Spínola Bassadona, Policena. Marquesa consorte de Leganés (I). Génova (Italia), 1600 ─ Villaviciosa de Odón (Madrid), 14.VI.1637.
Policena pertenecía a una de las familias más destacadas de la aristocracia genovesa durante la época moderna. Nacida en 1600 en Génova, era la segunda hija de Giovanna Bassadona y Ambrosio Spínola Doria, duque de Sesto, maestre de campo general, superintendente de Hacienda en los Países Bajos, miembro de los Consejos de Guerra y Estado desde 1606 y I marqués de los Balbases. El matrimonio tuvo cinco hijos, dos niñas –Policena y María– y tres varones: el primogénito Felipe Spínola, que heredaría el marquesado de los Balbases; Agustín, que se convertiría en obispo de Tortosa, arzobispo de Granada y Santiago, y cardenal de San Cosme y Damián; y Juan Jacome, que murió con siete años. Felipe II recompensó la impecable trayectoria de Ambrosio Spínola al servicio de la Monarquía Hispánica con la concesión en 1611 de la Grandeza de España. En la biografía que el jesuita Gabriel de Aranda dedica a Agustín Spínola destaca la profunda religiosidad de Policena, criada junto a su hermana María en el convento de San Leonardo de Génova en el que residieron acompañadas por sus criadas. El religioso apunta que, una vez casada, la noble de origen genovés continuó dedicando la mayor parte de su tiempo rezando tanto en el oratorio de su casa como en la iglesia más próxima a su casa, así como a la lectura de libros de temática devocional.
La exitosa carrera de su padre fue recompensada, además de la concesión de títulos y mercedes para sí mismo, con la designación de sus hijos Felipe y Agustín como pajes y meninos en la Casa de la reina Margarita de Austria en 1609. Poco después de que Felipe IV premiase a Ambrosio Spínola con el título de marqués de los Balbases por su éxito tras la toma de Jülich, Policena ingresaba como dama en la Casa de Isabel de Borbón el 3 de octubre de 1622. Su entrada en palacio fue amadrinada por Inés de Zúñiga y Velasco, condesa consorte de Olivares y Camarera Mayor de la reina; y acompañada por la condesa de Monterrey –hermana del conde duque de Olivares– y por los principales señores de la Corte.
El elegido para convertirse en el esposo de Policena fue Diego Felipe Mejía de Guzmán, entonces caballero de Santiago, primo y hombre de confianza del conde-duque de Olivares y que desde sus inicios en la carrera militar había desarrollado una estrecha vinculación con el que se convertiría en su suegro, Ambrosio Spínola. La pertenencia de Diego Felipe al ámbito más cercano del valido le granjearía una fulgurante carrera, ejerciendo como Consejero de Guerra y Estado, embajador extraordinario en Inglaterra y Francia, presidente del Consejo de Flandes, gobernador de Milán, virrey de Cataluña y gentilhombre de Cámara de Felipe IV, entre otros oficios. Poco después de que Diego Felipe Mejía recibiese el marquesado de Leganés, el 17 de junio de 1627 el conde-duque de Olivares y Agustín Spínola firmaron las capitulaciones matrimoniales en las que se estipulaban las bases del reciente marquesado gracias a la espléndida dote aportada por la novia.
El matrimonio se celebró el 28 de febrero de 1628 en la Cámara de la reina y fue seguido de fiestas y bailes. Este enlace reforzaba una política de unión entre las élites que configuraban los diversos territorios de la Monarquía Hispánica. Diego y Policena tuvieron tres hijos en común: Gaspar Messía Felípez de Guzmán (1630-1666), II marqués de Leganés, V duque de Sanlúcar la Mayor, virrey de Valencia, gobernador de Orán y gentilhombre de cámara de Felipe IV; Ambrosio Ignacio, arzobispo de Santiago y de Sevilla; e Inés, que contrajo matrimonio con Gaspar Hurtado de Mendoza, V marqués de Almazán. Además, se conoce cuál fue la apariencia física de Policena Spínola, gracias a dos soberbios retratos realizados por Anton Van Dyck, uno de ellos perteneciente a la colección del Museo del Prado y otro a la National Gallery of Art, en Washington D.C.
Siguiendo la tradición imperante en las familias italianas y en el seno de la suya propia –en referencia al mecenazgo episcopal llevado a cabo por su hermano el cardenal Agustín Spínola–, Policena desarrolló un intenso mecenazgo artístico y religioso, destacando la fundación del convento de San Basilio el Magno en Madrid. Así, los marqueses de Leganés reunieron en la corte madrileña una de las mejores colecciones de pintura flamenca e italiana del siglo XVII que incluía numerosos cuadros de Tiziano, Rafael de Urbino y Rubens, tal y como atestigua el inventario de bienes de la genovesa. Además, Policena intervino activamente en la adquisición de tierras en Morata de Tajuña en 1634, así como la compra de objetos para la decoración de su casa. El embajador toscano en Madrid informaba con motivo de la construcción del palacio del Buen Retiro que la casa de los marqueses de Leganés atesoraba los muebles más ricos de toda la villa, y que según decía la propia Policena, habían sido adquiridos con el dinero de su dote. Ante las continuas ausencias de su marido debido a sus frecuentes estancias en Flandes y la península italiana, Policena se hizo cargo de la administración económica de los bienes patrimoniales de su Casa, combinando estas ocupaciones con la realización de continuas prácticas caritativas, entre las que destaca la asistencia a hospitales. Policena falleció a la edad de 37 años en Villaviciosa de Odón y fue enterrada en Nuestra Señora de Atocha. El marqués de Leganés recibió la muerte de su esposa mientras se encontraba desempeñando la gobernación de Milán.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Palacio, Madrid (AGP), Sección Administrativa, leg. 646; AGP, Sección Reinados, Felipe IV, leg. 8, caja 1; Archivo Histórico de Protocolos de Madrid (AHPM), Inventario de bienes de Policena Spínola, t. 5993, ff. 218r-383v, 22 de junio de 1637; Archivio di Stato di Firenze (ASF), Mediceo del Principato (MdP), filza 4955, Averardo de Medici a Andrea Cioli, Madrid, 29 de junio de 1629; ASF, MdP, filza 4959, fol. 1041, Madrid, 3 de diciembre de 1633.
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Alejandra Franganillo Álvarez
