Vives Rodón, Dolores. Valls (Tarragona), 15.XI.1909 – Barcelona, 12.VI.2007. Primera aviadora militar española y profesora de piano.
Sus padres, Juan Vives Farrés (abogado) y María Dolores Rodón Blaza, tuvieron cinco hijos (Josefa, Dolores, Juana, Juan y María). Dolores estudió en el Instituto de Cultura y Biblioteca Popular de la Mujer, donde le enseñaron cómo una mujer debía poder desenvolverse por sí misma. Su padre, muy interesado por las cuestiones sociales y por la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos, inculcó a sus hijos un entusiasmo extraordinario en participar en sucesos de toda clase. “Mi padre no quería que fuésemos timoratos, así de niños nos hacía subir a los árboles. No quería que tuviésemos miedo”, así se expresa en 2002.
Muy joven se matriculó en la Escuela Municipal de Barcelona para estudiar música, piano y violonchelo, siendo sus maestros Nicolau y Lluis Millet. La profesión durante toda su vida ha sido la de profesora de piano. Dolores Vives vio nacer su vocación aeronáutica, cuando el 4 de octubre de 1932 el doctor Eckner, con el dirigible Zeppelin, arribó al Aeródromo Naval de Barcelona. Este campo en aquellos días se convirtió en el centro de atención de la juventud barcelonesa y entre los jóvenes que acudieron a contemplar la llegada del dirigible se encontraba Dolores Vives. Ese día se enteró del proyecto de creación de la Escuela Aero Popular, que funcionaba de forma parecida a la de Madrid. Este club tenía por finalidad fomentar y popularizar la afición a la aviación de la juventud. En Barcelona empezó a funcionar en junio de 1933. El padre de Dolores, llevado de su espíritu abierto, en cuanto tuvo conocimiento de la existencia del Club, hizo socios en el primer día de funcionamiento a sus cuatro hijas, por esta circunstancia esta mujer fue socia fundadora del Aero Popular de Barcelona con el carnet n.º 11.
Desde el primer momento, las cuatro hermanas y dos amigas colaboraron en el Aero Popular como simples secretarias, realizando toda clase de tareas administrativas. El trabajo era duro, pero su afición a la aeronáutica les hacía que lo sobrellevasen con buen humor. Y como la suerte suele aliarse con los audaces, en el sorteo, celebrado en noviembre de 1933, de cinco becas donadas por el Aero Popular de Barcelona para el curso de piloto, le correspondió una de ellas a Dolores. El curso se realizaba en la Escuela de Vuelo Progreso, sucursal de la de Madrid, cuyo director era Vicente Vallés Caballé, piloto militar de complemento que había pedido la excedencia para montar la escuela. Las clases empezaban a las siete de la mañana y terminaban una hora después. A Dolores, desde un principio, se le dio muy bien el pilotaje y después de catorce horas de doble mando, recibió la “suelta” (volar solos por primera vez) el 22 de enero de 1934. El 24 de febrero hizo el examen final y obtuvo el título n.º 217 de piloto civil con fecha 24 de marzo de 1934. Unos días antes, concretamente el 10 de marzo de este mismo año, se celebró el banquete que el Aero Popular daba para homenajear a los cinco primeros alumnos becarios del Club. Se trataban, en primer lugar, de Dolores Vives, segunda piloto femenina catalana y sexta de España y de Segismundo Casals, Enrique Nadal, José Iranzo y Francisco Ramos. En esta época, donde volar era muy caro, el Estado subvencionaba una hora de vuelo gratis al mes a todos los pilotos para que pudieran entrenarse, Dolores Vives dividía su hora para poder realizar vuelos cortos los fines de semana. Le entusiasmaba volar y estaba durante sus horas libres siempre en el campo militar del Prat para “pinchar”, aunque fuera de pasajera algún vuelo.
Todos los pilotos de Cataluña conocían la afición y entrega por todo lo aeronáutico, por ello, no es de extrañar que en la Asamblea General que celebró el Club Aero Popular de Barcelona el 20 de diciembre de 1935 fuera elegida, con otros socios masculinos, vocal del nuevo Consejo Directivo.
