Almonte y Muriel, Enrique d’. Cádiz, 8.I.1858 – Cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica), 28.V.1917. Geógrafo.
Hijo de un ingeniero italiano casado con gaditana, ingresó en la Escuela de Ingenieros de Caminos en 1876, pero la muerte de su padre le indujo a abandonar esa carrera e ingresar en el Cuerpo Auxiliar Facultativo de Minas, destinándosele, por su habilidad para el dibujo, a la Comisión del Mapa Geológico de España. En 1880 fue destinado a la Inspección General de Minas de Filipinas, en la que, como único auxiliar, colaboró en “la esfera geográfica, cartográfica y de representación artística” con los dos ingenieros de Minas, José Centeno García y Enrique Abella y Casariego, que sucesivamente estuvieron al frente de aquélla entre 1880 y 1898. Esta colaboración quedó reflejada en los trabajos publicados por aquéllos en las Memorias de la Comisión del Mapa Geológico de España, y en otras publicaciones, como Transactions of the Seismological Society of Japan, o la Descripción de la isla de Panay, fruto de la expedición de 1885-1887 encargada a Abella por el Gobierno.
Como resultado de su curiosidad personal, acabó adquiriendo una amplia formación naturalista y geográfica, apoyada además en múltiples viajes, no sólo por las Islas Filipinas, pues aparte de visitar Japón, donde realizó trabajos profesionales por encargo, viajó también por China, Formosa, Indochina, Borneo, Java, Sumatra, islas Célebes, Nueva Guinea, Molucas y Melanesia, aprendiendo a hablar el tagalo y otras lenguas insulares, y a leer el chino.
Por iniciativa propia, o como resultado de trabajos encomendados por el Gobierno General de Filipinas, prestó especial atención a la geografía descriptiva, y la mayor parte de su quehacer, tanto para el Gobierno como para particulares, consistió en exploraciones para adquirir datos sobre el relieve, la hidrografía e itinerarios de caminos, y en el levantamiento de planos, tareas muy dificultosas, dada la escasez de cartografía, la multiplicidad de islas, la vegetación, las dificultades para desplazarse, y la falta de dominio real de ciertas partes del territorio.
El Gobierno General le comisionó para dirigir el levantamiento del mapa general del archipiélago y el de varias islas en particular. Entre 1882 y 1898 publicó, al menos, veintidós mapas relativos a Filipinas, y dejó inéditos cinco más (aparte de múltiples “itinerarios” del centro y sur de Luzón, aptos para trazar mapas a 1:50.000). De entre los publicados, nueve son mapas de escala hasta 1:200.000, que es la de los mapas de las provincias de Cavite, La Laguna y Batangas, publicados por la Inspección General de Minas para uso del Ejército de Operaciones en la campaña de 1897.
Alguno de esos mapas, como el de la isla de Samar a 1:200.000, fueron reeditados por el U.S. Army Engineers, y los trabajos de Almonte fueron muy elogiados por W. D. Smith, director de Geología y Minas en el Bureau of Science del Gobierno de Filipinas.
Entre los inéditos, se halla el mapa general del Archipiélago a 1:800.000. Finalmente, once mapas de su autoría fueron incluidos en el Atlas de Filipinas del padre Algué, publicado por el U.S. Coast and Geodetic Survey en 1900.
Al iniciarse en 1897 la campaña contra los insurrectos filipinos, Almonte fue adscrito, como práctico, a la División Lachambre, guiando las columnas en los avances y contribuyendo de forma decisiva al éxito en la campaña, como reconocieron los jefes militares y la prensa de Manila.
Regresó a España en 1901, y en ese mismo año, el Ministro de Estado le designó para formar parte de la comisión que, como consecuencia del Tratado con Francia firmado el año anterior, debía delimitar las posesiones españolas en el golfo de Guinea. En 1902 se le encargó formar el mapa de Guinea, y cuatro años después el estudio de la flora y la ejecución del deslinde de la frontera entre el territorio español y la colonia alemana de Kamerun. Como consecuencia de todo ello, y de un nuevo viaje en 1911, exploró la isla de Fernando Poo, levantando un mapa de la misma, y las de Elobey y Corisco y, en el continente, especialmente, la cuenca del río Muni y sus afluentes (Kongüe, Bañé, Utongo y Utamboni) y las de los ríos Benito y Campo.
