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Xavier Montsalvatge Bassols

Biografía

Montsalvatge Bassols, Xavier. Gerona, 11.III.1912 – Barcelona, 7.V.2002. Compositor, crítico musical, académico.

Nació Xavier Montsalvatge “[...] en una casa de reminiscencias góticas, que existe todavía en la porticada ‘P1aça del Vi’ [...]”, de Gerona. A los diez años se trasladó, definitivamente, a Barcelona, donde transcurrió su vida entera. Los nombres de los maestros Nicolau, Millet, Costa, Morera y Pahissa, se asocian a este músico insigne, como mentores de una muy amplia y libre formación. Asistió a todos los conciertos que la rica vida musical de Barcelona le ofreció y, en el Liceo, conoció también las representaciones operísticas y de ballet, con cuyo total bagaje fue conformándose su personalidad. La escucha de las orquestas madrileñas que visitaban la Ciudad Condal llegó a permitirle un conocimiento de las principales figuras del denominado “Grupo de la República”, pero fueron los Ballets Rusos de Diaghilev y las músicas del “Grupo de los Seis” francés —en particular, Darius Milhaud—, quienes pudieron conmoverle en verdad, y fue por aquí por donde se comenzó a entrever algo que, pasados los años, puede anotarse como influencias primeras de una formación como compositor, abandonada ya una incipiente carrera como violinista.

Quizá en los esbozos de un ballet, siguiendo un argumento del pintor Emili Grau Salas, se pueda fijar la primera obra de Xavier Montsalvatge; ha llegado reducida al “Sketch” para violín, que el autor asegura es en su catálogo su Op. 0 (cero). Se han perdido aquellos Tres Impromptus para piano que, de acuerdo con él, todavía admitirían su clasificación como Op. 00 (doble cero); las 500 pesetas de dotación del Premio Ravell que distinguió a esta composición, permitieron que el músico de Gerona pudiera pasar una semana en París. Satie, Ravel y Milhaud, fueron las partituras por él adquiridas en la editorial Durand, de la Place de La Madeleine. Seguidor del cine de René Clair, admirador de Margarita Xirgú, descubrió —según su propio aserto— “el misterio del surrealismo con sus imágenes insólitas y acongojantes”, viendo la película Le chien Andalou, de Dalí-Buñuel.

Montsalvatge era por aquel entonces un joven culto y un músico que gustaba sentirse cercano a los pentagramas que se escribían en Francia, y concurrió a comprobar su valía en dos certámenes: el de la Generalidad de Cataluña de 1935, en el que ganó el Premio Pedrell, y la posible participación en el importante Festival Mundial de la Sociedad Internacional de Música Contemporánea (SIMC), que se celebró, precisamente, en Barcelona, en 1936, y si su Petita Suite burlesca, para violín y cuarteto de maderas, triunfó, su música para ballet, La vita gaia, se vio rechazada, dentro de lo que significa, sencillamente, la carrera de un artista con sus inevitables contratiempos, que, por supuesto, nada tendrá que ver con el futuro. Los nombres de Alban Berg, Edmund von Block, Ernst Krenek, Robert Gerhard, Benjamin Britten, Jacques Ibert, Walter Piston, André Souris, Marcel Mihalovici, Karol Szymanowski, al lado de los españoles, Manuel Blancafort, Josep María Ruera, Ricard Lamote (con Gerhard, la aportación catalana), a los que se unieron los Albéniz, Granados y Pedrell, además de los representantes de aquella denominada “Generación de la República” o “Grupo de los Ocho” o también “de Madrid”, que integraba a los hermanos Rodolfo y Ernesto Halffter, añadidos Federico Elizalde, Salvador Bacarisse y Pedro Sanjuán y, todavía por encima de ellos, Manuel de Falla, Oscar Esplá y Joaquín Turina, fueron los compositores que citaba Xavier Montsalvatge, cuando se refería al Festival de la SIMC de 1936, celebrado en el otoño en Barcelona.

Luego, después de la Guerra Civil española, se ha de trazar un amplísimo arco que, partiendo de los Tres divertimentos sobre temas de autores olvidados, para piano, página muy básica y, en realidad, la inicial de su sustancioso catálogo, llega hasta la que ha de considerarse como su composición más última: la sinfónica Eurofanfarrial o Cinco pájaros en libertad, para piano también, con la referencia obligada al “antillanismo”, que es característico de la manera montsalvatgeana en significativos momentos de su entera producción, citando como títulos más importantes suyos, el de la pianística Sonatine pour Yvette, el Cuarteto indiano, para cuarteto de cuerda, Concertino 1 + 13, para violín solista y orquesta de cuerda, Desintegración morfológica de la Chacona de Johann Sebastián Bach y Laberinto, las dos páginas sinfónicas que, con solistas, se ciñen al Concerto breve, para piano y orquesta o al Concierto del Albayzín con el clave como protagonista, y las Cinco Invocaciones al Crucificado, para soprano y doce instrumentos, además de sus inefables Cinco canciones negras, enriquecedoras del mejor repertorio del lied español.

