Vallius Maxumianus, Gaius. ?, p. m. s. II – ¿f. s. II? Funcionario financiero de alto rango en la Hispania romana.
Todos los documentos que se poseen sobre este personaje corresponden a la última etapa de su vida, cuando desde Mauretania Caesariensis tuvo una participación activa en la lucha contra los Mauri que ocuparon parte de la Baetica en época de Marco Aurelio (Historia Augusta, Vita Marci, 21).
Nada se sabe de las milicias iniciales ni de los primeros puestos sexagenarios de la carrera administrativa, pues las inscripciones grabadas hacia el año 177 sólo dan noticia de sus funciones posteriores en la segunda mitad del gobierno del emperador Marco Aurelio (161-180). Por esos textos se sabe que alcanzó el rango centenario (retribuído con 100.000 sestercios al año) en Macedonia, donde fue procurador (procurator) con funciones de control fiscal Entre los años 173 y 176 y ya con nivel ducenario (200.000 sestercios), fue procurator Augustorum en Lusitania, lo que permite situarle para ese período en Augusta Emerita (Mérida), que era sede administrativa de los funcionarios de la provincia. Su función recaudatoria y de control fiscal debió incluir aquí las explotaciones mineras de la zona de Vipasca (Aljustrel, Portugal) y las prósperas canteras de mármol.
Finalmente, entre los años administrativos 175-176 y 178-179 fue procurador-gobernador de Mauretania Caesariensis y como tal aparece en la célebre tabula de Banasa (Sidi Ali bou Jenoun, Marruecos).
Durante su etapa en el norte de África pasó con tropas a la Baetica para expulsar de la provincia a los Mauri, tal como relatan dos inscripciones de Italica (Santiponce, Sevilla. CIL, II, 1120) y Singilia Barba (Antequera, Málaga. CIL, II²/5, 783 = II 2015) grabadas hacia el año 177. La primera es un monumento en su honor por haber devuelto la paz a la Baetica (Baeticam caesis hostibus paci pristinae restituerit); en la segunda se le nombró patrono de la ciudad por el mismo motivo (ob municipium diutina obsidioni et bello Maurorum liberatum). No queda noticia de su posible carrera posterior.
Bibl.: E. Hübner, Corpus Inscriptionum Latinarum, vol. II (CIL, II), Berlin, Academia Litterarum Regia Borussicae, 1869, n.os 1120 y 2015; P. von Rhoden y H. Dessau, Prosopographia Imperii Romani saec. I, II, III (PIR1), Pars III, Berlin, George Reimer, 1898 (Berlin, Walter de Gruyter, 1978²), págs. 383-383, n.º V 170; H.-G. Pflaum, Les carrières procuratoriennes équestres sous le Haut-empire romain I-IV, Paris, Geuthner, 1960-1961, págs. 585-590 y 985-986, n.º 221; B. E. Thomasson, Laterculi praesidum, I, Göteborg, Editiones Radii, 1984, col. 421, n.º 21; G. Alföldy,”Bellum Mauricum”, en Chiron, 15 (1985), págs. 103-105; M. Christol y A. Magioncalda (eds.), Studi sui procuratori delle due Mauretanie, Sassari, Università, 1989, págs. 148-149; M. Ojeda, El servicio administrativo imperial ecuestre en la Hispania romana durante el Alto Imperio, I. Prosopografía, Sevilla, Kolaios, 1993, págs. 110-112, n.º 32; R. Atencia, Corpus inscriptionum Latinarum, vol. II (editio altera), pars V, conventus Astigitanus, Berlin, Walter de Gruyter, 1998, n.º 5, 783 (CIL, II²/5, 783); S. Lefebvre, “Procurateurs en Hispanie. Les Fastes procuratoriennes des Hispaniae: bilan des recherches depuis H.G. Pflaum”, en H.-G. Pflaum. Un historien du xxe siècle, Genève, Droz, 2006, pág. 259.
Juan Manuel Abascal Palazón