Huerga Fernández, Epifanio. León, 1899 – Buenos Aires (Argentina), s. m. s. XX. Cocinero.
Adquirida cierta fama entre los fogones de su tierra leonesa y tras pasar por las cocinas de algunas familias de la aristocracia madrileña, fue contratado por Lhardy, a la sazón el restaurante de más fama de la capital española durante el siglo XIX y primer tercio del siglo XX. A dicho local acudían regularmente la nobleza, así como financieros y políticos de todas las tendencias. Durante la Segunda República, Manuel Azaña, conocido por su buen yantar, se hizo con los servicios del cocinero al acceder a la presidencia del gobierno, tras degustar su bacalao a la vizcaína.
Republicano convencido y militante de la Unión General de Trabajadores, Epifanio Huerga, que entonces contaba treinta y siete años, siguió a Azaña por las distintas sedes que la presidencia tuvo durante la Guerra Civil y después al exilio en Francia. Se estableció finalmente en Pyla-sur-Mer, estación balnearia de la costa aquitana cercana a Arcachón. Durante la Segunda Guerra Mundial, al quedar la costa atlántica dentro de la zona ocupada por la Alemania nazi, el cocinero español fue detenido por la Gestapo en junio de 1940 y entregado a la Dirección General de Seguridad del régimen franquista, siendo encerrado en la cárcel de Porlier de Madrid. Intercedió por él, María Josefa Argüelles y Díez-Pimienta, marquesa de Argüelles por su matrimonio con Federico Bernaldo de Quirós y Mier, en cuya casa había ejercido como cocinero antes de hacerlo con Azaña, logrando con sus influencias que le dieran la libertad condicional en 1942. Volvió entonces a trabajar en casa de la marquesa de Argüelles hasta que esta falleció en 1947.
Tras la elevación a Franco al año siguiente del conocido como “Manifiesto de los Procuradores”, el dictador decidió erradicar el movimiento monárquico, el principal sector opositor al régimen en esos momentos dentro de las fronteras españolas, concediendo altos cargos en el extranjero a algunos integrantes del mismo que fueron excluidos del confinamiento o del exilio. Entre otros, José María de Areilza, conde iure uxoris de Motrico, reconocido monárquico y gourmet —y que formó parte de la incipiente Cofradía de la Buena Mesa durante la década de 1980—, fue a presentar con gran pompa sus credenciales a Juan Domingo Perón en 1947, llevándose consigo a Epifanio Huerga como jefe de cocina y a la mujer e hija de éste. Cuando el conde de Motrico abandonó la Embajada en 1950, la familia Huerga no quiso regresar a España, quedándose a vivir definitivamente en tierras argentinas.
Bibl.: I. Herreros Martín, El cocinero de Azaña: ocio y gastronomía en la República, Madrid, Oberón, 2006; Libro de cocina de la República, Madrid, Reino de Cordelia, 2011.
Diccionario Biográfico Español