Cruz y Bahamonde, Nicolás de la. Conde de Maule (I). San Agustín de Talca (Chile), 3.IX.1757 – Cádiz, 3.I.1828. Comerciante y coleccionista.
Nace en Chile pero pasa la mayor parte de su vida en España. Es hijo de Giovanni della Croce Bernardotte (militar genovés al servicio de la Corona de España) y de Silveria Bahamonde y Herrera (chilena).
Es el séptimo de quince hermanos, doce de los cuales llegan a la edad adulta, y todos castellanizan el apellido paterno por De la Cruz. Los padres fallecen en 1765 y 1768 respectivamente, y él asiste al colegio que la Compañía de Jesús tiene en su pueblo natal, San Agustín de Talca. Inicia la carrera militar pero pronto la cambia para dedicarse a los negocios: se traslada a Santiago y junto con su hermano Juan Manuel firma un convenio para comerciar en dos sedes, Santiago de Chile, regentada por el hermano, y otra en Cádiz, adonde se traslada Nicolás.
Llega a la ciudad andaluza a finales del año 1783, y en ella permanece hasta su fallecimiento. “Su industria e inteligencia para los negocios, así como el especializarse en el comercio de Chile, al que suministraba anualmente de productos que remitía a su hermano, le llevaron a alcanzar en poco tiempo una gran fortuna” (Ravina, 1997: 16).
Pero además es un comerciante cuya curiosidad universal le convierte en un ilustrado, y por voluntad propia es una especie de referente semioficial del mundo chileno en Cádiz. Tiene agentes en la Corte que se mueven para conseguirle lo que les indica desde la localidad gaditana. Se construye una magnífica casa, en donde reúne una estupenda biblioteca; también es coleccionista de cuadros (llega a tener más de trescientos; un inventario de su colección figura en el tomo XIII, capítulo III de su Viaje), emulando a sus amigos los comerciantes Pedro O’Crowley y Sebastián Martínez.
Amante del arte, y rico, inicia la colección hacia 1790 ayudado de los corresponsales que le proporcionan libros y obras de arte, tanto de dentro como de fuera de la Península. Siguiendo los modelos de eruditos y comerciantes de la época decide también viajar y, animado por la desaceleración en el comercio con América debido a la guerra contra Inglaterra en 1796, y por las ansias de buscar datos en Génova sobre el origen de su familia para conseguir un título nobiliario o el hábito de una orden militar, emprende un viaje que le lleva a Italia y Francia durante los años 1797 y 1798. Lleva un diario que luego convierte en publicación, bastante más voluminosa que el diario original porque la engrosa con las noticias que saca de su magnífica biblioteca, diario que ve la luz entre los años 1806 y 1814 bajo el título de Viaje de España, Francia e Italia. A su vuelta de Francia, y de paso por Madrid, presenta en la exposición pública que celebra la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando las diecisiete obras que acaba de comprar a los carmelitas descalzos y que son: un Arquímedes de Ribera, un Corral con varios animales de Salvador Rosa, una Santa a quien atan a una rueda de molino para echarla al río, un San Jerónimo de Escalante, una Santa Teresa de Tovar, una Virgen de Jordán, un San Sebastián, un San Juan de Solimena, un Retrato antiguo de una reina, una Cabeza que parece de Magdalena, una Cabeza de Cristo con la cruz a cuestas, una Cabeza de hombre en acción de exclamar, una Virgen con el Niño de Perugino, Virgen con el Niño del estilo de Lucas de Holanda, dos copias de Rafael, y Cristo difunto con san Francisco de Asís de Pedro el Mudo.
En 1810 se casa con Joaquina Ximénez de Velasco y Boneo, y tienen una hija, también llamada Joaquina, que nace en el año 1811, el mismo en que la Regencia le concede a Cruz el título de conde de Maule.
En 1814 regala a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando un ejemplar de su obra Viaje por España, Francia e Italia y al tiempo pide que se le nombre académico de honor, a lo que la Academia accede a las pocas semanas, pero con la prevención de hacerle algunas observaciones en cuanto a las noticias que da en ella de la Escuela de Nobles Artes de Cádiz.
