Cominius Vipsanius Salutaris, Lucius. Italia, p. m. s. ii – p. t. s. iii. Funcionario financiero de alto rango en la Hispania romana.
De origen itálico y domicilio habitual en Roma como declara una inscripción sevillana dedicada por uno de sus antiguos empleados hispanos (CIL II 1085), la carrera de este personaje de rango ecuestre se desarrolló fundamentalmente en su tierra natal, con la única excepción de dos puestos en Hispania.
Nada se sabe de sus orígenes familiares, pero es probable —como ya supuso Stein— que fuera padre de Cominia Vipsania Dignitas.
Su primer empleo de rango ecuestre para la Administración romana fue el de subprocurator ludi magni, es decir, auxiliar en la organización que aglutinaba a los gladiadores imperiales; más tarde se hizo cargo de varias fundaciones alimentarias en el sur de Italia antes de ascender al rango centenario (retribuido con 100.000 sestercios al año) como procurador de la provincia de Sicilia.
Con ese mismo rango fue enviado a Hispania como administrador del kalendarium Vegetianum, el legado bético que Lucius Mummius Niger Quintus Valerius Vegetus Severinus Caucidus Tertullus entregó al estado romano en tiempos de Marco Aurelio (161- 180); su presencia en la Baetica para ejercer este cargo se viene situando en torno al año 193, a comienzos del reinado de Septimio Severo (193-211), del que se le considera un hombre de confianza. Aún en la Bética, fue ascendido al rango ducenario (retribución de 200.000 sestercios) y nombrado procurador financiero de esta provincia probablemente para la etapa 193-195.
Por último, de vuelta a Italia —con rango tricenario (300.000 sestercios al año) y trato de vir perfectissimus— fue nombrado responsable de la oficina imperial que entendía de los procesos presentados ante el tribunal del emperador (officium a cognitionibus), lo que ratifica su cercanía al emperador Septimio Severo.
Bibl.: E. Hübner, Corpus Inscriptionum Latinarum (CIL), vol. II, Berlin, Academia Litterarum Regia Borussicae, 1869, n.º 1085; “Nuevas fuentes para la geografía antigua de España”, en Boletín de la Real Academia de la Historia (BRAH), 34 (1899), pág. 486; A. Stein, Prosopographia Imperii Romani saec. i, ii, iii. Editio altera (PIR²), Pars II, Berlin, Walter de Gruyter, 1936, pág. 302, n.º C 1272; A. García y Bellido, “El elemento forastero en la Hispania romana”, en BRAH, 144 (1959), pág. 127; H.-G. Pflaum, Les carrières procuratoriennes équestres sous le Haut-empire romain I-IV, Paris, Geuthner, 1960-1961, págs. 629-632, n.º 235; P. Guichard, “Sur les procurateurs du Kalendarium Vegetianum et quelques notables municipaux”, en Alimenta. Estudios en Homenaje al Dr. Michel Ponsich, Madrid, Universidad Complutense, 1991, págs. 299-300; J. González, Corpus de inscripciones latinas de Andalucía, vol. II: Sevilla. Tomo I. La Vega (Hispalis), Sevilla, Junta de Andalucía, 1991, n.º 294; M. Ojeda, El servicio administrativo imperial ecuestre en la Hispania romana durante el Alto Imperio I. Prosopografía, Sevilla, Kolaios, 1993, págs. 70-72, n.º 12; F. Des Boscs, “La richesse des aristocraties de Bétique et de Tarraconaise (50 av. J.-C.- fin du iième siècle ap. J.-C.): essai de synthèse”, en Gerión, 22.1 (2004), pág. 336.
Juan Manuel Abascal
