Guevara, Antonio de. Segovia, s. t. s. xvi – Madrid, 23.IX.1592. Consejero de Felipe II.
Vecino de Segovia, miembro de una extensa familia de mercaderes, tras establecerse en Sevilla participó en la administración del almojarifazgo mayor de Indias entre 1573 y 1580. Durante este último año, se encargó en solitario de este cometido, cumpliendo con los objetivos que se planteaba la Hacienda Real castellana con esta forma de gestión, obtener unas recaudaciones sensiblemente superiores a las precedentes y velar por el valor de los títulos de deuda (juros) situados en la renta. En efecto, en 1580 recaudó 91.200.795 maravedís, una cifra que no se alcanzaría en la gestión posterior mediante arrendamiento. Administró, asimismo, la almadraba de Hércules, también con excelentes resultados. El éxito de sus gestiones facilitó, sin duda, que Guevara fuera elegido para administrar otra renta, los derechos de las lanas exportadas desde Andalucía, entre 1580 y 1583. Al mismo tiempo, desde 1580, fue designado proveedor general en esta zona, encargado de los aprestos de ejércitos y armadas. Ésta sería una delicada responsabilidad que hubo de ejercer al mismo tiempo que se consolidaba el dominio de Felipe II sobre la Corona portuguesa. Guevara, además, debió afrontar diversas comisiones. Durante 1581 fue requerido para exponer sus opiniones sobre un proyecto que en este momento era debatido en la Corte sobre el establecimiento de bancos públicos. Consideró entonces que el mejor plan consistía en fomentar bancos municipales bajo el control real, dados los beneficios que podrían reportar para el crédito de la Corona. Pero el proyecto, estudiado durante la estancia de la Corte de Felipe II en Portugal, no fraguó.
En 1583 fue comisionado para negociar la enajenación de juros, oficios y otros arbitrios, y al poco tiempo su misión se amplió al ser facultado para registrar los fraudes y retener los fondos de particulares llegados a la Casa de la Contratación. Actuando con suma diligencia y plena independencia de los Consejos de Hacienda e Indias, consiguió remitir a la Tesorería General en 1584 nada menos que 462.661.008 maravedís de juros vendidos y 75.831 de “cosas extraordinarias”, destinados a financiar letras en Milán que respaldaron asientos firmados en Flandes por Farnesio. Buena parte de esta suma procedía de un asiento que Guevara había firmado el 31 de octubre de 1583 con Diego de Alburquerque y Miguel Ángel Lambias. El complejo trato implicaba que ambos personajes comprarían 1.650.000 ducados en juros situados sobre las alcabalas, el almojarifazgo mayor y el oficio de fundidor de la Casa de la Moneda sevillana.
En enero de 1584 fue llamado a la Corte a fin de dar cuenta de las operaciones que había llevado a cabo en Sevilla. Sus actividades ya habían sido supervisadas por la “Junta de los Cuatro”, formada por Hernando de Vega, Rodrigo Vázquez de Arce, Chumacero de Sotomayor y fray Diego de Chaves. La recomendación de estos personajes convenció a Felipe II para que ordenara su nombramiento como consejero de Hacienda en marzo de este año y, en palabras de Vega, presidente del organismo, “espero ha de ser esta provisión para mucho servicio de Vuestra Majestad”. Guevara tuvo que regresar a Sevilla para ocuparse de sus responsabilidades como proveedor general, donde también intervino en materia de galeras.
Tras regresar a la Corte a finales de 1588 se integró en el Consejo de Hacienda. No obstante, a propósito de una visita general que estaba llevando a cabo el licenciado Laguna, comenzaron a investigar sus cuentas y actividades de años precedentes. Mientras se llevaban a cabo estas diligencias, Guevara continuó participando en las principales juntas y comisiones que se convocaron para remediar los problemas financieros.
Fruto de su experiencia, el 23 de junio de 1589 elevó un memorial que proponía diversos arbitrios y medidas que contribuyeran a solucionar los problemas financieros de la Monarquía (tasa sobre el papel, cuantiosos de Sevilla, venta de hidalguías, servicio de los ocho millones, empréstitos, suspensión de sacas, reactivación del proyecto de bancos, sostenimiento de un soldado por cada diez vecinos, etc.). Fue incluido en la Junta Grande de Hacienda de 1591, y dentrode ella formó parte de la comisión encargada de negociar con los hombres de negocios un préstamo de 2.500.000 ducados.
Sin embargo, al año siguiente cayó en desgracia, al culminar la visita que había comenzado años antes.
Sus bienes fueron embargados, tras advertirse una serie de fraudes, extorsiones y otras irregularidades cometidas con el manejo de los caudales del erario como proveedor general. Se le acusaba de haber trapicheado con vituallas de mala calidad, de apropiación indebida de fondos, de aceptar comisiones, de liquidar excedentes, etc. Entre los implicados en la inspección se encontraba uno de sus empleados en Andalucía, un tal Miguel de Cervantes. Antes de que la sentencia definitiva le fuera comunicada, Guevara falleció en prisión en septiembre de 1592.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Consejo y Juntas de Hacienda, leg. 292, n.º 20; Instituto Valencia de Don Juan, envío 24, caja 39, n.º 519.
E. Lorenzo Sanz, Comercio de España con América en la época de Felipe II, Valladolid, Servicio de Publicaciones de la Diputación Provincial, 1979-1980, 2 vols.; H. Lapeyre, El comercio exterior de Castilla a través de las aduanas de Felipe II, Valladolid, Universidad, 1981; I. A. A. Thompson, Guerra y decadencia. Gobierno y administración en la España de los Austrias, 1560-1620, Barcelona, Crítica, 1981; E. Hernández Esteve, “Aportaciones al estudio de la banca castellana en el siglo xvi”, en VV. AA., Actas del Segundo Congreso sobre archivos económicos de entidades privadas, Madrid, Banco de España, 1988, págs. 15-42; J. I. Martínez Ruiz, Finanzas municipales y crédito público en la España moderna. La hacienda de la ciudad de Sevilla, 1528-1768, Sevilla, Ayuntamiento, 1992; C. J. de Carlos Morales, El Consejo de Hacienda de Castilla. Patronazgo y clientelismo en el gobierno de las finanzas reales, Valladolid, Junta de Castilla y León, 1996; J. Martínez Millán y C. J. de Carlos Morales (dirs.), Felipe II (1527-1598). La configuración de la Monarquía Hispana, Valladolid, Junta de Castilla y León, 1998.
Carlos Javier de Carlos Morales
