Rivadeneyra Villaguisada, José Antonio. Loureiro (Lugo), 9.IV.1774 – Valladolid, 26.VI.1856. Obispo.
Nació en la feligresía de San Miguel de Bucillos. Pertenecía a una familia noble. Estudió humanidades en el Monasterio de San Benito el Real de Valladolid, pasando a la Universidad de Santiago de Compostela, donde cursó Filosofía, Derecho Canónico y Civil, graduándose en bachillerato en ambos derechos, posteriormente se doctoró en estas materias en la Universidad de Osma. Recibió la ordenación sacerdotal en 1800. Fue profesor de Instituciones Canónicas en la universidad compostelana; fue secretario de Felipe Peláez de Caunedo, obispo de Lugo; su abogado de Cámara, secretario del fondo pío beneficial; diputado de dispensas, indultos y gracias pontificias; canónigo, provisor y gobernador del obispado. Fue también abad-párroco del Salvador de Maceira, en el obispado de Tuy.
El clero le nombró diputado en Cortes por La Coruña.
Durante la ocupación francesa, fue obligado, con otros cinco eclesiásticos de Lugo, a prestar juramento de fidelidad y obediencia al rey José Bonaparte; pero luego, en cuanto tuvo ocasión, huyó y se escondió. Sabedores de ello los franceses, saquearon su casa y la destinaron para alojamiento de los suyos. Libre el país de los franceses, en 1809, el clero lucense lo nombró nuevo diputado en la Junta de Gobierno que allí se constituyó.
A la muerte del obispo de Lugo, Felipe Peláez, el 9 de julio de 1811, fue nombrado vicario capitular.
Dos años después, el rey Fernando VII lo nombró canónigo doctoral de la Catedral de Santiago; en 1824, a propuesta del claustro de profesores, fue nombrado rector de la universidad compostelana. Fue comisario y juez apostólico de la Cruzada y el papa León XII lo nombró prelado auditor de la Rota Romana y regente de la Penitenciaría Apostólica.
El 21 de febrero de 1831 el papa Gregorio XVI lo nombró obispo de Valladolid. El 15 de mayo el obispo de Salamanca, Agustín Lorenzo Varela le confirió la ordenación episcopal en la iglesia parroquial de San Justo de Madrid. El Seminario de Valladolid le debe grandes reformas y la creación del gabinete de Física e Historia Natural. Dejó excelente memoria de su prudencia y saber. Fue el último obispo de Valladolid, ya que el 4 de julio de 1857 fue erigida en sede metropolitana por el papa Pío IX. En 1834 fue nombrado prócer del Reino, pero aprovechando la epidemia del cólera no asistió a las Cortes y se retiró de la política activa a su diócesis, hasta su muerte.
La Universidad de Santiago consagró un recuerdo a su memoria, dedicándole un vitor colocado sobre la puerta de una de las aulas del lado Este de la planta baja del edificio.
Fuentes y bibl.: Archivo Secreto Vaticano, Secretaría de Estado, Exteriores 249 (1827-1830), 437.
R. Ritzler y P. Sefrin, Hierarchia catholivca medii et recentioris aevi (1800-1845), vol. 7, Padua, Il Messaggero di S. Antonio 1968, pág. 388; V. Cárcel Ortí, “Rivadeneyra, José Antonio”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. 3, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, Madrid 1972, pág. 2094; V. Cárcel Ortí, Política eclesial de los Gobiernos Liberales españoles (1830-1840), Pamplona, Eunsa, 1975.
Arturo Llin Cháfer