Rocafull, Guillem de. Orihuela (Alicante), p. m. s. XVI – La Goleta (Túnez), 1571. Gobernador de Alicante, Orihuela y Menorca y virrey de Mallorca.
Nació en Orihuela en la primera mitad del siglo XVI. Desde 1544 fue gobernador de Alicante. En 1548 lo fue de Orihuela y en 1553 de Menorca, donde se distinguió por su capacidad para dirigir los trabajos de fortificación del castillo de San Felipe en la embocadura del puerto de Mahón. El 26 de julio de 1557 fue nombrado desde Bruselas por Felipe II nuevo virrey de Mallorca para sustituir al valenciano Gaspar de Marrades. El relevo de Marrades creó diversidad de opiniones entre Felipe II, la princesa Juana y el Consejo de Aragón. Entre los candidatos de la princesa gobernadora no figuraba Rocafull, ya que ésta propuso al gobernador de Orihuela y ex gobernador de Menorca, Juan de Moncayo, al gobernador de Cataluña, Pere de Cardona y al señor de Ayerbe, Pedro de Urríes, es decir, a dos aragoneses y a un catalán. El candidato de su hermano fue Rocafull a pesar de las advertencias en contra del Consejo de Aragón, que le recomendaba que le mantuviese en Menorca a la espera de otra oportunidad de promoción ante el argumento, que resultó ser cierto, de que “está odiado por los cavalleros de Mallorca”. Tuvo que ver en su elección su hasta entonces satisfactoria labor gubernativa y su experiencia en la edificación del castillo de San Felipe, en un momento en el que era necesario construir un nuevo recinto abaluartado de la capital mallorquina que ya se erigía en la fachada marítima y que había que concluir por la zona terrestre. No llegaría a la isla hasta el 22 de marzo de 1558. Su virreinato fue breve, pero tremendamente conflictivo ya que heredó de su antecesor en Mallorca un clima contestatario que se incrementó inmediatamente después de su llegada.
Rocafull impulsó un gran número de obras de fortificación como, por ejemplo, en 1560, el encargo de la reforma de las murallas de la ciudad al arquitecto italiano Juan Bautista Calvi. Poco después de su llegada, sin embargo, insultó a los jurados por desavenencias sobre los costes de la defensa de la isla, y a los pocos meses de su permanencia en ella, en julio de 1558, sesenta y seis caballeros firmaron un escrito dirigido a la Corte en el que, entre otras cosas, denunciaban que “el nuevo lugarteniente que hoy tenemos [...] continuamente haga [...] lo mesmo y aun algo mas que los otros quebrando privilegios, franquesas y buenos usos”. Esta afirmación demostraba sin paliativos la prosecución del enfrentamiento entre un sector del estamento de los caballeros y el virrey, iniciado contra Marrades y proseguido contra Rocafull.
La acusación no podía ser más grave: actuaciones anticonstitucionales.
Esta ofensiva señorial en contra de Rocafull, continuadora de la que se había iniciado unos años antes contra Marrades, aumentó y encontró nuevos seguidores. Si en 1558 fueron sesenta y seis los firmantes, al año siguiente, fueron setenta y uno los que se atrevieron a solicitar al Monarca que enviase a Mallorca a un juez de residencia “por los agravios y sobras que de cada dia recebimos por desconciertos y injusticias caben en nuestro gobierno”, hasta llegar a ser ciento ocho los que apoyaron esta solicitud en agosto de 1561. También saldrían a relucir discrepancias entre Rocafull y el regente de la Cancillería, Joan Armengol.
En junio de 1561 llegó a Mallorca como visitador el obispo de Alguer, Pedro Baquer, que ya había realizado dos visitas a Cerdeña durante el virreinato de Antoni de Cardona. Insistieron entonces los caballeros opuestos a Rocafull en que, tras la llegada de Baquer a la Corte, había dejado la visita en suspenso por presiones recibidas a su favor y que era preciso ordenar reanudarla, pues en caso contrario “serem forçats exirnos obtesa licencia de Vostre Magestad per no poder mes sufrir les injuries y agravis rabem continuament de don Guillem de Rocafull loctinent general de V. Majestad”. Como representante de estos caballeros, Pere Antoni Zaforteza se dirigió a la Corte. En septiembre de 1561, Rocafull fue reclamado por el Rey para “informarle de lo que quiera”. El 18 de octubre, mientras allí acudía, Baquer, que se encontraba en Mallorca desde junio de 1561, se presentó ante el Gran y General Consell como visitador. Como resultado de esta visita hubo remociones de cargos y se halló una falta de fondos en la Taula de Camvis. Rocafull retornó a Mallorca a principios de 1562, momento en que aumentó la oposición contra su persona. Una comisión concluyó que había conculcado veinticinco privilegios del reino mientras que un síndico se dirigió a la Corte con importantes reivindicaciones políticas.
Dos de los jurados presos por orden virreinal fueron liberados por disposición del Rey. Esta disposición suponía la desautorización del virrey ante los jurados.
Alguna villa se sumó a la operación de denunciar abusos y excesos del virrey. En octubre de 1563 se le ordenó presentarse ante la Corte que estaba entonces en Monzón. Abandonó la isla y acabó siendo destituido en abril de 1564. El Monarca le concedería después un hábito de la Orden de Calatrava y más tarde la titulación de la rica encomienda de Alcolea. En 1564 fue uno de los caballeros que participó en la empresa de conquista del Peñón de Vélez de la Gomera. Acabó su carrera política en 1571 como general en La Goleta (Túnez).
Bibl.: A. Campaner, Cronicón Mayoricense, Palma, Juan Colomar y Salas, 1881; E. Belenguer Cebriá, La Corona de Aragón en la época de Felipe II, Valladolid, Universidad, 1986; J. Juan Vidal, El Sistema de Gobierno en el Reino de Mallorca (siglos XV-XVII), Palma, El Tall, 1996; El Regne de Mallorca a l’època de Felip II, Palma, Govern Balear, Conselleria d’Educació, Cultura i Esports-Universitat de les Illes Balears, 1998; “El Gobierno del Reino de Mallorca en la época de Felipe II”, en Felipe II (1527-1598) Europa y la Monarquía Católica, I. El Gobierno de la Monarquía (Corte y Reinos), Madrid, Parteluz, 1998, págs. 413-450; E. Belenguer Cebriá, Un reino escondido: Mallorca de Carlos V a Felipe II, Madrid, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 2000; J. Juan Vidal, Els Virreis de Mallorca (siglos XVI-XVII), Palma, El Tall, 2002.
Josep Juan Vidal