Se interesó por la explotación agroforestal de la colonia, estudiando los cultivos posibles y el problema de los braceros. Desarrolló una campaña a favor de la constitución de compañías colonizadoras, por el sistema de concesiones, y él mismo, junto con el también geógrafo Ricardo Beltrán y Rózpide, promovió la “Compañía Colonizadora de la Guinea Española”.
En esos proyectos colonizadores participó también el general Weyler, a quien Almonte conoció en la época en que aquél fue capitán general de Filipinas.
En 1913 entregó al Ministerio de Estado el mapa, rectificado, de la Guinea continental a escala 1:100.000, y en ese mismo año la Real Sociedad Geográfica le encargó explorar y cartografiar el territorio al Sur de Marruecos, que recorrió, en ocasiones, en compañía del gobernador de Río de Oro, Francisco Bens.
De sus trabajos en África dio cuenta en artículos de revista, y en informes elevados al Ministerio de Estado, inéditos. En mayo de 1917 decidió hacer un viaje a Filipinas; murió en el naufragio del vapor Eizaguirre, al chocar con una mina en el cabo de Buena Esperanza.
Prestó especial atención a las posibilidades que los conocimientos naturalistas ofrecían para la mejor explotación del territorio, y sostuvo que las colonias españolas debían concebirse no como colonias para poblar, sino como colonias de explotación, cuyo éxito dependería de su organización política y administrativa.
Obras de ~: “Someras notas para contribuir a la descripción física, geológica y agrológica de la zona noroeste de la isla de Fernando Poo y de la Guinea continental española, con algunas observaciones sobre vías de comunicación y la colonización de aquellos territorios”, en Boletín de la Real Sociedad Geográfica (BRSG), t. XLIV (1902), págs. 190-437; “Guinea española: desarrollo de la explotación de una concesión de 60.000 hectáreas de terreno con capital de 15.000.000 de pesetas”, “Guinea española. Producción del miraguano. Aclimatación del abacá” y “Estudios sobre la producción de la Guinea Española. I. Las mantecas vegetales. II. El algodón en el Muni”, en Revista de Geografía Colonial y Mercantil (RGCM), 1904, págs. 441-452, 497-501 y 571-575, respect.; “El problema algodonero: datos para contribuir a su solución”, en RGCM, 1905, págs. 5-8; “Guinea española. I. Demarcación de la frontera septentrional de la Guinea continental española. II. Excursión efectuada en Fernando Poo”, en RGCM, 1908, págs. 81-168; “Los naturales de la Guinea española considerados bajo el aspecto de su condición de súbditos españoles”, en BRSG, 1910, págs. 401-437; “Lo que vale la Guinea española”, en RGCM, 1912, págs. 81- 112; “Ensayo de una breve descripción del Sahara español (con quince láminas y un mapa del Sahara español en 4 hojas 1:1.000.000)”, en BRSG, 1914, págs. 129-347; “Formación y evolución de las subrazas indonesia y malaya”, en BRSG, 1917, págs. 254-321 y 398-424; El Sahara español y regiones inmediatas, s. l., s. f.
Bibl.: W. D. Smith, “Geographical Works in the Philippines”, Geografical Journal, 1909, págs. 529-544; O. de Buen et al., “Necrología. El Ilmo. Sr. D. Enrique d’Almonte y Muriel”, Boletín de la Real Sociedad Geográfica, 1918, págs. 265-313; Conde de Albay, Don Enrique d’Almonte, explorador y geógrafo, Madrid, [1920]; J. Romano, Los exploradores d’Almonte y Benítez, Madrid, Instituto de Estudios Africanos, 1950; C. Quirino, Philippine cartography (1320-1899). Second revised edition, Ámsterdam, 1969; J. A. Rodríguez Esteban, Geografía y colonialismo. La Sociedad Geográfica de Madrid (1876-1936), Madrid, Ediciones de la Universidad Autónoma de Madrid, 1996, págs. 111-113, 116, 205, 262, 327 y 356; F. Quirós Linares, “Dos geógrafos en el ‘noventa y ocho’: Gonzalo de Reparaz y Enrique d’Almonte”, Ería. Revista cuatrimestral de Geografía, n.º 46 (1998), págs. 183-189.
Francisco Quirós Linares