La cita anterior, por supuesto, nada ha de decir respecto al valor de otros muchos títulos de partituras de Montsalvatge. En una última consideración general, el compositor gerundense (cabeza, con Joaquín Rodrigo, de la creación musical contemporánea española en los finales del siglo xx), conocedor de todos los “ismos” frecuentados en su tiempo, supo beber a su antojo en ellos sin sumergirse jamás en alguno determinado, con un lenguaje personal siempre de subido interés en la apreciación de su textura, en todo momento, distinguida con el más admirable savoir faire.

Y aquí, ya no existen aquellas dudas ante lo que él deseó y dejó escrito en sus pentagramas. Lo dubitativo queda reservado para lo que, en el fondo, no son más que lucubraciones ingeniosas, hasta iluminadoras de un trasfondo, las que al lado de la pedagogía, la crítica, la investigación, etc., llevan a lo que es esencia del fenómeno musical: el concierto.

Lo dubitativo, en un grado muy elevado, asaltó la vida de Xavier Montsalvatge y, por ello, su manera compositiva. De ello habló, con sinceridad, en su discurso de ingreso como académico honorario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de Madrid, cuando dijo: “...pero la duda, siempre las dudas, acaparan todas mis acciones, ampliándose hasta llegar a niveles a veces absurdos. No he llegado todavía a meditar como el filósofo, considerando que lo único que sé es que no sé nada, pero sí que tengo tendencia a envolver en el misterio muchas realidades que, en general, resultan meridianas. Y estas incógnitas, origen de todas mis dubitaciones, trascienden invariablemente si me aproximo al fenómeno musical”. Estas palabras son reflejo de una manera estética. En La recóndita belleza de la Música, que éste es el título de tal discurso académico, queda expuesta con brevedad resplandeciente toda una actitud artística de quien —recuérdese— ejerció la crítica musical en el diario La Vanguardia, de Barcelona, colaborando en la revista Destino (que llegaría a dirigir), durante muy largos años.

Así, pues, Montsalvatge puede ser considerado un importante compositor que, partiendo de una admiración hacia Igor Strawinsky y, sobre todo, de los músicos franceses de su tiempo, escribió con absoluta independencia, inventándose un “antillanismo”, sello de sus obras más personales que llegó a concederle renombre internacional. Obtuvo preciadas recompensas y premios que esmaltaron toda una vida dedicada a la música íntegramente. Académico numerario de la Real de Bellas Artes de San Jorge, de Barcelona, perteneció a los comités directivos de la SIMC (Sociedad Internacional de Música Contemporánea) y CIM (Consejo Internacional de la Música de la UNESCO), formando o presidiendo jurados de muy importantes certámenes de España y del extranjero. Con entera justicia, Manuel Valls le clasifica “entre los primeros puestos de la música española contemporánea”.

 

Obras de ~: Piano: Tres Divertimentos, 1941; Divagación, 1949; Elegía a Maurice Ravel, 1952; Ritmos, 1959; Sonatine pour Yvette, 1960; Barcelona blues, para 2 pianos, 1961; Sketch, 1962; Alegoría a Joaquín Turina, 1972; Tres Divertimentos, para 2 pianos o piano a 4 manos, 1983; Sí, a Mompou, para la mano izquierda, 1983; Una página para Arthur Rubinstein, para la mano izquierda, 1987; Berceuse a la memoria de Oscar Esplá, para la mano izquierda, 1987; El Arca de Noé, 1990; Caleidoscopio, para 2 pianos, 1990; Schubertiana, 1993; Cuatro diálogos con el piano, 1996; Cinco pájaros en libertad, 1998.

Música de cámara: Spanish Sketch, para violín y piano, 1946; Variaciones sobre una Espagnoletta de Giles Farnaby, para violín y piano, 1947; Cuarteto indiano, para cuarteto de cuerda, 1952; Tres danzas concertantes, para orquesta de cuerda, 1965; Self-Paráfrasis, para clarinete y piano, 1969; Microrapsodia, para violonchelo y piano, 1970; Serenata a Lydia de Cadaqués, para flauta y piano, 1970; Serenata a Lydia de Cadaqués, para flauta y guitarra, 1972; Sonata concertante, para violonchelo y piano, 1972; Aureola para una imágen de Ramón Amadeu, para órgano, 1973; Concertino 1 + 13, para violín y orquesta de cuerda, 1975; Paráfrasis concertante, para violín y piano, 1975; Fantasía, para trompeta y órgano, 1976; Questions and Answers, para quinteto de metales, 1980; Fantasía, para guitarra y arpa, 1984; Cuadrivio para tres Stradivarius, para violín, viola y violonchelo, 1984; Balada y Ritornelo a Dulcinea, para violín, piano y violonchelo, 1986; Diálogo con Mompou, para violín, piano, violonchelo, 1988; Trío, para violín, viola y violonchelo, 1989; El Arca de Noé, para flauta y guitarra, 1990; Variaciones sobre un tema anónimo, para arpa, 1994; Recóndita armonía, para violín, viola, violonchelo y piano, 1996; Policromías, para violín y piano, 1997.

