Inchaurrandieta Páez, Rogelio de. Granada, 16.IX.1836 – Madrid, 1915. Ingeniero de Caminos, creador del Laboratorio Central de Materiales de Construcción.
Su padre, José, era vizcaíno, de Carranza, y su madre, María Josefa, cartagenera. En 1854 ingresó en la Escuela de Caminos y en 1856 lo haría su hermano José, que no llegó a terminar la carrera. En julio de 1857 fue enviado con otros alumnos a realizar prácticas en las obras del Canal de Isabel II y en noviembre de ese año fue nombrado aspirante 2.º del Cuerpo de Ingenieros de Caminos. En mayo de 1859 terminó los estudios y fue destinado a la provincia de Murcia, donde se encargó de las obras de la carretera de Albacete a Cartagena.
En 1862 fue nombrado profesor ayudante y secretario de la Escuela de Caminos; en junio de 1863 pasó a profesor titular, cesando en la secretaría, y en mayo de 1864 se le nombró profesor de Mineralogía y Geología.
En 1866 se le agregó la clase de Dibujo y en 1869 y 1871 volvió a desempeñar la secretaría. Su labor como profesor puede resumirse con el juicio de Amós Salvador, que fue alumno en esa época: “Es de los que saben, cosa no tan frecuente como pudiera pensarse, y, además, de los que enseña, que es menos frecuente todavía”.
Casado con Concepción Méndez, de Cartagena, durante los veranos de 1865 a 1870 realizó excavaciones en el yacimiento de la Edad del Bronce de La Bastida. Sobre este asunto realizó comunicaciones al Congreso de Antropología de Copenhague y al boletín de la Universidad de Madrid. Los objetos encontrados fueron enviados al Museo Arqueológico Nacional. En 1868 intervino con sus alumnos en la excavación de los restos de un mastodonte en el cerro de la Plata, en Madrid. En diciembre de 1870, el ministro José Echegaray le comisionó para trasladarse a Estepona a observar un eclipse total. Tras redactar una memoria sobre este fenómeno, siguió viaje para inspeccionar las obras del abastecimiento de agua de Jerez. A finales de 1871 cesó en la Escuela.
Entre los trabajos realizados entonces destaca un proyecto de reconstrucción de la presa de Puentes, junto con los también profesores Martínez de Campos y Manuel Pardo, y la construcción del ferrocarril de Madrid a Malpartida, de doscientos cuarenta y tres kilómetros.
En mayo de 1879 se reincorporó a su cátedra y en octubre de 1881 la volvió a abandonar para pasar al servicio del contratista del ferrocarril de León a Gijón. Durante cuatro años construyó los trozos tercero y cuarto de la bajada de Pajares, obra de gran dificultad, con viaductos, terraplenes y ocho grandes túneles.
En julio de 1885 reingresó al servicio del Estado y realizó un estudio sobre las turbias del Canal de Isabel II. Pasó luego a dirigir, hasta marzo de 1890, la comisión de estudio de los ferrocarriles pirenaicos, en la que estuvo auxiliado por Melchor de Palau. Por este trabajo se le concedió en agosto de 1889 la Gran Cruz de Isabel la Católica. Entró luego al servicio de la Compañía de los Caminos de Hierro del Sur de España y firmó el proyecto de la línea Linares-Almería, en cuya construcción trabajó siete años.
En noviembre de 1897 pasó como vocal a la Junta Consultiva de Caminos, Canales y Puertos y en mayo de 1898 fue nombrado director de la Escuela de Caminos.
Durante su mandato se creó en la Escuela el Laboratorio Central de Materiales de Construcción. Al crearse el Consejo de Obras Públicas, en agosto de 1900 fue nombrado presidente. Cesó en octubre de 1902 para dirigir, en comisión, el Canal de Isabel II, y un mes después fue nombrado director del Canal de Aragón y Cataluña, cuyas obras estaban en su punto álgido. Permaneció en este puesto, con residencia en Monzón, casi cuatro años después de la fecha teórica de jubilación.
Fue jubilado finalmente en febrero de 1909, cuando los trabajos estaban prácticamente terminados.
Obras de ~: Las aplicaciones de la Geología a la práctica del Ingeniero de Caminos, Madrid, M. Rivadeneyra, 1869 (2.ª ed., 1883); con M. Martínez de Campos y M. Pardo, Memoria del proyecto de reconstrucción del pantano de Puentes, Madrid, 1876.
Bibl.: C. Sáenz García, “Cien años de enseñanza geológica en la Escuela de Caminos”, en Revista de Obras Públicas (ROP), t. I, n.º 2857 bis (mayo de 1953), págs. 33-38; E. Cuadrado Díaz, “Introducción a los estudios argáricos en tierras de Murcia”, en Homenaje a Luis Siret (1934-1984), Sevilla, Consejería de Cultura, 1984, págs. 317-328; F. Sáenz Ridruejo, Ingenieros de Caminos del siglo XIX, Madrid, AC, 1990, págs. 324-331.
Fernando Sáenz Ridruejo