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Leandro Bachelieu

Biografía

Bachelieu, Leandro. Malta, c. 1700 – ¿Málaga?, 14.III.1775. Brigadier e ingeniero director.

El 13 de diciembre de 1726 era promovido a ingeniero extraordinario y subteniente de Infantería. Destinado inicialmente a las obras del palacio de La Granja de San Ildefonso (Segovia), era enviado en 1728, junto al también ingeniero militar Esteban Marchand, al Palacio Real de Aranjuez.

En julio de 1733, obedeciendo órdenes del secretario de Estado José Patiño, Marchand se trasladaba a San Ildefonso, manteniendo su cargo de director de las obras reales en aquel Real Sitio. Antes de partir declaraba: “Dejo mis ordenes a Don Leandro Bachelieu de lo que se ha de executar en dicho Real Sitio al referido Don Leandro”. La salida de Marchand en ese mismo año significaba para Bachelieu la posibilidad de quedar como director de las obras del palacio de Aranjuez. En ese sentido, a fines del mes de noviembre, siempre de 1733, escribía a Patiño comunicándole que “he quedado con el registro de las obras de Aranjuez”, siendo confirmado en el cargo el 15 de febrero de 1734.

Leandro Bachelieu daba un impulso a la obra de la portada del Palacio Real de Aranjuez. El mismo repasaba las canteras de Colmenar de Oreja “para ver si tiene banco para sacar las cuatro columnas”, refiriéndose a la citada portada principal. En el mes de septiembre de 1734 parece ser que había resuelto el problema, aunque parcialmente, ya que solo le complacía el material seleccionado para una de las columnas.

En 1729 Felipe V había decidido crear en el palacio de Aranjuez un mirador sobre el Tajo, construyendo fuertes muros de contención sobre el cauce, salvaguardando el jardín de las posibles crecidas del río. Esta parte del jardín se llamó La Isleta y fue construida a partir de 1731 por Leandro Bachelieu, basado en el proyecto de Esteban Marchand. Finalmente, el 23 de diciembre de 1734, Bachelieu dejaba las obras de Aranjuez.

En la década de 1730, el brigadier e ingeniero director Luis de Langots realizó un proyecto que no se llevó a cabo, con el que pretendía cerrar toda la línea de baterías del Sardinero con un muro abaluartado. Más tarde, con la llegada de la Flota del Azogue en 1739, se extremaron las precauciones sobre todo el entorno de la bahía de Santander, enviando el rey Felipe V caudales en abundancia para la defensa. Leandro Bachelieu fue el encargado de redactar los informes al respecto y un ambicioso plan de fortificación de toda la costa hacia el este, hasta Guipúzcoa.

La construcción de la batería de San Felipe tiene su origen en el informe de Bachelieu, en el que aconsejaba la instalación de cuatro piezas de artillería en la peña del Fraile para la protección del estratégico fondeadero de Santoña. La batería se disponía en dos niveles, uno superior de reducidas dimensiones, en el que se podrían colocar a lo sumo un par de piezas, y una gran explanada inferior. El flanco oeste del único edificio existente albergaba los cuartos para oficial y la guardia, el almacén de pertrechos y el repuesto de la pólvora.

La batería de Cabo Menor, situada en Santander en el cabo del mismo nombre, era uno de los puntos de control de la entrada de la bahía. De nuevo, durante 1739 se emprendieron varias obras a petición de Leandro Bachelieu, ya coronel del Ejército e ingeniero en segundo. En esta etapa se ampliaron las cañoneras, aumentando la capacidad de fuego artillero y se construyeron cuartos para los oficiales, soldados y artilleros, almacenes para pólvora, pertrechos, víveres y aljibe.

Anteriormente, el 13 septiembre de 1738, realizaba un plano del sitio despoblado de San Miguel, dentro de los muros de Zamora, para construir un cuartel y, posteriormente, otro plano de un almacén de paja para la ciudad de Toro.

Destinado en la Dirección de Ingenieros en Andalucía, Bachelieu construía a mediados del siglo XVIII la Torre Derecha de Algarrobo. La erección de la torre-fortín se realizó para sustituir a la torre ladeada como torre vigía, formando parte de un proyecto de refuerzo de la guarda costera llevada a cabo por el antiguo virrey de Nueva Granada y recién nombrado ministro de la Guerra, Sebastián de Eslava. Construida con cantos rodados procedentes del río, presenta una estructura troncocónica con tres plantas.

En 1749 se personaba en Ceuta el ingeniero en jefe Bachelieu, quien ya había estado en el presidio en 1745, donde daba el visto bueno a dos almacenes de pólvora, situados en el cerro de la Almina. En esta nueva ocasión inspeccionaba los trabajos de fortificación que se estaban realizando, así como la construcción de un nuevo cuartel.

