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Valeriano Ordóñez de Villaquirán

Biografía

Ordóñez de Villaquirán, Valeriano. Zamora, c. 1470 – Burgos, VIII.1512. Abad de Alcalá la Real, oidor, predicador y capellán real, obispo de Ciudad Rodrigo y Oviedo.

Era hijo de Pedro Ordóñez y Brianda Pimentel. El padre del prelado había sido regidor en esa ciudad, en donde tomó el partido de Isabel la Católica. Era licenciado en Teología y estudió Derecho; según el padre Flórez obtuvo plaza de oidor. Más tarde fue nombrado predicador de los Reyes Católicos, y en 1492 era capellán real, por cuya actividad recibió anualmente 50.000 maravedís hasta la muerte de la Reina.

Ejerció también el cargo de abad en Alcalá la Real entre 1498 y 1501, donde convocó el II sínodo abacial el 12 de agosto de 1500. Precisamente, siendo abad de este lugar, los Reyes ordenaron al corregidor de Alcalá que le prestara auxilio para castigar los excesos cometidos por algunos clérigos de la ciudad jiennense.

El 6 de septiembre de 1501 fue preconizado obispo de Ciudad Rodrigo, y promovido en el consistorio que tuvo lugar el 24 de dicho mes y año. Alejandro VI se dirigió a él como presbítero zamorano y capellán de los Reyes.

Fue uno de los obispos que mantuvo un mayor contacto directo con la reina Isabel, hasta el punto de encontrarse presente en la redacción de su testamento y en el momento de su muerte en Medina del Campo el año 1504, figurando entre los suscriptores que testifican el codicilo de Isabel, en su calidad de obispo de Ciudad Rodrigo. También adquirió en la almoneda varios de sus objetos. Estuvo presente durante el mes de mayo de 1506 en la Catedral toledana con ocasión del juramento prestado por Felipe el Hermoso y Juana.

El 17 de noviembre de 1502 visitó Sobradillo, y cedió a los franciscanos la ermita de Santa Marina, en las cercanías de aquella villa, para que fundaran allí un convento. Durante su episcopado se concluyó la obra de la sillería del coro catedralicio, en la que había intervenido Rodrigo Alemán, y las armas del prelado pueden observarse en ese espacio del primer templo diocesano.

Fue trasladado a Oviedo, y obtuvo del papa Julio II, el 22 de diciembre de 1508, las bulas de promoción. El 22 de febrero del año siguiente otorgó poder en Valladolid, a favor del canónigo civitatense Juan de Zarauz, junto al párroco de Sobradillo, Alfonso García de Párraga, para que como sus procuradores presentaran las Letras Apostólicas al Cabildo catedralicio ovetense, al mismo tiempo que solicitaran su ejecución, otorgándoseles la posesión del obispado en su nombre, en coherencia con el documento regio de Fernando el Católico, fechado dos días más tarde de la última data citada, en el que el Monarca rogaba a la corporación capitular que le diera dicha posesión.

Los documentos citados (bulas, real cédula y poder notarial) fueron presentados el 9 de marzo del mismo año por parte de Juan de Zarauz ante la persona jurídica capitular, procediendo de inmediato a darle la posesión del obispado. Este procurador estaba designado por el nuevo obispo como su provisor y vicario general de la diócesis, aunque posteriormente le distinguió con una canonjía en la Catedral asturiana.

Encontrándose Valeriano Ordóñez en Burgos, al lado del Rey Católico, contrató en 1511 el retablo de la capilla mayor de la Catedral ovetense con el maestro entallador Giralte de Bruselas, vecino de Zamora. Tiempo después de su muerte, los capitulares asturianos acordaron que se esculpiera su imagen orante, revestida de pontifical, ante la Virgen de la Asunción, tal como tenían contratado los prebendados con su prelado, aunque prefirieron colocarla en el centro del retablo mayor.

Durante su pontificado se colocaron las vidrieras, se promovió la construcción de la portada del trascoro, en donde figuran sus armas, y se fue levantando la torre meridional de la fachada de poniente, en cuyo cuerpo inferior campean las armas del prelado, como lo hacen también en el retablo, junto a las de los obispos Muros y Mendoza.

