Rueda Quintanilla, Antonio. Marqués de Saltillo (VII). Carmona (Sevilla), 23.XI.1825 – Sevilla, 22.VI.1878. Político y ganadero de toros de lidia.
Era hijo de José María de Rueda y Rafaela Quintanilla Montoya, ambos naturales de Carmona.
Estuvo casado con Francisca Javiera Osborne y Bölh de Faber, hija de Thomas Osborne Mann (1761-1854), VIII y último señor de Yalbourne en el condado de Devon en Inglaterra, que se había asentado en El Puerto de Santa María iniciándose en el negocio vinícola, y de Aurora Böhl de Faber y Ruiz de Larrea, hermana de Cecilia Böhl de Faber, célebre escritora costumbrista que utilizó el seudónimo de Fernán Caballero.
Fue elegido diputado el 25 de marzo de 1858 por la circunscripción de Sevilla, distrito de Carmona. Repitió por la misma circunscripción y distrito el 10 de marzo de 1867, aunque cesó algo más de tres semanas más tarde al haber sido nombrado senador el 15 de marzo. Tras la Restauración borbónica volvió a salir elegido diputado del Congreso, por tercera vez, el 20 de enero de 1876 por la circunscripción de Sevilla, distrito de Sevilla, presentando su renuncia el 4 de julio de 1877 al haber sido nombrado senador vitalicio el 10 de abril de 1877.
En 1854 compró la ganadería que había pertenecido a Pedro Picavea de Lesaca, que tras su muerte en 1831 había heredado su viuda Isabel de Montemayor y, posteriormente, sus tres hijos José, Pedro y Manuel Picavea de Lesaca. Para lo cual, previamente, Antonio Rueda Quintanilla había otorgado poderes a Ildefonso Núñez de Prado, conocido ganadero de toros de lidia que gestionó la compra de la ganadería.
El marqués de Saltillo adquirió toda la ganadería de vacas cerreras con inclusión de los toros y paradas de cabestros, que ascendieron a más de mil doscientas cabezas de pago a razón de 700 reales cada cabeza.
El comprador podía usar, si le acomoda, la divisa y nombre de la ganadería. Las dehesas y pastos que disfrutaba el ganado quedaban durante un año a disposición del comprador que se hacía cargo de la renta de las dehesas.
Tras su muerte la ganadería pasó a manos de su esposa, de quien la heredó su hijo, Rafael Rueda Osborne, VIII marqués de Saltillo, siendo vendida por sus herederos a Félix Moreno Ardanuy. Con anterioridad, el conde de Santa Coloma adquirió una parte de la ganadería de Saltillo, y que constituyó uno de los encastes de su ganadería.
Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados (Madrid), Serie documentación electoral, 41, n.º 45; 59, n.º 8; y, 78, n.º 20; Archivo del Senado (Madrid), exp. personal de ~, HIS-0405-06.
A. Vera, Orígenes e historial de las ganaderías bravas, Madrid, Artes Gráficas E.M.A., 1961; A. Rodríguez Montesinos, El toro de Santa Coloma, Madrid, Consejo General del Colegio de Veterinarios de España, 1997; F. Mira, Hierros y encastes del toro de lidia, Sevilla, Guadalquivir, 1998; http://www.toroszgz.org/tauromaquia/toro/encastes/santacoloma.htm; http:// www.elchofre.com/modificar/opinion/articulo_176.html.
Antonio Luis López Martínez