Ayuda

Antonio Martínez y la Espada y Ponce de León

Biografía

Martínez y la Espada y Ponce de León, Antonio. Mallorca (Islas Baleares), 1721 – ?, f. s. XVIII-p. s. XIX. Militar, gobernador de Valparaíso y Chiloé.

Hijo de Antonio Martínez y la Espada. Alférez y luego capitán del Regimiento de Guardias de Infantería Española, en cuyo cuerpo comenzó a servir en 1745, donde también lo hicieron su padre y sus tíos; estuvo en el sitio de Milán y guerras de Italia; ascendió luego hasta el grado de coronel; nombrado gobernador de Valparaíso (Chile), vacante por muerte de Juan Martínez Gómez, por Real Orden, en Buen Retiro, 3 de febrero de 1757, asumió su cargo por 1758.

Allí se hizo famoso durante su gobierno de dieciséis años entre otros motivos arbitrarios por la “contribución de perros”, disposición que obligaba a los vecinos a matar dos perros o una perra para acabar con una plaga que sufría el puerto; quien no cumplía la orden podía sufrir penas de cárcel y cadenas. Impartía sus órdenes desde una singular silla y, según la leyenda, un elevado cerro que se divisa desde Valparaíso cuando está muy despejado el cielo se asemeja a ella y por eso se conoce como “la Silla del Gobernador”; al hacerse visible anuncia lluvia. Nombrado gobernador de Chiloé, ejerció entre 1778 y 1786. En 1785 se inició un Padrón General de la provincia que se terminó durante el gobierno de su sucesor Francisco Hurtado en 1788. También durante su período se hicieron varias expediciones misionales en búsqueda de la mítica Ciudad de los Césares, en cuya existencia no creía. Con su anuencia los franciscanos instalaron un hospicio y edificaron una iglesia en el puerto de San Carlos (hoy Ancud), obteniendo de él muchos privilegios, en desmedro de los curas doctrineros. Suspendió el Cabildo de Castro y desterró a sus capitulares para darle predominio al del puerto y favorecer sus intereses, medidas que fueron corregidas por su sucesor. Aunque no era infrecuente la participación en actividades comerciales de los gobernadores, los abusos en que incurrió lo hicieron absolutamente impopular.

Pese a que su sueldo anual era de 4.000 pesos mandó a su socio en Lima 9.455 pesos “producto del comercio y otras estafas” en 1779, según el asentista del situado de Chiloé Juan Sabriego, el cual reitera que este peculado se repitió en 1780 y 1781. En 1787 los negocios de este gobernador le permitieron disponer de la gruesa suma de 50 a 51.000 pesos de caudal. Destituido por Francisco Hurtado se le siguió un juicio de residencia en el que los humillados súbditos manifestaron toda clase de acusaciones y puede decirse que en todo Chiloé no existía persona que no estuviera en su contra. Desde San Carlos se dirigió al Rey, el 17 de agosto de 1787, dándole cuenta de los ultrajes a los que lo sometió su sucesor, con embargo de sus bienes, incluso sus muebles y ropa de su mujer e hijas. Contrajo matrimonio con María de Apesteguía y fueron padres, entre otros, de Antonio, alférez de Granaderos del Regimiento de Mallorca.

 

Bibl.: J. T. Medina, Diccionario Biográfico Colonial de Chile, Santiago, Imprenta Elzeviriana, 1906, pág. 512; R. Urbina Burgos, La periferia meridional indiana en Chiloé en el siglo xviii, Valparaíso, Ediciones Universitarias de Valparaíso, 1983, págs. 42, 93 y 238; Las misiones franciscanas de Chiloé a fines del siglo XVIII: 1771-1800, Valparaíso, Universidad Católica, Instituto de Historia, 1990, págs. 93, 56 y 100; Gobierno y Sociedad en Chiloé Colonial, Valparaíso, Universidad de Playa Ancha, 1998, págs. 56 y 62; G. Guarda (OSB), Los Encomenderos de Chiloé, Santiago, Ediciones de la Universidad Católica de Chile, 2002, pág. 378.

 

Isidoro Vázquez de Acuña y García del Postigo