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Beato Gabino Olaso Zabala

Biografía

Olaso Zabala, Gabino. Abadiano (Vizcaya), 18.II.1869 – Fuente la Higuera (Valencia), 5.VIII.1936. Religioso agustino (OSA), sacerdote, beato.

Hijo de Francisco y Manuela, decidió hacerse agustino y a los quince años tomó el hábito en el Convento de Valladolid. Continuó allí los estudios eclesiásticos, pasando luego a Santa María de La Vid (Burgos), donde concluyó su carrera y fue ordenado sacerdote. En 1894 fue enviado a las Islas Filipinas y fue el primer misionero en Alilem, departamento de Amburayan. En 1895 lo nombraron profesor del Seminario Conciliar de Vigam, desempeñando su actividad docente hasta el año 1898. Regresó a España en el año 1900, donde ejerció su apostolado docente en los Colegios de la Orden de Llanes (Asturias), Tapia (Asturias) y Ceuta, donde fue director. En el capítulo del año 1919 fue designado definidor y en el de 1933 fue nombrado superior de la Casa-Enfermería de Caudete (Albacete).

El día 23 de julio fue detenido, juntamente con seis sacerdotes y tres hermanos de su comunidad, y llevado a la prisión del pueblo. El 5 de agosto fueron conducidos a un lugar en las proximidades de Fuente la Higuera, en el terreno denominado Partida de Madariaga, ya en la provincia de Valencia donde fueron asesinados.

Felipe Barba Chamorro —Pozo Antiguo (Zamora), 5.II.1873—, de sesenta y tres años. A los quince años pidió el ingreso en la Orden de San Agustín y profesó en el Convento de Valladolid en 1889. Continuó allí los estudios eclesiásticos, pasando luego a Santa María de La Vid (Burgos) y de aquí a las Islas Filipinas, donde terminó la carrera y fue ordenado sacerdote en 1896. Durante dos años fue párroco. De nuevo en España, estuvo en varios conventos y residencias, viviendo como religioso observante y trabajador. Finalmente fue trasladado a la Casa-Enfermería de Caudete (Albacete), por estar delicado de salud. Allí se encontraba en 1936.

Ángel Pérez Santos —Villaherreros (Palencia), 1.X.1877—, de cincuenta y ocho años. Profesó en Valladolid en 1894 y fue ordenado sacerdote en 1901. Trabajó como misionero en Argentina y Perú hasta 1926.

Víctor Gaitero González —Valdemora (León), 18.X.1871—, de sesenta y cuatro años. Profesó en Valladolid en 1889 y fue ordenado sacerdote en 1895. Su primer destino fue Valladolid, con el cargo de pedagogo o ayudante del maestro de novicios. Dos años más tarde marchó a Filipinas, de donde regresó poco después, tras una breve estancia en Macao.

Anastasio Díez García —Quintanilla de Vivar (Burgos), 21.I.1877—, de cincuenta y nueve años. Profesó en Valladolid en 1893 y recibió la ordenación sacerdotal en 1900. Terminada la carrera y celebrada su primera misa, fue destinado a Brasil, donde estuvo casi treinta años desempeñando con eficacia el ministerio pastoral en diversas parroquias. A su regreso a España vivió algún tiempo en Gijón y luego pasó a la Casa-Enfermería de Caudete (Albacete).

Cipriano Polo García —Mayorga de Campos (Valladolid), 16.IX.1880—, de cincuenta y cinco años. Profesó en Valladolid en 1896 y fue ordenado sacerdote en 1903. Sus primeros destinos fueron varias casas de la República Argentina. De regreso a España continuó con la misión pastoral en Llanes, Gijón y Cádiz. Su último destino fue la Casa-Enfermería de Caudete.

Emilio Camino Noval —Castiello, Valdesoto, Siero (Asturias), 9.X.1877—, de cincuenta y ocho años. Profesó en Valladolid en 1893 y fue ordenado presbítero en 1900. En 1901 marchó a Brasil y en 1903 pasó a la Argentina. Quebrantada su salud, regresó a España en 1907. Pasó por las residencias de Gijón y Madrid, y por las Casas-Enfermería de Novelda y Caudete. Fue luego al Colegio-Seminario de Uclés (Cuenca) hasta que en 1929 lo destinaron al Colegio San Agustín de Ceuta, y en 1932 volvió a Caudete.

Luis Blanco Álvarez —Ayoó de Vidriales (Zamora), 20.XI.1888—, de cuarenta y siete años. Hasta los veinticinco años estuvo al lado de sus padres, trabajando en las labores del campo. En 1918 profesó como hermano en el Convento de La Vid (Burgos), donde pasó la mayor parte de su vida religiosa. Estuvo algún tiempo en la Residencia de Santander hasta que fue destinado a la Casa-Enfermería de Caudete (Albacete).

Luciano Ramos Villafruela —Villahoz (Burgos), 17.X.1884—, de cincuenta y un años. Profesó en Valladolid, en calidad de hermano, en 1911. Sus destinos fueron las casas de La Vid, Uclés y Caudete.

Ubaldo Revilla Rodríguez —Buenavista de Valdavia (Palencia), 16.V.1885—, de cincuenta y un años. Profesó en 1907 como hermano, en el Convento de La Vid (Burgos). Siempre fue un religioso sencillo, alegre, jovial y muy servicial, de trato amable y caritativo. Estuvo en diversas casas de la provincia religiosa, principalmente en las de formación de La Vid y de Uclés. La última residencia de fray Ubaldo fue la Casa-Enfermería de Caudete (Albacete).

Todos ellos fueron beatificados en Roma el 28 de octubre de 2007.

 

Bibl.: D. Carrión Í ñiguez, La persecución religiosa en la provincia de Albacete durante la guerra civil (1936-1939), Albacete, Diputación, Instituto de Estudios Albacetenses Don Juan Manuel, 2004; M. González Velasco, “98 mártires Agustinos”, en L.E.A. La Escuela Agustiniana, 87 (abril-junio de 2007); D. Carrión Íñiguez, “Mártires Agustinos de España. Beatificación de nuestros mártires en Roma, 28 de octubre de 2007”, en Participación. Boletín Informativo, 136 (septiembre de 2007), págs. 1-9; P. Bellini, I martiri Agostiniani del secolo xx in Spagna, Roma, Provincia Agostiniana d’Italia, Roma, 2007; J. Belmonte Rubio, Fortunato Arias Sánchez, mártir de Jesucristo. Forjador de apóstoles y pastor bueno, Murcia, Ed. Parroquia de la Purísima Concepción, El Palmar (Murcia), 2007; M.ª E. González Rodríguez (ed.), Quiénes son y de dónde vienen. 498 mártires del siglo xx en España, Madrid, Conferencia Episcopal Española, Edice, 2007, págs. 218-221; Hablar hoy de martirio y de santidad, Madrid, Conferencia Episcopal Española, Edice, 2007, págs. 145-206; Confer, 28 de octubre de 2007. Beatificación de 462 Religiosos y Religiosas Mártires de España,Vosotros sois la luz del mundo, “Folletos Con Él. Testimonio y Testigos”, n.º 282 (octubre de 2007); E. I. Bardón, “Rugió la tormenta, pasó el vendaval”, en La Ciudad de Dios (Real Monasterio de El Escorial), vol. CCXX, n.º 3 (septiembre- diciembre de 2007), págs. 647-675; T. Viñas Román, “La Ciudad de Dios y sus mártires”, en La Ciudad de Dios (Real Monasterio de El Escorial), vol. CCXX, n.º 3 (septiembrediciembre de 2007), págs. 547-590.

 

María Encarnación González Rodríguez