936 por los sublevados, que prologó el cuaderno Muerte española. Federico Comps, cuando Seral volvió a editar en 1949 la colección Artistas Nuevos.
En 1939 encargó al arquitecto José Yarza la adaptación de un local en la calle de Fuenclara en Zaragoza para librería con sala de exposiciones: la sala Libros, primera galería de arte de la ciudad, se inauguró en 1940 con las obras de Ángel Antonio Mingote.
En 1945, Seral y Casas se trasladó a Madrid donde abrió la librería-galería Clan; primero en la calle Arenal n.º 18, y a partir de 1950 en la calle Espoz y Mina n.º 15, en un local acondicionado por los arquitectos Alfonso Buñuel y Pedro Pérez Páramo. Seral dejó claro desde un principio el propósito que habría de guiar la programación expositiva de Clan: abrir cauces “a los hombres no consagrados. Ni medallas, ni lisonjas [...] No desea ser una Academia más. Se renovará con las cuatro estaciones y estará atenta — cuando las circunstancias lo permitan— al panorama internacional”.
En 1947, la editorial Clan inició la colección El lagarto al sol con la obra Cuentos de fin de año de Ramón Gómez de la Serna, ilustrada por Eduardo Vicente.
Al año siguiente, Seral fundó y dirigió Punto (Boletín literario y artístico), órgano interno de Clan del que solo salieron el n.º 0 y el n.º doble 1-2, debido a problemas con la censura. Por iniciativa del artista alemán Mathias Goeritz, en estrecha colaboración con Benjamín Palencia y Ángel Ferrant, Seral editó los tres primeros cuadernos de la colección Artistas Nuevos, que dirigirá en exclusiva a partir de marzo de 1949. Ese año reanudó la serie Cuadernos de Poesía de Noreste, y adquirió la cabecera de Índice del Filatélico para convertirla en Índice de Artes y Letras. En 1950 publicó Mundo a solas de Vicente Aleixandre, con dibujos de Gregorio Prieto; convocó a través de Índice un premio de poesía que ganó Ángela Figuera Aymerich; editó los primeros relatos de Luis Martín-Santos y Juan Benet en la revista Índice; e inició la colección El mirlo blanco, serie de ediciones de bibliófilo sobre temas cinegéticos.
En 1951, Tomás Seral y Casas contrajo matrimonio con Gloria Aranda Laguna, su más firme aliada en todas sus empresas culturales. Ese año puso fin a su etapa al frente de Índice. En carta a Vicente Escudero confesaba estar fatigado de sus luchas contra la censura.
En 1952 viajó a París para gestionar la venta del libro de Fernando de Triana Arte y artistas flamencos; en la presentación bailó Rayito. En 1953 nació su hija Beatrix. Ese año publicó una edición ampliada de sus Chilindrinas, y en junio dejó la dirección de Clan, que pasó a José Antonio Llardent.
En París abrió en 1953 la librería-galería Caïrel, sita en el n.º 5 bis del boulevard des Italiens, que presentó la primera exposición de Millares en Francia.
De nuevo en Madrid, Seral y Casas se hizo cargo en 1955 de la librería Fernando Fe, en la Puerta del Sol. Al año siguiente encargó a Alfonso Buñuel la decoración de un local para la nueva librería Cairel; las dificultades le obligaron a abandonar el proyecto, por lo que en 1957 acondicionó junto a la librería Fernando Fe un pequeño local para exposiciones que llamó Sala Seral, inaugurada con una muestra de Quirós.
En 1958 nació su hijo Delfín. Aquel año dirigió la galería Artistas de Hoy, en el piso superior de la librería Fernando Fe, a la que también denominó Sala Seral.
Hasta 1962 organizó exposiciones en las dos salas, que distinguió con las letras A y B. Ese año abrió en el paseo del Prado n.º 14 la librería Cairel, sin galería de arte.
