Valero Díaz y Asensio de Pradas, Pedro. Albarracín (Teruel), c. 1630 – Zaragoza, 28.IX.1700. Presidente de la Sumaria de Nápoles, consejero de Aragón, justicia de Aragón.
Hijo de Pedro Valero Díaz y de Juana Asensio de Pradas, vecinos de Terriente y muertos bajo testamento mancomunado otorgado allí mismo (1654). Hermanos suyos fueron: Juan Valero Díaz, secretario real y del Consejo de Aragón, y Francisco Valero Díaz, natural de Alobras en el obispado de Albarracín, también colegial en el Mayor de San Salvador de Oviedo (5 de agosto de 1657) y muerto en Salamanca a los tres años de colegio.
Desde su Alobras natal en el Reino de Aragón pasó a Salamanca y allí, una vez graduado de bachiller, ingresó en el Colegio Mayor de San Salvador de Oviedo (15 de junio de 1651) y en las aulas salmantinas fue alumno de José Fernández de Retes, cuya influencia se notó en la vocación humanista de Valero Díaz que le hizo mantener trato con los principales humanistas de su tiempo, tales como Nicolás Antonio, Valero Díaz poseyó una sólida formación en lenguas antiguas, aficionándose a la historia, al coleccionismo de piezas de la antigüedad, especialmente monedas y medallas, de las que, tras su muerte, se llevaron más de once mil piezas a la Biblioteca Real de Madrid. A lo largo de su vida formó una notable biblioteca, que mantenía en su museo, y de la que tras su muerte el consejero de Castilla Fernando Velasco compró más de seiscientos volúmenes, entre ellos diversos manuscritos de Antonio Agustín, sobre quien el mismo Valero Díaz dejó escritos diversos comentarios manuscritos a propósito de su vida, obras y cartas, al igual que una serie de otros trabajos suyos, también manuscritos, sobre medallas y otras antigüedades y retórica castellana.
Dejó el Colegio cuando se le hizo merced del oficio de presidente de capa larga de la Regia Cámara de la Sumaria de Nápoles (14 de junio de 1657) para reemplazar al fallecido doctor Juan López de Baylo.
Durante el viaje a este destino, naufragó la embarcación en que viajaba, junto a las Medas, y al reembarcar fue capturado por los franceses, quienes le mantuvieron prisionero y sólo pudo escapar meses más tarde pagando el precio de su fuga. Fue promovido a una plaza de regente de la Cancillería y consejero del Colateral de Nápoles (11 de julio de 1669) en la vacante por promoción de Melchor de Navarra y Rocafull.
Mientras servía este oficio se le encargó (1675) la información y procesos en contra de Melchor de la Cueva, general de la Armada Real del Océano, y contra el marqués del Viso y su hijo el marqués de Bayona, generales que habían sido de las Galeras de España, por no haber impedido el socorro introducido por los franceses en Mesina, cuando la rebelión de esta ciudad y acabada la guerra de Mesina fue nombrado visitador del Reino de Sicilia.
Sus muchos méritos y servicios movieron a algunos regentes del Consejo de Italia a proponerle para alguna de sus plazas de naturales vacantes, pero le obstó el haber nacido en Aragón y después de varios memoriales de la Diputación de Aragón en su favor, se le hizo merced de una plaza togada en el Consejo Supremo de Aragón (1683) y desde ella fue promovido al oficio de Justicia de Aragón (30 de abril de 1687), plaza de la que prestó juramento dos meses más tarde en Madrid (20 de junio de 1687) y de la que tomó posesión en Zaragoza en diciembre de aquel año, en la que se mantendría hasta su muerte, tras la cual fue sepultado en la iglesia del Monasterio de Santa Engracia de Zaragoza.
Contrajo matrimonio con Francisca de los Cameros, hija de Francisco de los Cameros y de Francisca Marrufo Buitrón, naturales de Alcalá de los Gazules, unión de la que nacieron tres hijos y tres hijas, entre los primeros se halló el doctor Luis Valero, que fue nombrado miembro del Consejo Criminal de la Audiencia de Aragón (1706) durante el gobierno del archiduque Don Carlos.
Obras de ~: Dionisii Orbis ambitus. Animadvertionibus latinis illustratus, Paris, 1656; Sententia de quodam loco lactantii corrupte in opere de mortibus persecutorum, Traiecti ad Rhenum, 1693.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Secretarías Provinciales, lib. 217, fol. 84r.; lib. 230, fols. 253v., 320r.; leg. 1.469; Biblioteca Nacional de España, Manuscritos, 13.392, fols. 309r.-312v.; Biblioteca Histórica de Santa Cruz de Valladolid, Manuscritos, 174, fols. 76r., 80v.
M. Gómez Uriel, Bibliotecas antigua y nueva de escritores aragoneses de Latassa, aumentadas y refundidas en forma de Diccionario Bibliográfico-Biográfico, t. III, Zaragoza, Imprenta de Calisto Ariño, 1886, págs. 306-310; J. M.ª Fernández Catón, “El Colegio Mayor de San Salvador de Oviedo de la Universidad de Salamanca. Catálogo de sus colegiales”, en Studium Legionense, 1 (1960), págs. 307-308.
Javier Barrientos Grandon