Olivar, Jorge del. Zaragoza, p. t. s. xvi – f. s. xvi. Mercedario (OdeM), predicador, teólogo, procurador ad casum ante la Santa Sede, redentor de cautivos.
Pidió el ingreso en el Convento de San Lázaro de su ciudad natal y tomó el hábito mercedario de manos del comendador fray Agustín de Molinar, ante quien fray Jorge emitió también la profesión religiosa. Y a profeso, pasó al Convento-Colegio de la Merced de Huesca, del que salió “excelente teólogo”, y pronto se dio a conocer como predicador de “mucho espíritu”.
Bien preparado como jurista, pasó a Roma, por comisión de la comunidad de San Lázaro de Zaragoza y de la provincia de Aragón, para gestionar ante la Santa Sede la defensa de unos bienes de la redención de los cautivos y del propio Convento de San Lázaro de los que algunas personas se habían apoderado y retenían injustamente. Con su prudente y acertada intervención en la curia romana, consiguió que el papa Pío V expidiera el breve Significavit nobis del 30 de octubre de 1569, por el que autorizaba al arzobispo de Zaragoza para proceder contra los inicuos e injustos detentadores de dichos bienes. El padre Jorge del Olivar fue nombrado comendador del Convento de la Merced de Valencia el año 1573, y permaneció hasta 1579 al frente de dicha encomienda. Mientras se hallaba de superior en la capital del Turia, se presentó la ocasión que ansiaba y que le hizo digno de eterna memoria: el maestro general de la Orden de la Merced, fray Francisco Maldonado, determinó realizar una redención en Argel durante el año 1577; y nombró redentores al padre Jorge del Olivar, comendador de Valencia, al padre Jorge Ongay, comendador de Pamplona, y al padre Jerónimo Antich, comendador de Mallorca.
Dispuestos los caudales, los salvoconductos y el navío, los redentores zarparon del puerto de Valencia el 30 de marzo de 1577 rumbo a Argel. Llegados a la capital argelina, los redentores negociaron el rescate de ciento doce cautivos; estando ya embarcados redentores y rescatados, para navegar hacia Valencia, se presentó un grupo de cristianos cautivos diciendo, con despecho, que, ya que para ellos no había redención, se iban a presentar al Rey para apostatar de la fe católica. Conmovido el padre Jorge ante semejante decisión y no pudiendo convencerles con las palabras, concertó con los amos de los cautivos el rescate de los decididos a renegar, en más de 1400 pesos. Él se quedó en Argel, como garante del pago concertado. Los otros dos redentores, con todos los redimidos, arribaron al puerto de Valencia en el mes de agosto. Fray Jorge del Olivar permaneció cautivo en Argel trece meses. En septiembre de 1778 el maestro general Maldonado pudo remitir a fray Jorge 7700 escudos de oro, a través del rico mercader Fernando Torres y éste de su corresponsal en Argel, Juan Fortunio, con los que pagó a los amos de los cautivos que había rescatado, cuando se quedó como rehén y de otros que rescató durante su cautiverio.
Todo lo que fray Jorge hizo en favor de los cautivos durante su cautividad lo atestiguan veintinueve concautivos suyos en 1577, en carta firmada por todos ellos que dirigieron al papa Gregorio XIII cardenales y prelados de las iglesias. Entre los testigos firmantes está Miguel de Cervantes Saavedra, al que, por cierto, el buen fraile mercedario ayudó en uno de sus intentos de fuga, que a punto estuvo de costarles la vida a ambos.
De nuevo en Valencia, fray Jorge pasó de comendador a Calatayud (1582-1585). El 19 de mayo de 1585 ya estaba de conventual en la Real Casa de San Lázaro de Zaragoza, en la que falleció durante la última década del siglo xvi.
Bibl.: G. Téllez (Tirso de Molina), Historia General de la Orden de Nuestra Señora de las Mercedes, t. II, Madrid, 1568- 1639 (ed. crítica de M. Penedo Rey, Madrid, Provincia de la Merced de Castilla, 1974); B. de Vargas, Chronica Sacri et Militaris Ordinis B. Mariae de Mercede, Redemptionis Captivorum, t. II, Panormi, Ioannes Baptista Maringus, 1622; F. de Neyla Martínez, Gloriosa Fecundidad de María, en el campo de la Católica Iglesia [...], Barcelona, Rafael Figueró, 1698.
Juan Devesa Blanco, OdeM