Orquesta sinfónica: Sinfonía mediterránea, 1949-1998; Partita 1958, 1958; Desintegración morfológica de la Chacona de J. S. Bach, 1962; Laberinto, 1971; Reflexus Obertura, 1973; Fanfarria para la alegría de la paz, 1985; Sinfonía de Requiem, 1986; Cuatro Variaciones sobre un tema de ‘La flauta mágica’ de Mozart, 1991; Sortilegis, 1992; Bric a Brac, 1995; Tres postales iluminadas, para orquesta de cuerda, 1995; Eurofanfarria, 1998.

Orquesta sinfónica con solistas: Poema concertante, para violín y orquesta, 1953; Concerto breve, para piano y orquesta, 1953; Cinco canciones negras, para soprano y orquesta, 1956; Viatge a la Lluna, narrador y orquesta, 1966; Serenata a Lydia de Cadaqués, para flauta y orquesta, 1973; Concerto Capriccio, para arpa y orquesta, 1975; Concierto del Albayzín, para clave y orquesta, 1978; Metamorfosis de Concerto, para guitarra y orquesta, 1985; Madrigal sobre un tema popular, para soprano y orquesta de cuerda, 1992; Folía daliniana, para flauta, oboe, clarinete, fagot y orquesta de cuerda-percusión, 1996; Recóndita armonía, para piano y orquesta de cuerda, 1997.

Banda: Música per a un Diumenge, 1984.

Música vocal: Cinco canciones negras, para soprano y piano, 1946; Canciones para niños, para soprano y piano, 1946; Meus irmans, para soprano y piano, 1951; Oraçao, para soprano y piano, 1956; Deshedha de Romance que cantaron los Seraphines, para soprano y piano, 1956; Cant espiritual, para coro mixto y orquesta, 1960; Vocaliso, para soprano y piano, 1961; Paisatge del Montseny, para soprano y piano, 1961; Cinco Invocaciones al Crucificado, para soprano y 12 instrumentos solistas, 1969; Cançao amorosa, para soprano y piano, 1970; Sur Vermistl, para soprano, 2 pianos y 2 percusionistas; Soneto a. Manuel de Falla (sobre un soneto de García Lorca), para mezzosoprano y piano, 1976; Quatre rimes breus de Josep Carner, para mezzosoprano y piano, 1985; Vocaliso, para soprano y orquesta de cuerda, 1985; Nana, para soprano. y piano, 1986; Pastor hacia el puento, para soprano y piano, 1992; Chévere, para coro a cappella, 1993; Canto negro, para coro a cappella, 1993; Canción de cuna para dormir a un negrito, para coro y piano, 1993; Pianto della Madonna, para coro a cappella, 1993; Punto de habanera, para coro a capella, 1993; Desordre, para contralto y dos percusionistas, 1996; Cinco Epigramas de Manolo Hugué, para coro mixto y piano, 1997.

Ópera: El gato con botas, ópera en un acto y cuatro escenas, 1948; Una voz en off, ópera en un acto y tres escenas, 1962; Babel, ópera en cuatro actos, 1960-1995.

Escritos: Papeles autobiográficos / Al alcance del recuerdo, Madrid, Fundación Banco Exterior, Colección Memorias de la Música Española, 1988 (Papers autobiogràfics, Barcelona, 1991); La recóndita belleza de la música (discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando), Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1998.

 

Bibl.: M. Querol, “Xavier Montsalvatge”, en Die Musik in Geeschichte und Gegenwart (Kassel), vol. 9 (1961); E. Franco, Montsalvatge, Madrid, Servicio de Publicaciones del Ministerio de Educación y Ciencia, 1975 (Artistas Españoles Contemporáneos); F. Bonastre, “Reflexions a l’entorn de l’obra de Xavier Montsalvatge”, discurso de presentación del doctorado honoris causa a favor de X. Montsalvatge, Bellaterra, Universidad Autónoma de Barcelona, 22 de mayo de 1985; X. Montsalvatge, Papeles autobiográficos / Al alcance del recuerdo, op. cit.; F. Bonastre, “La música de Xavier Montsalvatge”, en Revista Musical Catalana (Barcelona), septiembre de 1992, págs. 6-7; J. Codina, Xavier Montsalvatge, Barcelona, Labor, 1992; F. Taverna-Bech, C. Guinovart, F. Bonastre y J. Codina, Xavier Montsalvatge, Barcelona, Boileau-Generalitat de Catalunya, 1994; A. Iglesias, “Discurso de contestación”, en X. Montsalvatge, La recóndita belleza de la música, op. cit.; F. Bonastre, “Montsalvatge Bassols, Xavier”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la música española e hispanoamericana, vol. VII, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 1999, págs. 739-744.

 

Antonio Iglesias Álvarez

 

 

Relación con otros personajes del DBE

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