Salablanca, Francisco de. ?, 1522 – Madrid, 1607. Consejero de Felipe II.
Nació en 1522, en lugar desconocido. Se inició en la administración hacendística en tiempos de Carlos V, en la oficina del secretario Vázquez de Molina. Su ascenso se produjo tras ganarse la estima de Francisco de Eraso, que le encargó la comisión de pleitos de lugares despoblados entre 1563 y 1566. Habiendo llevado a cabo con suficiencia diversas actividades, el 8 de mayo de este año fue nombrado contador de relaciones de la Contaduría Mayor de Hacienda, encargado de confrontar el importe de cada renta y las obligaciones financieras que soportaba. Al mismo tiempo, comenzó a colaborar con Francisco Gutiérrez de Cuéllar, teniente de la Contaduría Mayor de Cuentas, que gozaba del favor del cardenal Espinosa. En 1568 participó en la toma de cuentas del capitán general García de Toledo, y formó parte de la junta que preparó las nuevas ordenanzas de la Contaduría Mayor de Cuentas de 1569. La confianza que depositaba Espinosa en Salablanca era patente. Preocupado por el gasto de la guerra de las Alpujarras, el 28 de junio de este año fue enviado a Granada, con título de contador del sueldo del Ejército que sofocaba la rebelión morisca. Posteriormente, de 1572 a 1575 Salablanca actuó como visitador o inspector de la frontera de Perpiñán y de las fortalezas de Cataluña.
Con toda su experiencia, y gozando de la protección de Mateo Vázquez de Arce, a finales de 1575 fue nombrado miembro de la comisión que debía tomar las cuentas a los hombres de negocios conforme a la suspensión de pagos declarada en septiembre. Al poco, consiguió el ascenso al puesto de lugarteniente de la Contaduría Mayor de Cuentas, que ejerció durante varios lustros hasta que, en 1594, fue nombrado uno de los cuatro contadores de la Contaduría Mayor de Hacienda, con entrada en el Consejo, de acuerdo con las ordenanzas emitidas en noviembre del año anterior en El Pardo. Dos años después, cuando se hizo público el resultado de la visita que desde años antes inspeccionaba la administración financiera, fue sancionado levemente con una multa de 75.000 maravedís por haber cometido ciertas irregularidades en su anterior ocupación.
En el tránsito de los reinados de Felipe II y Felipe III supo mantener la confianza del duque de Lerma y continuó perteneciendo al Consejo de Hacienda tras la reforma de 1602. Cuando falleció, en la primavera de 1607, Cabrera de Córdoba señaló que era “muy antiguo ministro de Hacienda y de grande confianza; y así hará falta su persona”. Había estado casado con Isabel Galindo, que fuera ama de leche del infante don Carlos.
Tuvo siete hijos y dejó poco patrimonio, por lo que el Consejo de Hacienda solicitó a Felipe III que costeara su enterramiento con 3000 ducados.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Escribanía Mayor de Rentas, Quitaciones de Corte, leg. 19.
L. Cabrera de Córdoba, Relación de las cosas sucedidas en la corte de España desde 1599 hasta 1614, Madrid, 1857 (ed. facs. Valladolid, Consejería de Educación y Cultura, 1997); C. Espejo de Hinojosa, El Consejo de Hacienda durante la presidencia del marqués de Poza, Madrid, Tipografía Revista de Archivos Bibliotecas y Museos, 1924; E. Hernández Esteve, Establecimiento de la partida doble en las cuentas centrales de la Real Hacienda de Castilla (1592), Madrid, Banco de España, 1986; C. J. de Carlos Morales, El Consejo de Hacienda de Castilla. Patronazgo y clientelismo en el gobierno de las finanzas reales, Valladolid, Junta de Castilla y León, 1996; J. Martínez Millán y C. J. de Carlos Morales (dirs.), Felipe II (1527- 1598). La configuración de la Monarquía Hispana, Valladolid, Junta de Castilla y León, 1998, págs. 475-476; C. J. Carlos Morales, “Los medios de control contable de las finanzas reales en tiempos de Felipe II: el teniente Francisco Gutiérrez de Cuéllar y la Contaduría mayor de Cuentas, 1560-1579”, en J. Martínez Millán (dir.), Felipe II (1527-1598). Europa y la Monarquía Católica, vol. II, Madrid, Universidad Autónoma, 1998, págs. 165-196.
Carlos Javier de Carlos Morales