Aunque nunca vuelve a Chile, siempre se ocupa de proteger a su familia y de beneficiar a su ciudad natal. Para la historia de Chile, el hecho que más le repercute es su amistad desde joven con Ambrosio O’Higgins, el irlandés afincado en América del Sur al servicio de la Corona de España que llega a ser virrey del Perú, marqués de Osorno y barón de Ballenar; y Maule se convierte en su agente en España. Esta amistad desemboca en que O’Higgins le encarga la custodia y educación de su hijo natural Bernardo Riquelme, que se convierte con el tiempo en uno de los padres de la independencia de Chile y que cambió su apellido materno por el de O’Higgins.
También es mecenas en Cádiz y provincia: contribuye a la construcción de la iglesia del Rosario y San José de Cádiz; costea la cúpula de la iglesia de san Juan Bautista de Chiclana de la Frontera así como el altar mayor de la de Santa Rosa; reedifica la iglesia de San Francisco de Paula de El Puerto de Santa María; impulsa la Escuela de Nobles Artes de Cádiz pero fracasa en su intención de convertirla en Academia Nacional bajo la denominación de Real Academia Herculana de Cádiz, siendo uno de sus consiliarios.
También traduce y costea publicaciones. Al final de su vida se dedica a la política, pues se presenta de diputado a Cortes durante el Trienio Liberal, situación que aprovecha para favorecer la vuelta a España de sus amigos jesuitas expulsados. Fallece en Cádiz a los setenta y un años de edad, cuarenta y cinco de los cuales ha vivido en España, aunque su casa siempre ha sido punto de reunión de los chilenos con los que se relaciona. Su nieto, Joaquín Aymerich y de la Cruz, vende toda la hacienda familiar, casa, biblioteca y colección de pinturas.
Obras de ~: J. I. Molina, Compendio de la Historia Civil del Reino de Chile, trad. de ~, Madrid, Gabriel Sancha, 1795; Viaje de España, Francia e Italia, Madrid, Sancha, 1806-1813, 14 vols. [ed. parcial y pról. de M. Ravina Martín, De Cádiz y su comercio: (tomo XIII del Viaje de España, Francia e Italia)], Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, 1997); Bando de buen gobierno. Don Nicolás de la Cruz y Bahamonde, Conde de Maule, y D. Joaquin de Villanueva y Garay [...] en cumplimiento del artículo 321 de la Constitución política de la Monarquía [...] reglas de policía y seguridad, Cádiz, En la casa de Misericordia, 1813.
Bibl.: R. Donoso, El marqués de Osorno don Ambrosio O’Higgins (1720-1801), Santiago de Chile, Universidad, 1941, págs. 136-159; L. Lira Mont, “Caballeros chilenos de la Orden de Carlos III”, en Hidalguía (Madrid), año XXXVII, n.º 212 (enero-febrero de 1989), págs. 101-102; J. A. Tomlinson, Goya en el crepúsculo del Siglo de las Luces, Madrid, Cátedra, 1993, pág. 65; S. Martínez Baeza (pról., rev. y notas), Epistolario de don Nicolás de la Cruz y Bahamonde primer conde de Maule, Santiago de Chile, Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, 1994; M. Ravina Martín, “Prólogo”, a N. de la Cruz y Bahamonde, De Cádiz y su comercio: (tomo XIII del Viaje de España, Francia e Italia), op. cit.; J. Ibáñez Vergara, El conde de Maule Don Nicolás de la Cruz Bahamonde, Talca, Universidad, 1997; E. Navarrete Martínez, La Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Pintura en la primera mitad del siglo XIX, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1999; P. García Sepúlveda y E. Navarrete Martínez, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Departamento de Archivo, Biblioteca y Publicaciones. Relación general de académicos (1752 en adelante), Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, actualización anual [en línea], disponible en https://realacademiabellasartessanfernando.com/assets/docs/academicos/introduccion_relacion_general_de_academicos.pdf.
Esperanza Navarrete Martínez
