Sierra, Nicolás María de. Aragón, c. 1750 – Madrid, 6.VII.1817. Consejero de Estado, ministro de Gracia y Justicia.
Por decreto de 4 de octubre de 1802 es nombrado fiscal de lo Criminal de la Audiencia de Sevilla. En la capital hispalense desempeñará desde 1805 el puesto de director de la Academia de las Buenas Letras. En 1807 es promovido a una fiscalía del Consejo de Castilla.
La Suprema Junta Gubernativa decreta el 25 de junio de 1809 la creación del Consejo y Tribunal Supremo de España e Indias, el denominado Consejo reunido, en lugar de los hasta entonces existentes Consejos de Castilla, Indias, Órdenes y Hacienda, y de cuya composición formará parte Sierra en calidad de fiscal.
El Consejo de Regencia le nombra, mediante un decreto despachado el 6 de marzo de 1810 en la isla de León, secretario de Estado y del Despacho de Gracia y Justicia. El propio Consejo de Regencia le confía el 2 de julio del mismo año con carácter interino los ministerios de Hacienda y de Marina. En su calidad de secretario del Despacho de Gracia y Justicia asiste el 24 de septiembre de aquel año a la inauguración de las Cortes, siendo el encargado de leer la fórmula del juramento que deben prestar los diputados.
Por un decreto de 22 de enero de 1811 se acepta su dimisión del ministerio, confiriéndole al mismo tiempo plaza efectiva en el Consejo de Estado. El 4 de enero de 1813 se celebran en Calatayud elecciones para diputados por la provincia de Aragón. Son convocados cinco partidos (Calatayud, Daroca, Alcañiz, Tarazona y Borja), resultando elegido nuestro personaje uno de los diputados. En la sesión de 7 de abril toman asiento en el Congreso, después de haber prestado el juramento correspondiente, Lorenzo Ruiz, Tiburcio Ortiz y el propio Sierra, tres de los diputados aragoneses. El 6 del mes siguiente, el presidente le nombra miembro de la Comisión de Poderes.
Cuando Fernando VII regresa del exilio dicta un decreto, el 4 de mayo de 1814, por el que repondrá las cosas al momento en que se encontraban antes de la llegada del intruso. Otro decreto del 27 del mismo restablece el Consejo de Castilla y días después se nombra a su presidente, el duque del Infantado, y a los veintitrés magistrados —entre ellos a Sierra— de que se compondrá el restaurado Consejo.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Estado, leg. 879/2, exp. n.º 52.
Diario de Sesiones de las Cortes Generales y Extraordinarias, sesiones de 24 de septiembre de 1810, 3 y 7 de abril de 1813 y 6 de mayo de 1813; Gaceta de la Regencia de España e Indias, 13 de mayo de 1810, pág. 106; J. A. Escudero, Los cambios ministeriales a fines del antiguo régimen, Sevilla, Publicaciones de la Universidad, 1975; J. F. Lasso Gaite, El Ministerio de Justicia. Su imagen histórica (1714-1981), Madrid, 1984; S. de Dios, Fuentes para el estudio del Consejo Real de Castilla, Salamanca, Ediciones de la Diputación de Salamanca, 1986; R. Gómez-Rivero, Los orígenes del Ministerio de Justicia (1714-1812), Madrid, Centro de Publicaciones del Ministerio de Justicia, 1987; “Ministros del Consejo de Castilla (1814- 1820)”, en Anuario de Historia del Derecho Español, t. LXXV (2005), págs. 277-330; P. Chavarri Sidera, Las elecciones de diputados a las Cortes generales y extraordinarias (1810-1813), Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1988; P. Molas Ribalta, Los magistrados de la Ilustración, Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2000.
Ricardo Gómez Rivero