El 2 de julio de 1975, Tomás Seral y Casas falleció en Madrid. Como certeramente ha señalado José-Carlos Mainer, Tomás Seral y Casas significó tres cosas capitales en la historia de la cultura: la capacidad generosa de entusiasmarse con la obra ajena, la voluntad de mimetizarse con el espíritu de su época, y la vocación irreprimible de organizador, a despecho de imponderables y aun de fracasos. Seral y sus fundaciones culturales fueron cruciales en la reanudación de la tradición de la modernidad que permitió recuperar el diálogo y construir en precario el entramado de referencias y de espacios de libertad civil. Y sin embargo, la decepción invadió a Tomás Seral y Casas en un poema dolorido: “En nada se parece esto a lo que quisiera”.
Obras de ~: Héctor y yo (novela), Zaragoza, La Novela de Viaje Aragonesa, 1928; Sensualidad y futurismo, Madrid, Crédito Editorial Hernando, 1929; Mascando goma de estrellas (poemas bobos), Madrid, CIAP, 1931; Poemas del amor violento, Madrid, Índice, 1933; Cadera del insomnio, Zaragoza, Cierzo, 1935 (col. Cuadernos de Poesía, n.º 1); Chilindrinas, Buenos Aires, Radeba, 1935; Federico Comps Selles. Muerte española, Madrid, Clan, marzo de 1949 (col. Artistas Nuevos, n.º IV); “Estar cansado tiene plumas”, en Dau al Set (1951); Chilindrinas (greguerías), Madrid, Clan, 1953 (col. El lagarto al sol); Poesía, Zaragoza, Guara, 1988; Chilindrinas, Zaragoza, Prensas Universitarias de Zaragoza, 2004.
Bibl.: F. Castán Palomar, Aragoneses contemporáneos 1900-1934 [Diccionario biográfico], Zaragoza, Herrein, 1934; J.-C. Mainer, “Recuerdo de Seral y Casas”, en Andalán, n.º 348 (1982); J. E. Serrano Asenjo, Estrategias vanguardistas. Para un estudio de la literatura nueva en Aragón (1925-1945), Zaragoza, IFC, 1990; “Tomás Seral y Casas, la heterodoxia estética”, en La línea y el tránsito, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1990; “Cierzo, la utopía vencida”, en Cierzo, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 1995 (ed. facs.); J. M. Bonet, Diccionario de las vanguardias en España (1907-1936), Madrid, Alianza, 1995, págs. 568 y 569; J.-C. Mainer y Ch. Tudelilla (eds. y comisarios de la exposición), Luces de la ciudad. Arte y cultura en Zaragoza, 1914- 1936, Zaragoza, Ayuntamiento de Zaragoza, Gobierno de Aragón, 1995; J. M. Bonet, I. Manuel Gil y J. E. Serrano Asenjo (eds.), Noreste, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 1995 (ed. facs.); J. E. Serrano Asenjo, “Ensayo de una bibliografía sobre la vanguardia literaria en las publicaciones periódicas aragonesas (1925-1936)”, en Alazet. Revista de Filología, n.º 8 (1996); J.-C. Mainer y Ch. Tudelilla (eds. y comisarios de la exposición), Tomás Seral y Casas. Un galerista en la posguerra, Zaragoza, Ayuntamiento de Madrid, Gobierno de Aragón, Ibercaja, 1998; J. E. Serrano Asenjo, “La poesía de Tomás Seral y Casas”, en El desierto sacudido. Actas del curso Poesía Aragonesa Contemporánea, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 1998; J. M. Bonet y Ch. Tudelilla (eds.), Colección Artistas Nuevos, Madrid, Clan, Gobierno de Aragón, 2007 (ed. facs.); J. E. Serrano Asenjo, Fragmentos de la modernidad [Antología de la poesía nueva en Aragón, 1931-1945], Madrid, Clan, 2007; Ch. Tudelilla, Mathias Goeritz. Recuerdos de España (1940-1953), Zaragoza, Prensas Universitarias de Zaragoza, 2013 (en prensa).
María Jesús Tudelilla Laguardia