Salinas Loyola, Juan de. Valladolid, c. 1495 – Loja (Ecuador), 19.I.1582. Conquistador y expedicionario, con importante desempeño en la colonización de las regiones orientales de lo que hoy es la República del Ecuador.
Se ha presumido que fuera oriundo de Valladolid, por haber llamado así a la primera ciudad por él fundada en América, y se ha creído que por sus venas corriera sangre vasca, ya que era deudo quizá lejano del fundador de la Compañía de Jesús, san Ignacio de Loyola, según él mismo declara. Fue “hijo legítimo del Dr. Bernardo Vélez de Loyola y de Guiomar Fernández de Salinas, su mujer, vecinos de la villa de Salinas de Añana”, de acuerdo con Alfonso Anda Aguirre.
Llegó a América en 1515 para participar, junto a Hernán Cortés, en la conquista de México. Intervino en la expedición al golfo de Hibueras y luego recorrió gran parte de lo que hoy es Honduras, Nicaragua y Panamá. Hacia 1531, cuando Pizarro ultimaba los preparativos para la conquista del Tahuantinsuyo, se integró a la expedición de Sebastián de Benalcázar y marchó a encontrarse con Pizarro en Puertoviejo, desde donde siguieron viaje hacia el sur. Una vez cobrado el “rescate” de piezas de oro y plata de Atahualpa, partió junto a Hernando Pizarro llevando al Rey de España el quinto de ese tesoro, que le correspondía.
Volvió a América del Sur cuando ya casi habían terminado todas las campañas de conquista. Estuvo en el cerco de Lima, de 1536, y participó en diversas contiendas de los conquistadores. Más tarde, cumpliendo órdenes del capitán Alonso de Mercadillo, inició la conquista de la provincia de los Paltas, y junto a él estuvo presente en la fundación de la Inmaculada Concepción de Loja, el 8 de diciembre de 1546. Se encontraba radicado en Loja cuando, movido por su espíritu aventurero, aceptó la propuesta que le hacía el virrey marqués de Cañete para “desaguar” de malos elementos la tierra, y organizó una expedición de doscientos cincuenta hombres. A partir del 8 de julio de 1557, abriéndose paso por la cordillera andina, avanzó hacia el Oriente, donde estableció las poblaciones de Valladolid, Loyola, Santiago de las Montañas, Logroño de los Caballeros, Sevilla de Oro y Santa María de Neiva.
Posteriormente realizó importantes descubrimientos, entre ellos los ríos Morona y Pastaza y el llamado pongo de Manseriche, en el Amazonas, por el cual también navegó. Pasó a la región de Maynas, en la cuenca del río Ucayali, y finalmente regresó a Loja en 1559. Fue entonces nombrado gobernador y capitán general de Yaguarzongo, Bracamoros y Macas, llevando anejo el título de adelantado. Es un hecho evidente que Salinas Loyola fue un ejemplo de temerario arrojo, fuerza de voluntad e inteligencia, templado en las luchas con la potente naturaleza de los Andes.
A finales de 1581, sintiéndose viejo y cansado, hizo su escritura de testamento: en ella manda, entre otras cosas, que se haga un hospital en el pueblo de Cañaribamba de su encomienda, donde se recoja a los indios enfermos y pobres, para que reciban los alimentos, medicinas, bastimentos, camas y lo demás que conviniere. Para cumplir con este propósito, donó todo el ganado que tenía en su hacienda.
Bibl.: A. Anda Aguirre, El adelantado don Juan de Salinas Loyola y su gobernación de Yaguarzongo y Pacamoros, Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1980; W. Espinoza Soriano, La fuerza de la verdad: historia de la peruanidad de Jaén de Bracamoros, Lima, Banco Central de Reserva del Perú, 1994; J. H. Rengel, Juan de Salinas Loyola y los Vaca de Vega: la epopeya de Yaguarzongo y Mainas, Loja, Municipio, 1999; C. Martínez Martín, “Ascendientes y deudos de Juan de Salinas, gobernador de Yaguarzongo y Pacamoros, en el linaje Loyola”, en Procesos: revista ecuatoriana de historia (Quito), n.º 15 (2000), págs. 21-49.
Teodoro Hampe Martínez