Sahagún de la Mata Linares, Juan de. Conde del Carpio (I). Vizcaya, m. s. xviii – ?, 3.XI.1801. Académico de la Real Academia Española y ministro.
Juan de Sahagún de la Mata, conde del Carpio —tal y como es citado en la documentación histórica conservada—, perteneció a la alta nobleza vizcaína que, durante la segunda mitad del siglo xviii, se codeó con la elite intelectual y la más selecta aristocracia reunidas en torno a la Corte borbónica de Carlos III y Carlos IV.
Adornado con varios títulos nobiliarios, el conde del Carpio contrajo matrimonio, a comienzos de 1775, con María Rita de Barrenechea y Morante —inmortalizada por Goya en La marquesa de la Solana—, quien pertenecía a una familia de rancio abolengo arraigada en Portugalete. Amiga personal de la duquesa de Alba desde la infancia, aquella egregia dama, que formaba parte de un conocido grupo de mujeres ilustradas, llegaría a componer varias comedias de notable valor literario, según opinión de algunos contemporáneos como Cavanilles.
Poco tiempo después de la boda, el conde del Carpio fue nombrado alcalde de la Real Audiencia de Barcelona, por lo que el matrimonio estableció su nueva residencia en la capital catalana. Allí nacieron sus hijas: María Martina —fallecida a corta edad— y Francisca Javiera, quien, andado el tiempo, casaría con Francisco Solano y Ortiz de Rozas, marqués del Socorro.
Poco aficionado a los entretenimientos cortesanos y hombre de estricta moral, el conde del Carpio probó su hidalguía en 1786 para ingresar en la Orden de Calatrava, tal y como pone de manifiesto su expediente de limpieza de sangre. Aquel mismo año, fue nombrado por la Corona ministro del Consejo de Órdenes —responsabilidad que desempeñaría hasta 1800— lo que precipitó el traslado de la familia a Madrid. De dicha institución procede, precisamente, uno de los pocos textos firmados por el conde del Carpio que ha llegado hasta nuestros días, el Discurso sobre las obligaciones del magistrado pronunciado en el Real Consejo de las Órdenes por el conde del Carpio en el día 2 de enero de 1797.
Como reconocimiento a su larga carrera, el aristócrata vizcaíno fue admitido en la Real Academia Española en plena madurez. Se incorporó como honorario en 1794, pasó a supernumerario un año más tarde y, finalmente, ascendió a miembro de número en 1797, cuando ocupó la vacante dejada por Benito Bails en el sillón U. Sus trabajos en la Corporación, no obstante, debieron ser escasos, pues durante sus cuatro años de permanencia en la Academia no se llevaron a cabo grandes proyectos editoriales. A pesar de todo, sus conocimientos teatrales quedan acreditados en su correspondencia con Jovellanos y en sus conocidas opiniones sobre El viejo y la niña de Moratín, escrita en pleno debate sobre la vigencia o caducidad del teatro clásico nacional que seguía los pasos de Lope de Vega y Calderón. El conde del Carpio murió el 3 de noviembre de 1801.
Obras de ~: Jus publicum universale apud gentes necessarium, sequentibus propositis digestum, eiterario examini strenue proponitur, Salamanca, 1767; Discurso sobre las obligaciones del magistrado pronunciado en el Real Consejo de las Ordenes por el conde del Carpio en el dia 2 de enero de 1797 [...], Madrid, Imprenta Real, 1797; Libreria del Serenísimo Sr. Ynfante don Luis, Ymbentariada y tassada ante el Sr. Conde del Carpio, juez comissionado por S. M. Para formalizar la Testamentª. de S. A., 1797.
Bibl.: A. Zamora Vicente, Historia de la Real Academia Española, Madrid, Espasa Calpe, 1999, pág. 93.