Blanes Cortés, Camilo. Camilo Sesto. Alcoy (Alicante), 16.IX.1946 – Madrid, 8.IX.2019. Cantante y compositor.
En sus años adolescentes quiso ser pintor. Se matriculó en la Escuela de Bellas Artes. En el Rastro madrileño vendió cuadros alguna temporada en una de sus calles, la que comúnmente se conoce como “de los pintores”. Tenía aptitudes, pero pudo más su vocación musical.
Corría la primera mitad de los años sesenta cuando entró a formar parte de un grupo musical de escasa relevancia, Los Dayson. Por entonces, Camilo interpretaba versiones de éxitos conocidos del Dúo Dinámico. Luego hizo otro tanto con canciones de Los Brincos. Hasta que lo contrataron Los Botines, en 1966, un conjunto que empezaba a destacar entre los jóvenes de aquel tiempo. Camilo tenía una bella y potente voz, amén de su grata presencia en el escenario. Actuaron en una película, Hamelin, cuyo protagonista era el rockero Miguel Ríos. Finalizando los años sesenta Camilo Sesto llamó la atención de Juan Pardo, ya un destacado cantante, quien lo tuvo en su grupo coral en algunas ocasiones, de igual modo que participó en grabaciones de Marisol y Andrés do Barro.
Si su primer disco pasó inadvertido, con el segundo ya logró el interés de la crítica musical y de un numeroso público, sobre todo con una adaptación que hizo de “Canción de cuna”, de Brahms, titulada “Buenas noches”. La otra era un estreno suyo como compositor: “Esa paloma”. La primera de una larga lista de canciones melódicas y románticas que llevarían su firma en los dos siguientes decenios, que fue cuando su nombre adquirió una extraordinaria resonancia.
Siendo el sexto de una numerosa familia, Camilo quiso elegir como apellido artístico esa circunstancia del número ordinal, pero hubo problemas a la hora de registrar dicho sobrenombre y finalmente tuvo que aceptarlo con una alteración en la grafía, ya sin equis. Sería en adelante Camilo Sesto.
Tomó parte en el programa concurso de TVE “Canción 71”, el mismo año de su participación en el Festival del Puerto de la Cruz (Tenerife), donde ganó el premio de la crítica. Fue en su cuarto disco cuando verdaderamente ya empezó a ser considerado como un ídolo de la música romántica, con “¡Ay, ay Rosseta!”, canción que había dedicado a una íntima amiga, hermana del conocido compositor y antiguo miembro de Los Brincos, Fernando Arbex. La apoteosis vino al año siguiente, 1972, con “Algo de mí”, que se difundió extraordinariamente no sólo por toda España, sino también en Hispanoamérica. Es una de las mejores canciones del alicantino, donde lucía a pleno pulmón su extraordinaria y potente voz.
Y en adelante, su éxito no cedió: “Amor, amar”, con letra musicada por él, original de la actriz Lucía Bosé —madre de Miguel, luego futuro ídolo del pop—, “Algo más”, “Todo por nada”, “Ayudadme”, “Quieres ser mi amante”, “Jamás”, “Melina” —expresamente escrita en honor de la actriz Melina Mercouri, que fue ministra de Cultura en Grecia—.
En vísperas de las Navidades de 1975 Camilo Sesto fue protagonista y arriesgado empresario de la ópera-rock Jesucristo Superstar, un éxito sin precedentes, ya que en España no existía tradición alguna de ese tipo de espectáculos, muy representados en los escenarios de Londres, París y Nueva York. Mantuvo quince años más su aureola de ídolo en España e Hispanoamérica. Se retiró en 1991, residiendo unos años en Miami. Reapareció fugazmente más tarde, en 2003, con una pieza de su autoría, plena de humor, con título del lenguaje llamado “cheli”, de la jerga popular de los jóvenes en ese tiempo: “Mola mazo”. Realizó una gira por México, “Pura vida”, que hubo de interrumpir por los primeros síntomas de una enfermedad renal, que es la que lo llevaría a la muerte. Ese título fue también el de uno de sus penúltimos álbumes. Y aunque volvió a anunciar su retirada permaneció unos años más en los escenarios de la América hispana. Con su hijo Camilín, para el que compuso algunas baladas, llegó a actuar interpretando a dúo la canción “Sentimiento”, en un escenario mexicano, país donde más fue reconocido.
En 2018, ya residiendo en su casa de Torrelodones (Madrid), donde vivió unas temporadas alejado de toda actividad artística y vida social, presentó en única gala su grabación “Camilo sinfónico”, adaptando orquestalmente sus éxitos del pasado. Año en el que en su ciudad natal, Alcoy, fue nombrado por el Ayuntamiento “Hijo predilecto”, rotulando con su nombre artístico una de las principales calles. Fue ésa una de sus últimas apariciones en público. Sus restos mortales fueron depositados el cementerio alcoyano.
Obras de ~: Camilo, Barcelona, Plaza y Janés, 1985.
Discografía: Buenas noches, Barcelona, Ariola, 1970; ¡Ay, ay, Rosseta!, Barcelona, Ariola, 1971; Lanza tu voz, Barcelona, Ariola, 1971; Algo de mí, Barcelona, Ariola, 1972; Sólo un hombre, Barcelona, Ariola, 1972; Todo por nada, Barcelona, Ariola, 1973; Algo más, Barcelona, Ariola, 1973; Camilo, Barcelona, Ariola, 1974; Amor libre, Barcelona, Ariola, 1975; Jesucristo Superstar, Barcelona, Ariola, 1975; Memorias, Barcelona, Ariola, 1976; Rasgos, Barcelona, Ariola, 1977; Entre amigos, Barcelona, Ariola, 1977; Sentimientos, Barcelona, Ariola, 1978; Horas de amor, Barcelona, Ariola, 1979; Amaneciendo, Barcelona, Ariola, 1980; Más y más, Barcelona, Ariola, 1981; Con ganas, Barcelona, Ariola, 1982; Camilo (en inglés), Barcelona, Ariola, 1983; Amanecer 84, Barcelona, Ariola, 1984; Agenda de baile, Barcelona, Ariola, 1986.
Bibl.: J. R. Pardo, Historia del pop español, Madrid, Guía del Ocio, 1975, págs. 173, 175, 197, 202, 208, 216, 222, 239 y 241-244; M. Román, Canciones de nuestra vida, Madrid, Alianza Editorial, 1993, págs. 446-453.
Manuel Román Fernández