Fernández Cabeza de Vaca, Juan. ¿Burgos? p. m. s. XIV – Burgos, 7.I.1413. Deán de Toledo, obispo de Coimbra, de Cuenca y de Burgos.
Su familia era probablemente de origen nobiliario burgalés, siendo hermano de Pedro Fernández Cabeza de Vaca, maestre de la Orden de Santiago en 1383.
Era deán de la catedral de Toledo cuando fue nombrado por Gregorio XI obispo de Coimbra el 13 de enero de 1377, sucediendo así en esta sede al obispo Pedro Tenorio, que acababa de ser trasladado a la mitra toledana. Sin embargo, hay que esperar hasta enero de 1379 para encontrar las primeras pruebas documentales de su presencia efectiva en la sede de Coimbra, aunque después de 1381 dejó de residir y en la práctica la sede estaría vacante hasta 1385. Al comenzar el Cisma, el obispo se había declarado a favor de Clemente VII. Al morir en 1383 el rey de Portugal Fernando I, tomó partido a favor de Castilla y el rey Juan I, del que fue embajador ante el papa de Aviñón. En julio de 1385, durante la guerra castellano-portuguesa, se encontraba junto a Juan I en el cerco de Celorico da Beira. En 1391 todavía se intitulaba obispo de Coimbra, a pesar de que desde 1385 un nuevo prelado, Martín Alfonso, designado por Urbano VI, obediente por tanto a Roma, ocupaba su lugar.
En 1395 Enrique III le envió de nuevo como embajador a la corte pontificia de Aviñón, y un año más tarde, el 15 de noviembre de 1396, fue promovido por Benedicto XIII al obispado de Cuenca, del que fue titular hasta 1407. Al frente de esta mitra desarrolló una intensa labor de reforma eclesiástica, celebrando cinco sínodos diocesanos: el 7-8 de abril de 1399; el 3 de abril de 1402; el 22-23 de abril de 1403, mediante vicario; el 9 de abril de 1404; y el 19-21 de abril de 1406. Atendiendo a las disposiciones referentes al clero recogidas en los extensos estatutos de estos sínodos, el deseo reformista se aprecia en cuestiones como la corrección de ciertos aspectos relativos a la celebración de la misa, en particular la eucaristía, el rezo del oficio divino, la administración de los sacramentos, el buen cuidado del estado material de los templos parroquiales, el concubinato clerical y la barraganía, la vestimenta y costumbres del clero, y el impulso a la formación cultural y litúrgica del clero diocesano. Y en lo referente a los laicos, estos mismos estatutos sinodales tratan cuestiones como, entre otras, el pago de los diezmos, la prohibición del duelo exagerado en los entierros y funerales; la obligación de confesarse y comulgar al menos una vez al año; la asistencia a misa los domingos y días festivos; o la prohibición de utilizar los templos parroquiales para negocios, fiestas, comidas y asuntos profanos.
Juan Cabeza de Vaca fue uno de los prelados castellanos que asistieron el 29 de abril de
Una de las reformas administrativas más importantes realizadas durante su pontificado en Cuenca consistió en la división de la ciudad en catorce collaciones parroquiales, uniendo otra a las trece ya existentes al erigir en parroquia, el 31 de enero de 1403, la iglesia de Santa María La Nueva, que con anterioridad había sido sinagoga y probablemente a fines del pontificado de su antecesor o comienzos del suyo ya había sido transformada en iglesia para los neoconversos del judaísmo.
El 14 de marzo de 1407 fue trasladado a la sede episcopal de Burgos, jurando guardar sus estatutos el 13 de septiembre. En 1408 instituyó como parroquia la iglesia de San Nicolás. En febrero de ese mismo año asistió a las cortes de Guadalajara, y a fines de ese año también acudió al Concilio de Perpiñán. Luego Benedicto XIII lo llamó a la corte pontificia y lo tuvo a su servicio más de un año. Vuelto a Burgos en 1410, realizó una visita diocesana. El 15 de septiembre de 1411 celebró su primer y más importante sínodo diocesano en esta diócesis, en el que, entre otras, se trataron cuestiones como el oficio de los arciprestes y arcedianos, la honestidad de los clérigos, la defensa de las rentas y la inmunidad eclesiástica, el pago de los diezmos, las obligaciones del clero regular, el derecho de patronato de los laicos y la celebración de los sacramentos, promulgándose unas extensas constituciones sobre todos estos asuntos. El segundo sínodo que celebró en Burgos se reunió el 23 de abril de 1412, y en sus constituciones se legisló sobre la honestidad de los clérigos, las visitas de los arcedianos y arciprestes y las rentas eclesiásticas, incluyéndose al final un tratado sobre los sacramentos. Falleció siendo obispo de Burgos el 7 de enero de 1413.
Bibl. y fuentes: C. Eubel, Hierarchia Catholica Medii Aevi, vol. I, Monasterii, 1913, págs. 151, 196, 201; P. Álvares Nogueira, Livro das vidas dos bispos da Sé de Coimbra, ed. de A. G. da Rocha Madahil, Coimbra, 1942 (Coimbra, 2003); A. García y García (dir.), Synodicon Hispanum. VII. Burgos y Palencia, Madrid, B.A.C., 1997, págs. 70-165; R. Sánchez Sesa, “Obispos procedentes de Castilla y proyectos de reforma en la sede de Coimbra (1358-1407)”, en Hispania Sacra, 51 (1999), págs. 753-783; J. Díaz Ibáñez, Iglesia, sociedad y poder en Castilla. El obispado de Cuenca en la Edad Media (siglos XII-XV), Cuenca, Alfonsípolis, 2003, págs. 105-107; G. Martínez Díez, “La iglesia de Burgos. Capítulo IV. Del concilio IV de Letrán al Renacimiento”, en B. Bartolomé Martínez (coord.), Historia de las diócesis españolas. 20. Iglesias de Burgos, Osma-Soria y Santander, Madrid, B.A.C., 2004, págs. 79-121; M. R. Barbosa Morujao, “Bispos en tempos de guerra: os prelados de Coimbra na segunda metade do século XIV”, en VI Jornadas Luso-Espanholas de Estudos Medievais. A Guerra e a Sociedade na Idade Média, Sociedade Portuguesa de Estudos Medievais, Coimbra, 2009, vol. I, págs. 539-550; A. García y García (dir.), Synodicon Hispanum. X. Cuenca y Toledo, Madrid, B.A.C., 2011, págs. 39-132.
Jorge Díaz Ibáñez