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Enrique Pérez de Harana

Biografía

Pérez de Harana, Enrique. ?, m. s. XIII – Jaén, 1300. Ricohombre castellano, repostero mayor de Alfonso X el Sabio y lugarteniente de adelantado del Reino de Murcia.

Enrique Pérez fue hijo del ricohombre castellano Pedro López de Harana, posiblemente de origen vizcaíno. Éste había formado parte de la hueste que acompañó a Alfonso X el Sabio, cuando aún era infante, en la conquista castellana del Reino de Murcia (1243-1245). Como premio a sus servicios, Pedro López recibió del infante Alfonso, en abril de 1244, dos lugares de población musulmana en la frontera con Aragón: los castillos y villas de Alpera y Carcelén (Albacete). Desde entonces la familia Harana estuvo muy unida al Reino murciano. Pedro López participó luego en la conquista de Andalucía; se sabe que en Córdoba le fueron otorgadas tierras.

Entre enero y marzo de 1253 el nombre de Pedro López desapareció de su lugar habitual como confirmante de los privilegios reales. Su hijo Enrique empezó a ser consignado en este tipo de documentos a partir de 1262, confirmando al final de la columna donde lo hacían los ricoshombres castellanos, aunque con un cargo del que no disfrutó el padre: el de “repostero mayor del rey”. Ejerció este oficio al menos hasta 1281.

Enrique acrecentó el patrimonio de su familia tanto en Andalucía como en Murcia. Parece ser que en el repartimiento de Sevilla recibió un donadío menor en Espechilla (término de Tejada) de unas 300 hectáreas.

Después de aplastada la revuelta de los mudéjares murcianos, fue beneficiado entre 1266 y 1272 en Murcia con unas ocho hectáreas en el repartimiento del término de aquella ciudad. Los responsables del reparto también concedieron fincas, por mandato o por ruego de Enrique Pérez, a hombres relacionados con él en acciones militares. Finalmente, se sabe que fue señor de Pliego y “Gorgogi” (en término de Alcaraz, Albacete), así como del valle de Ricote (concedido en 1285 a la Orden de Santiago), donde un tal Pedro Peláez de Contreras gobernaba el señorío en su nombre.

En 1271, Alfonso X, que se hallaba en Murcia, envió a Castilla a Enrique Pérez. Su misión consistió en llevar un mensaje, en secreto, a Nuño González de Lara, principal cabecilla de la rebelión nobiliaria que se estaba gestando contra el Monarca. Harana volvió a Murcia con la respuesta. Cuando el Rey leyó las cartas con las exigencias de los ricoshombres descontentos, pidió consejo a una serie de cortesanos, entre ellos Enrique.

Desde junio de 1272 hasta agosto de 1274 figuró en la documentación regia como “adelantado en el reino de Murcia por el infante don Fernando”, sin dejar de ser repostero mayor del Rey. A pesar de que el infante heredero, Fernando de la Cerda, era el titular nominal del adelantamiento murciano, Enrique fue el adelantado a todos los efectos. Cabe suponer que dejó de ejercer este oficio al morir su superior, el infante, en julio de 1275.

Desde su calidad de juez y de representante del Rey en Murcia, pues tal era la función del adelantado, Harana colaboró estrechamente en el repartimiento de Murcia con los partidores reales García Domínguez y Juan García, para evitar abusos y afianzar la repoblación de aquella región. También está documentada su labor como juez en pleitos de herencia (1272), y como protector de los fueros y privilegios concedidos por Alfonso X a Orihuela (1273), a la sazón plaza castellana.

Después de finalizar su adelantamiento, Enrique Pérez desempeñó ciertas misiones diplomáticas al servicio de Alfonso X y del nuevo infante heredero, el futuro Sancho IV. Después de subir éste al Trono, Harana prestó servicio militar en Andalucía. En 1290 se sabe que cobraba una soldada de 16.000 maravedís en la Frontera (como se llamaba a la Andalucía del valle del Guadalquivir), a cambio de la cual debía luchar en la guerra contra los musulmanes acompañado de trece caballeros.

Enrique Pérez murió en la defensa de Jaén combatiendo las tropas del rey de Granada Muhammad II, durante la minoría de Fernando IV, en el verano de 1300.

Se casó con Constanza de Antillón, hija del ricohombre aragonés Sancho de Antillón. Fruto de este matrimonio fue Pedro Enríquez, que acabaría enajenando los señoríos de Pliego (1305) y “Gorgogi” (1307).

 

Bibl.: L. de Salazar y Castro, Historia Genealógica de la Casa de Lara, t. III, libro XVI, Madrid, Imprenta Real, 1696, pág. 44; G. Argote de Molina, Nobleza de Andalucía, Jaén, Est. Tipográfico de Francisco López Vizcaíno, 1866, pág. 341 (reed., Jaén, 1957; 1.ª ed., Sevilla, 1588); A. Ballesteros-Beretta, Alfonso X el Sabio, Barcelona, Salvat, 1963, págs. 556, 806 y 905-906; S. de Moxó, “De la nobleza vieja a la nobleza nueva. La transformación nobiliaria castellana en la baja Edad Media”, en Cuadernos de Historia, 3 (1969), págs. 1-210 (espec., págs. 134-137); J. Torres Fontes, Repartimiento de Lorca, Murcia, Real Academia Alfonso X el Sabio, 1994 (2.ª ed.), pág. LII; G. Argote de Molina, Elogios de los conquistadores de Sevilla (ed. de A. Sánchez de Mora del ms. de 1588), Sevilla, Ayuntamiento, 1998, págs. 93-94; J. de Salazar y Acha, La casa del Rey de Castilla y León en la Edad Media, Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2000, pág. 489; B. Vázquez Campos, “El adelantamiento murciano en el contexto de las reformas alfonsinas (1258- 1283)”, en Miscelánea Medieval Murciana, XXVI (2003- 2004), págs. 159-177.

 

Braulio Vázquez Campos