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Antonio Roig y Rechac

Biografía

Roig y Rechac, Antonio. Mahón, Menorca (Islas Baleares), 7.IX.1750 – Palma de Mallorca (Islas Baleares), 6.III.1808. Fundador de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl.

De la familia Roig-Rechac nacieron seis hijos, de los cuales dos murieron a temprana edad y otro falleció justo después de recibir las órdenes menores. El padre era doctor en Derecho Civil y Canónico, y fue asesor del juzgado eclesiástico durante más de treinta años.

Todavía niño, fue enviado a estudiar Humanidades en el Colegio de Montesión de Palma de Mallorca, regentado por los jesuitas. A los diez años, recibió la tonsura de manos del obispo de Mallorca, Lorenzo Despuig. Finalizados los estudios en Montesión, pasó a la Universidad Literaria de Mallorca donde, con sólo dieciséis años, recibió el grado de maestro en Artes y doctor en Filosofía. Los siguientes estudios los realizo en Aviñón (Francia), entonces ciudad pontificia.

En 1770, con diecinueve años, fue investido con el grado de doctor en Teología y en Derecho Canónico y Civil. En 1771 recibió las órdenes menores junto con su hermano Gabriel, que murió poco después.

El ya doctor Roig practicó ejercicios espirituales en la Misión (casa de los padres paúles en Palma), previos al subdiaconado, en septiembre de 1771, y lo mismo hizo antes de ser ordenado de diácono y presbítero, el 10 de abril de 1773 y el 24 de septiembre de 1774, respectivamente.

Ejerció su ministerio pastoral en Ferrerías (Menorca), desde 1774 hasta 1790. Y como vicario general desde 1778. A la sazón la isla se hallaba unida eclesiásticamente a la diócesis mallorquina, la cual dependía del rey de España y, por otra parte, la isla políticamente estaba bajo la dominación británica. Todo esto y su excesiva juventud, así como la situación del clero menorquín, con conflictos de todo orden y la lejanía física de su obispo, le produjeron muchos sufrimientos.

El 13 de agosto de 1790 tomó posesión de la parroquia de Felanitx (Mallorca), donde fundó las Hermanas de la Caridad, en 1798.

En su madurez, fue un hombre de gobierno pastoral preocupado por transmitir una fe arraigada. Como tal se esforzó por luchar contra el oscurantismo y la ignorancia, ofreciendo una religión más útil, más práctica, más en sintonía con la auténtica caridad. Se propuso dar una respuesta de caridad a tres urgencias: la formación de la mujer, no sólo desde el punto de vista religioso, sino de todo aquello que la pudiese preparar para ejercer el papel fundamental de esposa, madre y mujer de un tiempo nuevo que se vislumbraba; el cuidado de los enfermos, poco atendidos y con frecuencia una carga pesada para sus familias con escasos recursos; y la atención a los pobres y marginados que en tiempos de carestía, podían llegar a morir de hambre.

En uno de los documentos fundacionales Antonio Roig manifestó que lo que pretendía con la fundación era hacer más felices a sus feligreses.

El 29 de septiembre de 1798 el rector de la parroquia de San Miguel de Felanitx fundó un establecimiento con la única intención de “que este pueblo tenga una Congregación de mujeres piadosas dedicadas al servicio de Dios Nuestro Señor mediante la práctica de todas las virtudes, principalmente de un continuo ejercicio de las obras de misericordia y con toda particularidad la asistencia a los enfermos y la enseñanza espiritual y corporal de las niñas”. Con el beneplácito del obispo Bernardo Nadal quedaba establecida la congregación que inicialmente tomó el nombre de Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. El rector Roig estableció la pequeña Congregación como una auténtica fundación, la dirección de la cual quedaba en manos del rector y de los dos vicarios más antiguos de la parroquia. La primera comunidad estuvo compuesta por cuatro hermanas, siendo la responsable y cofundadora María Ana Nebot, viuda de Antonio Maymó, notario de Felanitx.

Antonio Roig, murió en Palma siendo canónigo magistral de la Iglesia Catedral.

El fundador dio a la naciente congregación un reglamento sencillo, las Reglas Interinas, que fueron aprobadas por el obispo de la diócesis, Bernardo Nadal, el 26 de octubre de 1798. Y aunque inicialmente se nombró a la congregación indistintamente con los nombres de hijas y de hermanas, consta que en ningún momento el fundador quisiera hacer un calco de las Hijas de la Caridad, si bien la inspiración en la obra de san Vicente es innegable. La redacción de las llamadas Reglas Primitivas, ya muerto el fundador, acerca mucho más la presencia de san Vicente a la Congregación y le dan una fisonomía y una estructura mucho más “religiosa”. Estas reglas fueron aprobadas por el obispo Antonio Pérez de Hirias el 4 de mayo de 1826.

Siguiendo el ejemplo del rector Roig, varias parroquias de Mallorca fundaron una casa de caridad, de la que destaca la de Sencelles, cuya fundadora Francisca Ana Cirer fue beatificada por Juan Pablo II el 1 de octubre de 1989. Por decreto del obispo Cervera estas casas independientes se agregaron a la de Felanitx en el transcurso de los años 1887 y 1890.

Desde la fundación, las Hermanas de la Caridad se han hecho presentes en muchos pueblos de Baleares, en Palma, en Ibiza y Formentera, en varias provincias de España, en Italia, Bolivia, Perú, Burundi y Honduras.

 

Bibl.: N. Pascuali (CM), Don Antonio Roig y su fundación de Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl, Palma de Mallorca, Gráficas Miramar, 1960; J. Amengual i Batlle (M. SS.CC.), Mn. Antoni Roig i Rechart, pioner de la caritat i de l’evangelització, Palma de Mallorca, Taller Gràfic Ramón, 1987; D. Antonio Roig i Rexart, pionero de la caridad y de la evangelización. Fundador de las Hermanas de la Caridad, Palma de Mallorca, Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl, 1987; T. Suau Puig, El Cántaro junto al Camino, Palma de Mallorca, Taller Gráficas Ramón, 1998; P. J. Llabrés i Martorell, Dos-cents anys de caritat (Història de les Germanes de la Caritat), Palma de Mallorca, Imprenta Taller G. Ramón, 2007, 3 vols.

 

José Martín Brocos Fernández