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Juan Andrés de Uztáriz y Vertisberea

Biografía

Uztáriz y Vertisberea, Juan Andrés de. Narvarte (Navarra), 31.III.1656 – Santiago de Chile (Chile), 19.V.1718. Gobernador de Chile.

Fueron sus padres Juanes de Uztáriz y Magdalena de Vertizberea, de noble familia. Aunque se sabe que ingresó a la Orden de Santiago el 18 de enero de 1695, no se conoce que haya desempeñado jamás cargo alguno en el Ejército o la Administración, ni que se hubiese señalado de otra manera para merecer tal distinción.

Establecido en Sevilla al frente de una casa de comercio, llegó a poseer una fortuna considerable. La Guerra de Sucesión de España le ocasionó grandes pérdidas, de las que creyó resarcirse con el desempeño del gobierno de alguna provincia de ultramar. Mediante el pago de una suma que se hace subir a $ 24.000, Uztáriz consiguió ser nombrado gobernador de Chile. Se le hizo merced de este título el 19 de diciembre de 1707, con la facultad de que, en caso de fallecer antes de tomar posesión del cargo, pudiese hacerlo su hermano Pedro de Uztáriz, por ocho años, también caballero de la Orden de Santiago. Todo esto demuestra, sin duda, que esta familia gozaba de un linaje limpio y de una gran fortuna, hecha al parecer en el comercio naviero en la carrera de las Indias. Dice Barros Arana que era pariente cercano del célebre economista español Gerónimo de Ustáriz, autor del libro Theorica y Práctica del comercio, publicado en 1724, con varias ediciones y traducciones al francés e inglés. Todo parece indicar que el cargo de presidente de Chile más se debió a su munificencia que a sus méritos civiles y militares. Quizás también fuera pariente de Casimiro de Uztáriz y Aznara, I marqués de Uztáriz, título concedido en las Dos Sicilias, en 1739, y reconocido en Castilla.

El nuevo presidente de Chile salió de España en los primeros días de 1708 y llegó a Tierra Firme en abril. Había dejado a su mujer en Sevilla y viajaba acompañado de tres de sus hijos y de algunos dependientes de comercio a los que pensaba ocupar en sus especulaciones mercantiles. La inseguridad en la navegación demoró su viaje a Lima. Salió de esa ciudad el 29 de diciembre y arribó a Valparaíso el 10 de febrero de 1708 y a Santiago el 27 del mismo mes, fecha en que toma posesión de su cargo, en el que permaneció hasta el 20 de marzo de 1717.

Quizás, en previsión de que algo pudiese sucederle, trajo más tarde a su hermano Pedro, que se había establecido en Cuzco, al que dio título de capitán en 1717. Poco después envió a España por su mujer e hijos, los que al viajar al Nuevo Mundo, a bordo de los navíos de registro de Buenos Aires, fueron apresados por una escuadra holandesa. A pesar de que viajaban con un pasaporte dado por la reina de Inglaterra, fueron llevados a Portugal. Desde allí pudieron reembarcarse para Chile, tras diversas incidencias.

Dice Medina que el gobernador Uztáriz dio pruebas de ser una persona muy piadosa, pues iba a misa diariamente y aún dispuso que la mayordomía de la Congregación del Rosario se radicase en los ministros de la Real Audiencia, comenzando por él mismo. Contribuyó, igualmente, con 500 pesos para la obra de la Casa de Recogidas, pero, como no entregó tal suma oportunamente, debió obligársele a cumplir su ofrecimiento en 1717. También se dice que fue “hombre ingenioso y de inalterable palabra”. Llegó a Chile con órdenes imperiosas de combatir el contrabando que causaba daño al comercio establecido y que, especialmente, venían haciendo buques franceses en las costas de la América meridional. Lejos de cumplir con estas instrucciones, el gobernador Uztáriz entró en trato con los contrabandistas e hizo pingües negocios vendiendo sus mercaderías con la ayuda de sus dependientes y testaferros.

Al término de su mandato se vio envuelto en numerosas acusaciones por estas actividades ilícitas, durante su juicio de residencia. Fue su juez residenciador el oidor de la Audiencia de Chile, caballero de la Orden de Calatrava y después presidente y capitán general del Reino, José de Santiago-Concha, quien le aplicó todo el rigor de la ley, condenándolo a la pérdida de todos sus bienes y privación perpetua de desempeñar oficios públicos, todo lo cual le llevó a la muerte, mientras estaba siendo procesado. Copia de los expedientes de su juicio de residencia se conservan en el Archivo de la Real Audiencia, Archivo Nacional de Chile.

Se casó con Francisca de Ollo, que regresó a España y se radicó en Sevilla después de la muerte del marido. Sus hijos permanecieron en Chile y hay descendencia suya, aunque no se conserva su apellido por varonía.

Falleció en Santiago el 19 de mayo de 1718 y fue enterrado en la Recoleta Franciscana. Dice Medina que hay datos biográficos suyos en Matute, Hijos de Sevilla (t. I: 18), aunque plagados de errores.

 

Bibl.: D. Barros Arana, Historia General de Chile, t. V, Santiago, Imprenta Cervantes, 1885, págs. 493 y ss.; J. T. Medina, Diccionario Biográfico Colonial de Chile, Santiago, Imprenta Elzeviriana, 1905, pág. 888.

 

Sergio Martínez Baeza