Dávila, Juan de. Ávila, c. 1470 – 13.XII.1556. Abad, canónigo.
De prestigiosa familia abulense los Dávila o de Ávila. Juan debió nacer hacia 1470, siendo sus padres Juana Velásquez de la Torre y Juan Dávila, personas muy cercanas a los Reyes Católicos y queridas especialmente por su hijo, el heredero don Juan, de quien fuero respectivamente ama y ayo.
Cariño que se muestra, entre otras pruebas, por sus enterramientos bajo bellísismas estatuas yacentes de la capilla de Santa Catalina, de la iglesia del convento de Santo Tomás de Ávila. Iglesia concebida como mansión funeraria del príncipe, cuya temprana muerte mudó los destinos de España.
En un arco lateral de esta capilla de Sta. Catalina existe una tumba sencilla con la siguiente inscripición: “Aquí yace el muy Iltre. y Rmo. Sr. D. Juan Dávila abad de las abbs. de Alcalá la Real y Burgo el Hondo…”.
Esta última abadía era de Canónigos Regulares de San Agustín, de la diócesis de Ávila, a la que debió pertenecer muy pronto Juan, pues ya en 1491 era canónigo de la catedral abulense. Años después se le concedieron diversos beneficios en las catedrales de Sevilla y Córdoba y, en el 1503, la abadía “vere nullius” de Patronato Real de Alcalá la Real.
No se conserva la cédula de su nombramiento, pero en el inventario de tapices de la reina Isabel realizado ese año se anota: “Un paño rico de devoción hecho de oro hilado… que dio en servicio de su Alteza Juan Dávila abad de Alcalá la Real…”
Durante cincuenta y tres años rigió esta abadía Juan Dávila, o de Ávila, con pulso firme y continuada entrega a su labor, según demuestran numerosos documentos y obras de arte que aun existen, como la parte más bella y mejor conservada de la I. M. de Sta. Maria de la mota o el retablo de Sto. Domingo de Silos en la parroquia del arrabal.
Obra manga fue también la des sus constituciones sinodales, donde recopiló, ordenó y anotó, los decretos de los anteriores abades, ya que, aunque dos de ellos hicieron sínodo, sus constituciones no estaban reunidas en un solo volumen, ni publicadas.
Los últimos años de su vida los pasó en Ávila, “en las casas de su morada”, desde donde escribe varias cartas a sus feligreses alcalaínos. Dato curioso es que la portada de esta casa luce actualmente en la sacristía de la Iglesia de Sto. Tomás, a donde fue llevada en posteriores reformas, al ser demolida la casa del abad que estaba cerca del monasterio.
Bibl.: M. Ballesteros Gaibrois, La obra de Isabel la Católica. Segovia, Diputación Provincial, 1953; D. Garrido Espinosa de los Monteros, Manuscrito 1781, publicado, ampliado y anotado por F. Toro Ceballos y D. Murcia Rosales, Jaén, Área de Cultura Diputación de Jaén, 1996; C. Juan Lovera, Iglesia Abacial de Sta. María de la mota de Alcalá la Real y El retablo de Sto. Domingo de Silos de Alcalá la Real, Sevilla, B. A. de Bellas Artes de Sta. Isabel de Itungna, 1988 y 1991, págs. 145-164 y 161-179; Don Juan de Ávila Abad de Alcalá la Real, de 1503 a 1556. Primeras Jornadas de Historia de la Abadía de Alcalá la Real, Jaén, Diputación Provincial, 1997, págs. 125-141.
Carmen Juan Lovera