En torno a 1760 elaboraba el Plano de un Almazen de Paja para la Ciudad de Toro: el que se ha proyectado del largo correspondiente al Lado del Quartel de dcha Ciudad, tanto para que haga juego con el, como para aprovechar su Techumbre de la Madera del Pais escusando la de maiores tamaños, cuio coste excederia el importe de la Fabrica que se ha de hazer de Rassas y Verdugos de Ladrillo, tappias entremedio y el Cimiento de Mamposteria.

Era promovido a brigadier del Ejército en julio de 1760, siendo posteriormente nombrado ingeniero director del reino de Valencia. Tras largos años desde que Verboom indicara la necesidad de desviar el cauce del Barranquet en Alicante, debido a los daños que ocasionaban las fuertes lluvias en el baluarte de San Carlos y frente de San Francisco, en mayo de 1772 se iniciaron las obras del canal que debía desviar las citadas lluvias. No se conserva el proyecto (redactado en 1771), pero se puede deducir, gracias a otros proyectos y memorias posteriores, que su autor fue Antonio Marín, ingeniero comandante de la plaza de Alicante, y fue supervisado y elevado al rey Carlos III por Bachelieu.

El ingeniero Antonio Marín daba cuenta el 31 de julio de 1772 sobre la marcha de las obras, que estuvieron sujetas a un cúmulo de calamidades, debidas, fundamentalmente, a crecidas extraordinarias sobre el nuevo cauce realizado.

En el verano de 1772 se sustituyó a Marín como ingeniero ordinario de la plaza de Alicante por Thomas Sanz y Colominas. El ingeniero general Juan Martín Zermeño escribía al conde de Ricla en diciembre de 1772 apoyando las nuevas propuestas de Sanz y criticando que el ingeniero Marín no hubiera previsto encamisar el malecón, expuesto como iba a estar a numerosas agresiones de las avenidas de aguas del barranco. Por otro lado, descargaba toda la responsabilidad en el ingeniero director Leandro Bachelieu y pedía que se le diera un honroso retiro: “Sin embargo del motivo que produxo la advertencia de Sanz no dexo de conocer que si al proponer la idea hubiese concurrido el Ingeniero Director de aquel Reyno como correspondia, habria premeditado este u otro semejante resguardo a la seguridad de la obra. Por evitar este y otros casos de igual naturaleza he hecho presente a VE la imposibilidad del Ingeniero Director Dn Leandro Bachelieu para el desempeño de las funciones de su empleo, y lo conveniente que sera el que S.M. le separe del Cuerpo de Ingenieros con un decente retiro en atención a sus buenos servicios”.

Hay que tener en cuenta, en descargo de Bachelieu, que en 1772 este ingeniero había cumplido más de 70 años de edad y 46 de servicio, por lo que su salud, de acuerdo con la esperanza de vida de su época, debía de estar deteriorada.

 

Fuentes y bibl.: Archivo Provincial de la Diputación de Málaga; Asociación Española de Amigos de los Castillos; Biblioteca Virtual de Defensa; Catálogo Colectivo de la Red de Bibliotecas de los Archivos Estatales (CCBAE).

Mercurio Histórico y Político, julio de 1760; H. Capel et al., Los Ingenieros Militares en España. Siglo XVIII. Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, Barcelona, Publicaciones y ediciones de la Universidad, 1983; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; V. Echarri Iribarren, “El desvío de los cauces de los barrancos de San Blas y Canicia en Alicante: Proyectos realizados desde 1788 hasta 1798”, en Biblio 3W, Revista Bibliográfica de geografía y Ciencias Sociales, 18 (2012); V. Tovar Martín, “Esteban Marchand y Leandro Bachelieu, ingenieros franceses en las obras del Real Sitio de Aranjuez”, en Anales de Historia del Arte, 8 (1995)291-305; J. A. Ruiz Oliva, Fortificaciones Militares de Ceuta (Siglos XVI-XVIII), Ceuta, Instituto de Estudios Ceutíes - Universidad Nacional de Educación a Distancia. Centro Asociado de Ceuta, Ceuta, 2002; D. Fuentes Diego, La difusión del Patrimonio Histórico del Parque Cultural Monte Buceiro, Santoña, Trabajo de Fin de Máster, Santander, Universidad de Cantabria, 2013; A. San José Mediavilla, Defensa, fortificaciones y Marina: la costa cántabra (1746-1814), tesis doctoral, Zaragoza, Universidad de Zaragoza, 2016; J. Tous Meliá, Colección de cuatro mapas antiguos de las Islas Canarias. Las Islas Canarias a través de la Cartografía. Mapas manuscritos de las Islas Canarias del último tercio del siglo XVIII, s.l., 2020; “Giacomo Bonavía”, en Instituto de Estudios Madrileños [en línea], disponible en https://xn--institutoestudiosmadrileos-4rc.es/portfolio_page/b-2-bonavia-giacomo/; J. Carrillo de Albornoz y Galbeño, “Tomás Sanz y Colominas”, en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico Electrónico [en línea], disponible en https://dbe.rah.es/biografias/tomas-sanz-y-colominas.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño

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