Pardo Sánchez-Salvador, Manuel. Madrid, 8.IV.1839 – 15.XII.1896. Ingeniero de Caminos, profesor y secretario de la Escuela de Caminos, académico de Ciencias.
Fue hijo de un militar de Estado Mayor nacido en el Cuzco. Terminó la carrera de ingeniero de Caminos en 1861 con el n.º 1 de su promoción y fue destinado como ayudante a la jefatura de Obras Públicas de Murcia. Antes, siendo aún alumno, colaboró en el levantamiento topográfico del ensanche de Madrid y viajó con su profesor Echegaray a visitar las obras del túnel de Mont Cenis.
En 1862 se casó con Natividad Sarmiento Payne, también ella de familia de militares ultramarinos.
Destinado a la jefatura de Obras Púbicas de Madrid, el 5 de abril de ese año tomó posesión de su cargo. En septiembre de 1863 fue nombrado profesor ayudante de la Escuela de Caminos y en noviembre de ese mismo año secretario del centro, puesto que desempeñó hasta octubre de 1868. Mientras tanto, en septiembre de 1865, se le nombró profesor de Química y en mayo de 1867, habilitado de Obras Públicas.
En octubre de 1868, tras el triunfo de la Revolución, fue nombrado oficial de la Secretaría del Ministerio de Fomento por su compañero de claustro José Echegaray y, cuando éste pasó a desempeñar la cartera, ocupó la jefatura del negociado de Carreteras; pero sólo permaneció en el cargo hasta el cese del ministro. En febrero de 1871 se reincorporó a la Escuela como profesor de Materiales de Construcción e Hidráulica y a finales de ese año fue nombrado secretario por segunda vez.
Quedó cesante en 1872 y el 13 de diciembre de ese año, a propuesta del ministro de Fomento, José Echegaray, se le concedió la cruz de la orden civil de María Victoria. Marchó al extranjero “para estudiar los adelantos científicos de su carrera”. Es posible que entonces marchara al Perú, donde seguía manteniendo vínculos familiares; Manuel Maluquer, en su necrología, anotó que “[e]stuvo al frente de la construcción y explotación de la red de ferrocarriles de la provincia de Tarapacá, en el Perú”.
Regresó en enero de 1874 y, al poco tiempo, Echegaray, ahora ministro de Hacienda, le nombró inspector general de Hacienda, cargo en el que estuvo hasta finales de mayo. En septiembre volvió a la Escuela de Caminos como profesor interino y hasta 1879 no obtuvo el nombramiento en propiedad. En diciembre de 1876 fue nombrado, por tercera vez, secretario de la Escuela y en esta ocasión ocupó el cargo hasta su cese como profesor, en octubre de 1888. En 1878 realizó los proyectos de abastecimiento de aguas a El Puerto de Santa María y a Trujillo. Por este último, que no se construiría hasta después de su muerte, se le dedicó una calle en la ciudad cacereña. A lo largo de sus distintas etapas como profesor de la Escuela explicó las asignaturas de Cálculo infinitesimal, Química, Hidráulica teórica, Abastecimiento de aguas, Economía política y Derecho administrativo, Materiales de construcción y Carreteras.
Pasó al Ministerio de Fomento y el 19 de julio de 1889 fue nombrado interinamente director general de Obras Públicas, cargo al que, por orden del ministro conde de Xiquena, acumuló también el despacho de Agricultura, Industria y Comercio. En 1893 fue nombrado para sendas comisiones en Sevilla, para estudio de las inundaciones, y en Málaga, para liquidación de diversas obras de carreteras. En mayo de ese año fue nombrado director de los Anales y Anuarios Estadísticos de Obras Públicas, cargo que desempeñó hasta octubre de 1896 en que pasó como inspector a la Junta Consultiva de Caminos, Canales y Puertos. En 1892 publicó su libro Carreteras, un tratado de 524 páginas con un atlas de láminas, que ponía al día la técnica de carreteras en España. Fue objeto de una concienzuda reseña por parte de Mariano Carderera, y, adoptado como texto en diversos centros de enseñanza, aún hoy día es citado como obra de referencia.
En abril de 1894 fue elegido académico de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y tomó posesión el 14 de noviembre de ese mismo año con un discurso sobre Importancia de la Química en la construcción, que fue contestado por Alberto Bosch.
Fue representante de la Sociedad de los Ferrocarriles de Madrid a Cáceres, concesionaria del de Plasencia a Astorga, y en septiembre de 1895 solicitó del Ministerio un arbitraje para dirimir sus diferencias con la empresa constructora.
A su fallecimiento, dejó una hija, casada con el ingeniero de Caminos cartagenero Juan Cervantes Sanz de Andino, que sería diputado por Puerto Rico en 1898 y después por Tarancón (Cuenca) durante muchas legislaturas.
Obras de ~: con R. de Inchaurrandieta y M. Martínez de Campos, Proyecto de reconstrucción del pantano de Puentes, Madrid, 1876; “Abastecimiento de agua del Puerto de Santa María”, en Revista de Obras Públicas (ROP) (1878), págs. 111-114, 121-124, 133-136 y 147-152; “Conducción de aguas a Trujillo”, en Anales de la Construcción y de la Industria, t. III (1878), núms. 11, 12, 13, 14 y 15; Curso de materiales de construcción, Madrid, 1884 (2.ª ed., 1891); “Breve reseña histórica de las carreteras y estado actual de la red española”, en La Naturaleza (1890), págs. 233-238; Carreteras, Madrid, Imprenta de Manuel Tello, 1892 (reed. digital, Sevilla, Junta de Andalucía, 2010).
Fuentes y bibl.: Archivo del Ministerio de Fomento, Expediente personal, leg. 6.497.
M. Carderera, “Carreteras”, en ROP, 1892, págs. 342-345; J. Valero de Tornos, España en fin de siglo, Madrid, L. Valero Martín, 1894, págs. 363-364; M. Maluquer, “Ilmo. Sr. D. Manuel Pardo, inspector general de segunda clase de Caminos, Canales y Puertos”, en ROP, Boletín (17 diciembre de 1896), págs. 481-482; J. Echegaray, Recuerdos, Madrid, 1917; F. Sáenz Ridruejo, Ingenieros de Caminos del siglo XIX, Madrid, Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, 1990 F. Sáenz Ridruejo, Una historia de la Escuela de Caminos. La Escuela de Caminos de Madrid a través de sus protagonistas, Madrid, Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, 2016; C. Casas Nagore, “Los orígenes de la vialidad invernal”, en Historias de Carreteras, 15 de mayo de 2020 [en línea], disponible en https://historiasdecarreteras.com/los-origenes-de-la-vialidad-invernal/.
Fernando Sáenz Ridruejo