Hinojosa, Gedeón. Jerez de la Frontera (Cádiz), 1527 – Madrid, 1.X.1595. Consejero de Órdenes, de Indias y de Castilla.
Formado en el colegio mayor de Cuenca en Salamanca entre 1557 y 1564, regresó a Andalucía y obtuvo la cátedra de Prima de Leyes tras ingresar ese último año en el colegio de Osuna. Se introdujo en la comunidad de letrados sevillana de Diego de Espinosa. Consolidó su posición casándose, cuatro años después, con una de las parientes de Martín Muñoz, en 1568. Una vez encumbrado en la Corte y con la influencia del cardenal, consiguió que el Monarca le nombrara fiscal de la Chancillería de Valladolid. A partir de entonces, su carrera se aceleró, pues poco después ascendió a oidor, en 1572 recibió hábito de Santiago para ingresar como fiscal del Consejo de Órdenes. Su negativa a ejercer la presidencia de la Audiencia de Nueva Granada, para la que el Monarca le había llamado, le propició un declive temporal del favor regio, siendo apartado a su casa mientras ejercía de fiscal. Sin embargo, volvió a reintegrarse en las estructuras administrativas al reingresar como oidor en la Chancillería de Valladolid, logrando regresar a la Corte en 1577. Siendo miembro del Consejo de Órdenes, recibió título de consejero de Indias el 25 de febrero de 1580, tribunal en el que, un año después, intervino en la junta sobre expolios, sedes vacantes y bulas apostólicas, que se había ordenado constituir en dicho tribunal.
En 1586 fue comisionado para servir la presidencia de la Casa de la Contratación de Sevilla, actividad en cuyo ejercicio se ocupó con esmero de la actuación seguida por los contadores de averías. Sobre este asunto y otros, como la hacienda y la financiación de Indias, continuó ocupándose posteriormente en la Junta que conformó con Agustín Álvarez de Toledo y el secretario Juan de Ibarra. En 1587, el presidente del Consejo de Hacienda, Rodrigo Vázquez de Arce, valoraba positivamente que estuviera “apartado de todas ynteligencias y tratos”, lo que le convertía en letrado digno de promoción, aunque su ascenso cortesano aún hubiera de dilatarse un tiempo. Cuatro años después, el fallecimiento de Fernando Medina de Zarauz dejó vacante un puesto de asesor en el Consejo de Cruzada, para el que ejerció sus servicios hasta su nombramiento como consejero de Castilla, el 20 de agosto de 1594, promoción que le catapultó, el 8 de abril del siguiente año, a la Cámara y a la presidencia interina del Consejo de Indias, cargo en el que se mantuvo hasta la provisión de Pablo de Laguna. Poco después falleció en el cumplimiento de estas funciones.
Fuentes y bibl.: Bristish Library, add. 28704, fol. 321r.; Archivo Histórico Nacional, Órdenes Militares, Santiago, exp. de casamientos, n.º 10320, lib. 120 fols. 56r.-57r.; Instituto Valencia de Don Juan, envío 16c. 27bis; envío 92c. 133, cuad. 5 fols. 36r., 38r., 40r., 43r., 53r., 58v. y 61r.; Archivo General de Simancas, Escribanía Mayor de Rentas, Quitaciones de Corte, leg. 21.
J. de Rojas y Contreras, Historia del colegio Viejo de San Bartolomé, mayor de la célebre Universidad de Salamanca. Vida del Excmo. y Rvdmo. don Diego de Anaya Maldonado, Arzobispo de Sevilla, su fundador, y noticia de sus ilustres hijos, vol. I, Madrid, por Andrés Ortega, 1766-1770, págs. 116 y 118-119; A. M.ª Carabias Torres, El Colegio Mayor de Cuenca en el siglo xvi. Estudio institucional, Salamanca, Publicaciones de la Universidad, 1983, pág. 190; C. Domínguez Rodríguez, Los oidores de las salas de lo civil en la Chancillería de Valladolid, Valladolid, Publicaciones de la Universidad, 1997, pág. 140; I. J. Ezquerra Revilla, “Hinojosa, Gedeón”, en J. Martínez Millán y C. J. de Carlos Morales (dirs.), Felipe II, 1527- 1598. La configuración de la Monarquía hispana, Valladolid, Junta de Castilla y León, 1998, págs. 400-401; El Consejo Real de Castilla bajo Felipe II, Madrid, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 2000, págs. 151, 244 y 279; E. Schaefer, El Consejo Real y Supremo de las Indias, vol. I, Madrid, Marcial Pons-Junta de Castilla y León, Consejería de Educación y Cultura, 2003, págs. 155 y 356.
Alejandro López Álvarez
