Paredes, Antonio de. ¿Trujillo (Cáceres)?, c. 1595 – Toledo, c. 1621. Poeta y aristócrata.
Los datos en torno a la biografía del poeta de origen aristocrático Antonio de Paredes son muy parcos. Se desconoce el lugar exacto de su nacimiento, así como la fecha en que éste se produjo. A tal escasez de noticias viene a sumarse la confusión con un personaje homónimo citado en la Austriada de Juan Rufo, particular que ha ocasionado no pocas perplejidades acerca de la cronología de este mal conocido autor culto del siglo XVII. Los datos fehacientes de Antonio de Paredes indican que el literato perteneció al círculo cordobés de amigos de Luis Góngora.
Dicho cenáculo estaba integrado por figuras de la nobleza provincial como el veinticuatro Pedro de Cárdenas y sus dos hermanos Juan de Cárdenas y Martín de Saavedra Caicedo (los tres fueron dedicatarios de las poesías de Paredes), así como por el erudito comentarista Pedro Díaz de Rivas. El testimonio de la amistad de Antonio de Paredes con el cabeza de la lírica culta secentista viene dado por la mención explícita del nombre del joven, junto al de Pedro de Cárdenas, en el epistolario gongorino (carta a Juan de Villegas, 4 de septiembre de 1614): “Los amigos besan las manos de vuesa merced, principalmente don Antonio de Paredes, que le quedó grande amigo y servidor. Don Pedro de Cárdenas me dijo antes de anoche que hacía soledad vuesa merced, que al fin era continuo del jardín, y tenía buen gusto”. Este significativo lazo con el autor de las Soledades debía de ser bastante estrecho y pudo cimentarse en los buenos oficios del caballero Cárdenas, quien sería el encargado de llevar una copia de la Soledad primera al humanista Pedro de Valencia en 1613. En la obra poética de Paredes, una composición apologética (soneto VI) refrenda la identificación del poeta principiante con los modos de la escuela culta, por la que llegó a tomar firme partido (Al licenciado Pedro Díaz de Rivas, en la defensa de las Soledades y Polifemo).
Otra mención del escritor habla de la temprana fama de que gozó en vida y de la juvenil edad y apariencia del mismo; se trata del sintético encomio incluido por Cervantes en el Viaje del Parnaso, impreso en 1614: “Éste es un caballero de presencia / agradable y que tiene de Torcuato / el alma sin alguna diferencia; / de don Antonio de Paredes trato, / a quien dieron las Musas, sus amigas, / en tierna edad anciano ingenio y trato”. El encargado de editar póstumamente las obras de Paredes, el licenciado Andrés Jacinto del Águila, daba —en una nota a la Elegía fúnebre que llora su temprano óbito— alguna noticia acerca de las circunstancias de su repentina defunción: “Don Antonio de Paredes murió en Toledo yendo a Madrid a que se viesen en la asamblea las pruebas para el hábito de San Juan que tomaba”.
Obras de ~: Rimas de don Antonio de Paredes, Córdoba, Salvador de Cea, 1622; Rimas de don Antonio de Paredes, Córdoba, Salvador de Cea, 1623; Rimas de don Antonio de Paredes, ed. de A. Rodríguez Moñino, Valencia, Castalia, 1948.
Bibl.: R. Ramírez de Arellano, Ensayo de un catálogo biográfico de escritores de la provincia y diócesis de Córdoba, con descripción de sus obras, t. II, Madrid, Tipografía de la Revista de Archivos, 1922, pág. 141; P. Ruiz Pérez, “Lecturas del poeta culto (imprenta y mediación en las Rimas de Antonio de Paredes)”, en Bulletin Hispanique, 100 (1998), págs. 425-448; M. Teijeiro Fuentes, Los poetas extremeños del Siglo de Oro, Mérida, Editora Regional de Extremadura, 1999, págs. 534- 543; J. Ponce, Góngora y la poesía culta del siglo XVII, Madrid, Ediciones del Laberinto, 2001, págs. 174-186.
Jesús Ponce Cárdenas