Del 5 al 12 de abril de 1939, se celebró la II Semana Nacional del Vuelo Sin Motor española, en el campo de vuelo de Monflorite (Huesca), con la participación de la mayoría de clubes de Vuelo sin Motor de España. Entre los participantes de Cataluña, que se inscribieron bajo una sola entidad, Federación Catalana de Vuelo a Vela, figuró Dolores Vives. Entre los catorce títulos de pilotos Clase B concedidos en esta semana de vuelo sin motor, uno fue para Dolores Vives.
El 26 de abril de 1936, con motivo de haber obtenido el primer título clase B de Vuelo Sin Motor femenino en Cataluña, además de la actuación tan destacada que tuvo durante la II Semana de Vuelo Sin Motor de Monflorite, se celebró un homenaje de sus compañeros del Aero Popular de Barcelona a Dolores Vives, que ya era presidenta del Club y a la que asistieron las máximas autoridades de la Aeronáutica Civil del Estado y de los Servicios de Aeronáutica de la Generalidad de Cataluña. Aunque obtuvo el título de Piloto Clase B de Vuelo sin Motor, la licencia nunca llegó a sus manos por el estallido de la Guerra Civil.
Tras vencerse la sublevación militar en Barcelona, en julio de 1936, y creada, el 3 de agosto de 1936, la Consejería de Defensa de la Generalidad de Cataluña, aprobó un Decreto por el que quedan movilizados todos los aviadores civiles de Cataluña, tanto si eran pilotos de avión como si eran de vuelo sin motor, como asimismo los mecánicos y ayudantes de mecánicos de los aeroclubes.
El total de movilizados en octubre de 1936 fue de cincuenta y seis, entre los que figuraban pilotos, observadores, mecánicos, ayudantes con grado de teniente, alférez, brigada o sargento. También figuraban en la relación de movilizados dos mujeres, pilotos civiles de avión, Mari Pepa Colomer y Dolores Vives. Ésta última fue movilizada como piloto, concediéndosele el grado de alférez, único caso de alférez femenino en la guerra.
La suspensión de los Servicios de Aeronáutica —traspasados en la aprobación del Estatuto de Autonomía a Cataluña en 1932, a la Generalidad— llevada a cabo por los hechos del 6 de octubre de 1934 en Cataluña, queda sin efectos por las elecciones del 16 de febrero de 1936.
Cuando el 1 de octubre de 1936 se crea la Escuela de Pilotos Militares de la Generalidad, los aviadores civiles movilizados fueron llamados al primer curso de la Escuela, donde ejercían de profesores, entre otros, Mari Pepa Colomer y Dolores Vives.
Para Dolores Vives, el turbulento período de la Guerra Civil la vivió según sus propias palabras: “Había que cumplir con el deber. Me movilizaron como aviadora los tres años de guerra, pero no hice vuelos de combate, sólo de inspección de costa, por ejemplo localizando algún barco sospechoso o hacia la frontera. Y realizaba vuelos de vigilancia de retaguardia”. “Mi labor principal, de todas formas, era en el aeródromo militar de El Prat, controlar el movimiento, anotar los aviones que salían y llegaban. No me reclamaron para tirar bombas ni mi fuerza ni mi espíritu iban con eso. No había salido a luchar, soy antimilitarista”. Participó en vuelos de reconocimiento marítimo como observadora del piloto Ángel Orte Abad y no participó en acciones de guerra pues la Generalidad no lo permitió.
Después de la guerra, Dolores Vives no fue represaliada, se quedó en Cataluña pero no volvió a volar. “Volar era maravilloso, pero la verdadera aventura ha sido la vida, sacar adelante a los diez hijos de mi marido, con quien me casé al quedar viudo, y al que ayudaba en su trabajo de médico”. “Un gran cirujano”. Se llamaba Gerardo Manresa Formosa.
Bibl.: J. Canudas, Historia de l’aviacio catalana, Barcelona, La Magrana, 1983; J. J. Maluquer Wahl, La Aviación de Cataluña, Madrid, Editorial San Martín, 1977; M. Tauler Gelabert, Historia del Vuelo sin Motor en España 1930-1995, Madrid, Ministerio de Defensa, 1996; L. Corominas Bertrán, Mujeres en la Historia de la Aviación, Madrid, Cockpit Studio Editorial, 2005.
Adolfo Roldán Villén