Murió en Burgos, a cuya ciudad se había trasladado la Corte de Fernando V, antes del 12 de agosto de 1512, lo que parece confirmarse porque el 20 del mismo mes y año hubo sesión del Cabildo ovetense para nombrar provisores y oficios en sede vacante.

Sus restos mortales fueron llevados a su ciudad natal, para depositarse en el Convento de San Bernabé Apóstol, que él había fundado para las religiosas de la Tercera Orden de San Francisco. Allí se le hizo sepulcro de alabastro en medio de la capilla mayor, con un epitafio actualmente desaparecido: “Hic jacet Dominus Valerianus Ordoñez de Villaquiran, Episcopus Ovetensis”. Lucio Marineo Sículo alabó su elocuencia y le llama “ejemplar excelente de todos los Obispo de España”, en palabras del padre Risco.

Villaquirán es autor del libro intitulado La translación del cuerpo de San Ildefonso, y milagros sucedidos (1496), en el que incluye unas dedicatorias al cardenal Cisneros y a la ciudad de Zamora (ed. facs., transcr. y notas de V. Bécares Botas, Zamora, 1991).

 

Obras de ~: La translación del cuerpo de San Ildefonso, y milagros sucedidos, 1496.

 

Bibl.: G. González Dávila, Theatro eclesiástico de la ciudad y santa iglesia de Ciudad Rodrigo, vidas de sus obispos, y cosas memorables de su obispado, t. I, que contiene las iglesias de Ávila. Salamanca, Vadajoz, Astorga, Osma. Ciudad Rodrigo, Salamanca, Imprenta de Antonia Ramírez, 1618, (ed. facs. Ciudad Rodrigo, Instituto de Estudios Mirobrigenses, 2000, con pról. de J. García Sánchez, pág. 27); E. Flórez, España Sagrada. T. XXXVIIII. De la Iglesia exenta de Oviedo desde el medio del siglo xiv hasta fines del siglo xviii, ed. de M. Risco, Madrid, Viuda e Hijos de Marín, 1795 (ed. facs. Gijón, 1986, págs. 86-89); M. M. Trujillo Jurado, Abadía de Alcalá la Real. Su origen, privilegios y erección, Córdoba, Imprenta de Juan García Rodríguez de la Torre, 1803 (ed. facs., Alcalá la Real, 1998, pág. 62, n.º 5); M. Hernández Vegas, Ciudad Rodrigo. La catedral y la ciudad, t. II, Salamanca, Imprenta Comercial Salmantina, 1935 (ed. facs., Salamanca, Cabildo de la Catedral de Ciudad Rodrigo, 1982, pág. 57); D. Mansilla Reoyo, “Ciudad Rodrigo, dióc. de”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, t. I, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1972, pág. 428; A. Marañón de Espinosa, Historia eclesiástica de Asturias, ed. de V. Rivas Andrés, Gijón, Imprenta Flors, 1977, págs. 142-144; D. Garrido Espinosa de los Monteros, Historia de la Abadía de Alcalá la Real, ed. de F. Toro Ceballos y D. Murcia Rosales, Jaén, Diputación Provincial, 1996, pág. 40, n.º 5; M. J. Sanz Fuentes, “Valeriano Ordóñez de Villaquirán, Abad de Alcalá la Real, Obispo de Oviedo (1508- 1512). Documentos para la historia de su episcopado”, en Abadía. II jornadas de Historia en la Abadía de Alcalá la Real, Jaén, Diputación Provincial, 1999, págs. 543-565; A. Sánchez Cabañas, Historia Civitatense, est. introd. y ed. de A. Barrios García e I. Martín Viso, Salamanca, Diócesis de Ciudad Rodrigo, 2001, págs. 278-280; J. I. Martín Benito, “La iglesia de Ciudad Rodrigo”, en T. Egido (coord.), Historia de las diócesis españolas, Iglesias de Ávila, Salamanca y Ciudad Rodrigo, vol. XVIII, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 2005, págs. 388, 404, 416 y 545; “Valeriano Ordóñez de Villaquirán”, en VV. AA., Episcopologio Civitatense. Historia de los Obispos de Ciudad Rodrigo (1168-2009), Salamanca, Centro de Estudios Mirobrigenses, 2010.

 

Beatriz García Fueyo

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